Niños y jóvenes de Villablino crean un enigmático bosque mágico para el otoño
El fin de semana sirvió para que un grupo de 20 niños lograsen traspasar las puertas de la imaginación y convirtieran en mágico un rincón del parque del Minero, en el centro de Villablino, dejando en él la huella visible de su talento para los sueños fantásticos.
Fue durante la celebración de un taller de arte en la naturaleza con el sugerente titulo de 'El bosque encantado', destinado a niños y jóvenes de entre 10 y 30 años, cuyas plazas coparon los más pequeños al completo.
Durante las actividades, dirigidas por dos monitoras del taller de arte Su-Studioart, contratadas por la escuela de tiempo libre Creática, que era la encargada de impartir el taller, los niños participaron con sus juegos e ilusión en crear ese espacio mágico entre los árboles del parque.
Además de su experiencia, aprendizaje y diversión, han dejado en esa esquina del jardín el espacio figurado creado. En él, al traspasar la puerta redonda de la imaginación, nos encontraremos con más de una docena de pares de ojos que nos observan, silenciosos e inquietantes desde los árboles. Puertas o ventanas imaginarias construidas sobre las heridas de los troncos, para poder esconderse tras ellas del mundo real, permitiendo el acceso al imaginario ensueño de duendes, elfos o gnomos.
Nueve arboles fueron los utilizados, entre abetos, ciruelos japoneses y un acebo, que albergan esas creaciones fantásticas para habilitar un espacio a la imaginación y la magia del pensamiento. Ahí permanecerán mientras los vecinos las respeten y el tiempo no haga sus habituales estragos, esperando al siguiente taller de creación. De este modo, se podrán ver las más de treinta creaciones con motivos diversos, puertas, ventanas, bancos, setas de piedra y muchos pares de ojos para alegrar los días y las noches de este otoño.
El taller fue financiado por la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Villablino y tenía como objetivo estimular la creatividad y una forma de diversión diferente en el medio natural más próximo, como lo es el parque situado en el centro de la población, utilizando para ello los medios y materiales encontrados en el propio entorno. Se trataba de dar otro enfoque al ambiente natural más próximo de los pequeños y jóvenes, objetivo sin duda logrado y que además nos deja al resto un regusto de ilusiones infantiles.
Primero se crearon las cosas en las aulas de la Casa de la Cultura, para luego trasladarlas al parque y ubicarlas en los lugares que les correspondía, con la ayuda inestimable de los servicios municipales de Jardinería, que les aportaron el mimbre necesario para el ornamento de la gran puerta de entrada al nuevo mundo de la magia de Villablino.
