El Monasterio de San Pedro de Eslonza será visitable tras recibir 200.000 euros para recuperarlo

Imagen de los trabajos realizados. / Carlos S. Campillo / ICAL

Miriam Badiola / ICAL

El Monasterio de San Pedro de Eslonza, en el municipio leonés de Gradefes, podrá ser ya visitado por el público después de que se hayan finalizado las obras de consolidación y adecuación que supusieron una inversión de 200.000 euros, de los cualesla Diputación de León aportó 180.000 euros y el Ayuntamiento de Gradefes los 20.000 restantes.

El diputado de Cultura, Arte y Patrimonio, Pablo López Presa, consideró que el de hoy es “un día muy feliz”, ya que “ver el Monasterio en este estado y visitable para poder contemplar las magníficas ruinas” supone “un motivo de enorme alegría” tras ver el monumento “en un estado muy calamitoso” para que “los esfuerzos por mejorarlo hoy se ven reflejados con un resultado espléndido”.

Según explicó Presa, las obras consistieron en una limpieza y acondicionamiento de los pavimentos para hacer el monumento accesible a las visitas. De igual formal, se colocaron elementos de madera en los puntos con mayor riesgo de desprendimiento como “una solución original y muy bonita”.

Tras esta actuación, el diputado de Cultura aseguró que “al igual que otros monumentos, estará en continuas obras de mantenimiento y consolidación”, aunque para él “lo más importante ahora es que puede ser visitable”, por lo que “ahora el objetivo es que la gente se acerque y disfrute tanto de este monasterio como de los que están en el entorno”, en “plena ruta de los monasterios, con diez bienes de interés cultural en la zona, entre los que se encuentran el de San Miguel de Escalada, el de Gradefes o el de Sandoval, entre otros”.

El alcalde de Gradefes, Amador Aller, señaló que con su apertura al público, el Monasterio de San Pedro de Eslonza se suma a la visita guiada a los monasterios, que incluye también el de San Miguel de Escalada y el de Gradefes, por lo que a partir del mes de mayo podrán visitarse de forma conjunta. Aller reconoció que desde la puesta en marcha de esta oferta cultural en 2017 “las visitas fueron muy numerosas”.

Por su parte, el arquitecto encargado del proyecto, Andrés Rodríguez, de la sociedad Rodríguez Valbuena Arquitectos, expuso que antes de las intervenciones iniciadas en 2016 el monasterio estaba “completamente arruinado y tapado por los escombros que se habían caído y que en algunos casos levantaban más de tres metros de altura”.

Así, la intención original de la obra era “recuperar la traza original del monasterio para ver cómo era la planta del mismo”, que cayó en desuso con la desamortización de Mendizábal y que desde entonces “fue expoliado, sin quedar casi ninguna piedra de interés”.

Tras vaciar cerca de 6.000 metros cúbicos de tierra, el objetivo fue hacer el Monasterio accesible porque “si estos monumentos no tienen una repercusión social para que se puedan visitar y que la gente los pueda conocer, vuelven otra vez a la ruina”.

Para ello, la intervención consistió en varias actuaciones con las que se completó la excavación hasta terminar la parte trasera del patio, donde se encontraban las celdas de los monjes, se trató de recuperar el suelo original, mediante un trazado con áridos para permitir un recorrido visitable, se instalaron apeos en las zonas de paso y se ha recuperado la entrada para facilitar la visibilidad del Monasterio y la identificación de la entrada.

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