El camping de Sahagún se queda sin verano... y con su futuro en el aire

Camping de Sahagún. Imagen: Redondo / José Luis Luna

Sahagundigital.com

El Camping Municipal de Sahagún no podrá abrir sus puertas, al menos, hasta octubre. El 'rifirrafe' que mantenía el Ayuntamiento con la Consejería de Cultura y Turismo ha llegado a su fin en vía administrativa y la resolución remitida esta semana por la Junta reafirma argumentario: el camping está en terrenos “susceptibles de inundación” y existe un “riesgo efectivo” que puede poner “en peligro la vida y seguridad de los usuarios”.

La Junta da así carpetazo a un expediente terriblemente complejo y lleno de matices que tiene una lectura fatal para la villa de Sahagún: 200.000 euros al año de ingresos que 'desaparecen' de las arcas municipales, la destrucción de un buen puñado de puestos de trabajo directos e indirectos, la reducción de oferta hotelera a las puertas de un Año Jacobeo y la celebración de la muestra Las Edades del Hombre y el adiós a las más de 100 familias que, cada verano, eligen Sahagún para disfrutar de su tiempo de asueto, principalmente asturianos.

A pesar de todo, desde Alcaldía, no consideran que la 'guerra' esté totalmente perdida. “Con independencia de la recurribilidad de esta orden y de que, en la temporada actual, por razones de salud pública de todos conocidas no resultaría aconsejable su apertura, además de difícilmente viable, el Ayuntamiento en ningún momento ha desistido, ni desistirá, del empeño en definir una solución para la regulación definitiva de este equipamiento de tan importante valor socioeconómico, tanto para el municipio como para nuestra comarca. Con este objetivo y teniendo en cuenta –simplificando las numerosas cuestiones que inciden en la situación- que el riesgo de inundabilidad de las instalaciones es la única causa que motiva de manera decisiva la pérdida de vigencia de la inscripción y, en consecuencia, impide su apertura, como continuación de las obras ejecutadas recientemente en la margen izquierda del río Cea, se ha presentado, para su autorización, en la Confederación Hidrográfica del Duero, el proyecto técnico para construir un nuevo puente complementario al Puente Canto y recrecido de la mota de la margen derecha de manera que, con un notable margen de seguridad, los terrenos e instalaciones existentes en ésta no resulten inundables para ningún tipo de avenida extraordinaria. Obras, estas últimas, que no difieren de actuaciones similares y recientes ejecutadas en la misma cuenca hidrográfica –Carrizo de la Ribera, Castroverde de Cerrato, Arnusquillo, Carbajal de la Legua, entre otras-, al amparo del mismo régimen jurídico en el que se sustenta nuestra propuesta.”, explica la alcaldesa, Paula Conde.

Si CHD no acepta la propuesta, el 'plan B' pasaría por construir un camping nuevo en las inmediaciones del actual. En este sentido, ya hay una memoria redactada y remitida a la Junta de Castilla y León, Administración que, a través del propio presidente Mañueco, se ha comprometido a sufragar la nueva infraestructura con cerca de cuatro millones de euros.

Otra opción, puramente burocrática, sería que la Junta de Castilla y León modificase la legislación que regula este tipo de infraestructuras turísticas contemplando una licencia estacional únicamente para los meses de verano, tiempo en el que la posibilidad de inundación es casi nula según la propia Confederación Hidrográfica del Duero. La licencia estacional, hoy por hoy, no está contemplada en la región, aunque sí en otras comunidades autónomas. “De esta forma se permitiría dotar, a escala regional, de un régimen apto para regularizar las instalaciones adscritas al uso de campamento turístico cuya vulnerabilidad –existen al menos 14 campamentos ubicados en zonas potencialmente inundables según datos de la propia Confederación – ha sido recientemente evidenciada con motivo de las crecidas extraordinarias del pasado diciembre. Ello resultaría asimilable a alguno de los supuestos de emplazamientos excepcionales como los previstos en la normativa de Andalucía, Madrid o Aragón”.

“El Ayuntamiento ha demandado de manera constante la máxima colaboración para el cumplimiento de un objetivo de tan marcado interés general como es el mantenimiento de nuestro camping, confiando plenamente en que la cooperación solidaria e interinstitucional de todas las administraciones, organismos y agentes implicados permita instrumentalizar las soluciones propuestas y que, al inicio del próximo otoño, si la situación sanitaria lo permite, la reapertura definitiva de nuestro camping sea una realidad”, finaliza la alcaldesa.

Un poco de historia

A principios de la década de los ochenta, la corporación municipal, liderada por Domingo Rebollo, pone la primera piedra del Camping Municipal Pedro Ponce. El campamento iba a ocupar una finca próxima al río Cea, empleada hasta entonces como escombrera. A través de una subvención del Gobierno para la contratación de personal (INEM), el Ayuntamiento de Sahagún forma una cuadrilla de seis hombres que inician las obras. Artesanía y mucha ilusión caracterizaron la primera fase del proyecto, que ascendió a 15 millones de pesetas.

Al año siguiente, y casi con los mismos trabajadores, se da inicio a la segunda fase del camping que, de acuerdo a la legislación del momento, consiguió todos los permisos y abrió sus puertas a los primeros inquilinos algunos meses después, sobre el año 1986. En verano de 1987 se construyó la primera recepción y la licencia de camping se hace firme.

A principios de los 90, con Alberto Gordo al frente, se compra una finca rústica. La ampliación está en marcha y es, en ese lapso, cuando se levanta el nuevo edificio de recepción, vestuarios, pistas, parking... gracias a una subvención de la Junta de Castilla y León y siempre con su 'bendición'. Todo en regla. Es más, la instalación cumplía en ese momento todos los condicionantes para ser un campamento de primera categoría si bien se rebajó de forma voluntaria a segunda para no 'espantar' clientela.

Un campamento de segunda con instalaciones de primera

La ubicación del campamento, los servicios que ofrecía y el boca a boca hicieron el resto. En poco tiempo, el Camping Municipal Pedro Ponce se llenó de vida y la demanda de espacio crecía temporada a temporada.

Para entonces, la ribera del Cea se había convertido en un hervidero, un centro social y de ocio: sede de Cruz Roja, pabellón de los deportes, Jardines del Plantío, piscinas, camping... tanto es así que Confederación Hidrográfica del Duero incluye a Sahagún en un plan de mejora de riberas con el fin de borrar cualquier posibilidad de inundación sobre esa zona. En ese momento se encarga un proyecto al Ayuntamiento, que redacta con diligencia. No obstante, las obras que se realizan no se ajustaron a lo acordado. Donde ponía que el 'suelo' del río tenía que tener una sección de 60 metros se redujo hasta 30, consiguiendo que la obra no sirviese de nada: el entorno seguía siendo terreno inundable. Pero como el problema que ahora se manifiesta todavía no planeaba por Sahagún esta 'anécdota' se guardó en el cajón.

Otro empujón en forma de bungalow

El equipo del socialista José Manuel Lora (PSOE) impulsa una nueva ampliación; el proyecto consigue el visto bueno de Confederación Hidrográfica del Duero y con la de Emilio Redondo (PP) se acomete la urbanización del terreno y se instalan, hacia 2012, un lote de viviendas prefabricadas, bungalows.

Es, por esas fechas, cuando empieza el despropósito. Aunque hay varias versiones sobre qué 'despertó a la bestia', lo cierto es que la Junta exige entonces al Ayuntamiento un proyecto de impacto ambiental si quiere abrir al público la zona nueva. Trasladando la petición de un informe a Confederación Hidrográfica del Duero, llega el primer 'susto': el terreno es inundable y no hay licencia de Turismo ni para la zona nueva ni para la zona vieja.

El Ayuntamiento quema los tiempos con recursos y visitas institucionales. Poco después, el organismo de cuenca accede a realizar una importante obra en un segmento del río Cea, entre el Puente Canto y el puente de la variante, con el fin de embellecer la zona y, de paso, garantizar que ninguna riada en 500 años podría causar daños en la zona de acampada. La empresa Eulen se hizo cargo de la obra, que finalmente ni se ejecutó de acuerdo al proyecto ni cumplía su fin. Tanto es así que, en ese momento, el entonces alcalde, Emilio Redondo, denunció los hechos ante la Fiscalía. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero era entonces José Valín (PP).

Tercera obra sobre el Cea

El PSOE gana las elecciones de 2015 y a primeros de julio, un mes después de la toma de posesión, llega una resolución de la Junta diciendo que retiran el número de registro y que, por lo tanto, no se puede realizar la actividad sobre el camping. “Hacemos un primer recurso para ganar tiempo y pasó el primer verano. Después fuimos al contencioso, que se resolvió el año pasado”, informa José Luis González (PSOE), concejal encargado del camping durante la pasada legislatura.

Confederación Hidrográfica del Duero vuelve a la historia. Durante el gobierno de Lisandro García, según se informó en su día, el organismo de cuenca animó al Consistorio a acometer una obra para modificar el cauce del río con el fin de borrar cualquier posibilidad de desbordamiento notable que, a su vez, pusiera en riesgo la zona de acampada. La obra se realizó invirtiéndose más de 120.000 euros de la Diputación si bien, a la hora de la verdad, el recrecido de la mota no se permitió. La sugerencia de confederación no fue por escrito y el dinero se tiró a la basura.

El tiempo corre y las administraciones se hacen inflexibles y sospechosamente ágiles y diligentes en pleno verano: llega la primera multa por apertura ilegal. El Ayuntamiento de Sahagún, en un intento de resolver el problema, con fecha 27 de mayo de 2019, envía una 'Declaración Responsable' de inicio de actividad del camping; con fecha 19 de junio se realiza una inspección por el servicio de Turismo de la Junta; el ocho de julio el Servicio de Cultura y Turismo dicta Resolución de inadmisión de la 'Declaración Responsable' del Ayuntamiento; con fecha ocho de agosto la alcaldesa de Sahagún, Paula Conde, interpone recurso de alzada contra la citada inadmisión; el nueve de agosto se gira nueva visita de inspección al camping; con fecha 21 de agosto se elabora un informe desfavorable, al día siguiente se elabora propuesta de resolución desestimatoria del recurso de la alcaldesa y sólo cuatro días después se abre expediente sancionador proponiendo una sanción de 65.001 euros, que finalmente se han quedado en 15.000.

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