IU denuncia el “expolio” de la Junta en La Robla con el patrimonio de la Vasco
Izquierda Unida promoverá que los vecinos y las vecinas de la Robla defiendan que el patrimonio que han construido con su esfuerzo y trabajo a lo largo de tantos años no sea expoliado por la Junta y trasladado a otra zona, fuera del municipio.
En palabras de una vecina: “esperamos y deseamos que el municipio de La Robla, sin distinción de colores políticos, NO permita este expolio de nuestro patrimonio. Si la Consejería de Cultura de la Junta quiere promover la cultura que lo hagan en La Robla y doten de personal y recursos que permita poner en valor el archivo, el patrimonio, las pinturas y el legado que tenemos. Exigimos que creen empleo aquí, fijando población y custodien nuestro patrimonio en LA ROBLA: de aquí no se mueve nada, esto es NUESTRO”.
Este es el sentir mayoritario de la población. No podemos dejar a las zonas rurales y las comarcas y zonas mineras sin carbón, sin térmicas, sin centros educativos, y ahora se quiere dejar sin patrimonio histórico y cultural. Y proclamar, como hace la Junta de Castilla y León, que está haciendo políticas activas de asentamiento de población en zonas rurales.
Si sus expertos han detectado “interés archivístico y cultural muy relevante; con documentos de trascendencia para el patrimonio industrial de la zona”, ¿cómo es que quieren llevárselos de ahí? La directora de políticas culturales, si quiere que la Junta “se haga cargo de ellos”, por su importante valor, que se comprometa a hacerse cargo de conservar y custodiar este importante patrimonio, y también poder “preservarlo y divulgarlo”, como asegura, pero manteniéndolo en la zona, apoyando así el desarrollo del municipio y la comarca, no que los expolie llevándoselos a otro lugar. Y para eso solo hace falta voluntad política y dotación económica por parte de la Junta para una zona que está sufriendo el expolio continuo de sus recursos y del futuro.
Apoyo es lo que necesita La Robla y no más expolio de la Junta, que es quien debería velar por los intereses de sus habitantes, pues son los representantes elegidos para gestionar el patrimonio al servicio del bien común.
