El bloqueo técnico en los centros de salud y cierre de consultorios llega de lleno a León con la sexta ola

Interminables colas bajo la lluvia y el frío esta mañana en el centro de salud de Eras de Renueva.

Carlos J. Domínguez

Quedan horas para las celebraciones navideñas y con récord de casos positivos de la pandemia de coronavirus, que eleva a cifras no conocidas los nuevos contagios, a pesar de que la sexta ola no esté suponiendo más casos graves en hospitalización, León afronta esta oleada con la quiebra técnica del sistema sanitario básico.

No lo dicen sólo las cifras. Tampoco la acumulación de quejas, indignación o resignación, según los casos, de los pacientes leoneses. El bloqueo técnico de los centros de salud leoneses y el cierre de los consultorios médicos comarcales y rurales se aprecia en imágenes como la que ilustran esta noticia.

Cientos de personas, niños incluidos, a la intemperie bajo la lluvia y el frío de finales de diciembre hace cola en estos centros médicos, ante la imposibilidad real ya desde hace muchas semanas de conseguir siquiera contactar telefónicamente con médicos o enfermeras, o concertar una cita de Atención Primaria o de cualquier especialidad, aunque sea con los ya habituales muchos días de retraso.

El personal sanitario de estos centros no sabe a qué atenerse ni cómo afrontar la extraordinaria situación, sin que la Junta haya decidido de nuevo la separación de procolos de sospecha covid de los servicios médicos o de enfermería ordinarios.

Pero es que, además, la mayoría de quienes sospechan estar contagiados de covid-19 o que han estado en contacto con el cada vez más creciente número de personas afectadas ven cómo resulta materialmente imposible conseguir que en el sistema público de salud que es competencia de la Junta de Castilla y León se le realice un test de antígenos o una prueba PCR.

Y aún peor, a los pocos afortunados que disponen de un kit de antígenos de farmacia, ya prácticamente imposibles de encontrar, cuando el resultado les sale positivo en la enfermedad les resulta también una misión imposible notificárselo al Sacyl por vía alguna, ya que ni reciben la llamada de un rastreador para poder indicarle el resultado o las indicaciones de cuarentena que deberían guardar de manera responsable ni mucho menos se puede conseguir una comunicación telefónica con estos centros médicos.

En los pueblos, la anunciada muchas veces reapertura de los consultorios sigue brillando por su ausencia, de modo que los habitantes rurales están si cabe aún más desprotegidos, no sólo sin acceso a recursos sanitarios por covid sino tampoco ordinarios, a pesar de la avanzada edad de gran parte de esta población, a lo que hay que sumar el aislamiento y la lejanía de los pocos recursos sanitarios disponibles.

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