A punto la mayor concentración parcelaria autonómica, en 13 municipios de Los Oteros y uno de Valladolid

La directora general de Desarrollo Rural, María González, en la localidad leonesa de Matanza de los Oteros con la Comisión Local de la Concentración de Los Oteros (León y Valladolid). / ICAL

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La comarca de Los Oteros, casi todo de la provincia León y un municipio de Valladolid, está ya solo pendiente de la aprobación de las bases definitivas de la que será la mayor zona de concentración parcelaria de toda la Comunidad.

Afectará a una superficie total de 33.562 hectáreas que pertenecen a 3.391 propietarios y comprende 23.979 parcelas con una superficie media de 1,4 hectáreas, en un perímetro delimitado por la línea cerrada y continua en forma de triángulo entre los regadíos del canal de la margen izquierda del Porma y la carretera N-601 entre León y Valladolid.

En concreto, se ubica en los municipios leoneses de Castilfalé, Corbillos de los Oteros, Fuentes de Carbajal, Gusendos de los Oteros, Izagre, Matadeón de los Oteros, Matanza de los Oteros, Santa Cristina de Valmadrigal, Santas Martas, Valencia de Don Juan, Valverde Enrique, Villabraz y Villamoratiel de las Matas y finalmente en el municipio vallisoletano de Mayorga.

La zona de concentración parcelaria de Los Oteros es la mayor zona concentrada en la Comunidad, lo que constituye un “reto” para la Consejería de Agricultura, ya que se pretende desarrollar un proceso de una forma eficiente reduciendo en la medida de lo posible los plazos de ejecución de un proceso tan garantista como es el de la reordenación de la propiedad privada en precios rústicos.

Resueltas todas las alegaciones a las bases provisionales, publicadas el 1 de julio de 2019, y solventados todos los problemas derivados de la crisis provocada por la pandemia del Covid-19, la directora general de Desarrollo Rural, María González, se reunió hoy en la localidad leonesa de Matanza de los Oteros, con la Comisión Local de la Concentración de Los Oteros para presentar las bases definitivas de la zona y elevarlas para su aprobación. No en vano, es el paso previo a su aprobación e información pública.

Las bases definitivas constituyen el documento que, con carácter definitivo, determina la situación física, económica y jurídica de las parcelas incluidas en el perímetro a concentrar, debiendo establecer, una vez atendidas las alegaciones a las bases provisionales, el perímetro objeto de concentración, la declaración del dominio de las parcelas a favor de quienes las posean en concepto de dueño, el coeficiente de las clases fijadas y compensaciones, cuando resulten necesarias, así como la superficie perteneciente a cada beneficiario con la clasificación de las parcelas, entre otras cuestiones.

“Fuerte” apuesta de la Junta

En la legislatura actual, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural apuesta “fuertemente” por los procesos de concentración parcelaria, tanto en terrenos de regadío como en los de secano. La concentración va a posibilitar el redimensionamiento de las fincas afectadas, mejorará la eficiencia económica de sus explotaciones, la dotación de infraestructuras viarias más saneadas y modernas y favorecerá la integración ambiental. Todo ello de acuerdo con los condicionantes establecidos en la tramitación ambiental en una zona de hábitat prioritario de aves esteparias, con el fin de mejorar su calidad medioambiental e integración paisajística.

No en vano, la Junta apuntó en un comunicado que la concentración parcelaria aumenta la rentabilidad de las explotaciones mediante un aprovechamiento más eficaz de los medios de producción, fomenta la inversión y la incorporación de jóvenes agricultores y sus infraestructuras rurales facilitan la comunicación y el uso eficiente de la maquinaria, además de tener un efecto favorable en la emisión de gases de efecto invernadero y en el cambio climático.

La nota de la Consejería añadió que en los núcleos de población donde se llevan a cabo las obras de concentración parcelaria, está demostrado que el número de incorporaciones de jóvenes es un 40 por ciento superior a zonas no concentradas.

Además, la inversión privada de los agricultores para modernizar sus explotaciones es un 36 por ciento superior a zonas no concentradas.

Y en lo que respecta a la reducción en las emisiones de CO2, las cifras llegan a un 25,7 por ciento en la superficie de secano y de un 31,6 por ciento en la superficie de regadío, como consecuencia de la optimización en el uso de la maquinaria y equipos.

Al mismo tiempo, se produce un incremento de la captación de CO2 como consecuencia de la intensificación de los cultivos y de la creación de superficies plantadas en terrenos de restauración del medio natural.

Estos aspectos se magnifican en esta macro zona, casi 34.000 hectáreas, por lo que la Consejería prevé actuaciones similares en nuevas grandes zonas en otras provincias de la Comunidad en la legislatura en curso.

Asaja pide más agilidad en la reconcentración

Por su parte, el sindicato agrario Asaja solicita “más agilidad” a la Junta para terminar estos trabajos. “Asaja ha apostado fuertemente por este proyecto que va a suponer un cambio importante en la mejora de la competitividad de estas explotaciones de secano donde las alterativas de cultivo son escasas. Trabajar parcelas más grandes, con el aliciente de juntar las de varios arrendadores si estos están de acuerdo, va a suponer una utilización más óptima de la maquinaria y el ahorro de mano de obra, a lo que se suma también una mejora en las infraestructuras públicas como son la red de caminos y desagües”, aseguran.

“El proceso de concentración es realmente una reconcentración sobre la ya hecha en la década de los años sesenta, donde se suma un elevado número de parcelas, las más pequeñas, que se dejaron excluidas en aquellos años sobre todo por tener cultivo de viñedo o prados”, explican.

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