El censo de lobos contabiliza en la provincia 54 manadas

Autor: www.faunatura.com

Ical

El director general del Medio Natural de la Junta, Juan José Arranz, presentó hoy el nuevo censo del lobo de Castilla y León, en el que se ha detectado un incremento de un 20 por ciento en la especie en el periodo de trabajo 2002-2013. El estudio ha localizado la presencia de 179 manadas, lo que supone unos 1.600 lobos a razón de nueve por cada grupo, frente a las 149 manadas contabilizadas hace diez años en el estudio realizado entre 2001-2002, con alrededor de 1.349 ejemplares.

El aumento general de la población lobera ha tenido una especial relevancia al Sur del Duero y de las 179 manadas detectadas un total 152 corresponden al norte del río Duero (132 en el año 2001) y 27 al sur (17 en 2001). La reproducción se ha confirmado en el 73 por ciento de las manadas determinadas y se calcula que, en época estival -y considerando tanto los ejemplares que componen las manadas como los solitarios- hay 1.600 lobos en Castilla y León frente a los aproximadamente 1.349 de hace diez años.

Al sur del Duero -donde la especie está protegida por la Unión Europea y no se puede cazar- el área de distribución del lobo ha aumentado en un 26 por ciento (260 cuadrículas con presencia de la especie frente a 208 en el censo del año 2001). Asimismo, el incremento de manadas respecto a 2001 es notable y ello supone que el lobo está en disposición para avanzar hacia el sur en su área de distribución.

En esta zona geográfica, el director general del Medio Natural dijo que el consenso es la base para tomar decisiones de gestión del lobo y que las instancias parlamentarias deben fijar aspectos de protección comunes. Por ello, confió en que la Comisión Europea dé el mismo estatus a la especie en toda la Comunidad. “De momento hay buenas palabras pero una directiva no se cambia de un día para otro”, explicó. Actualmente el cánido es una especie cinegética al norte del Duero y se puede controlar mediante la caza selectiva con un aprovechamiento sostenible, pero esta circunstancia no se da en el sur del Duero donde el lobo está protegido y no puede ser abatido. “Cuanto mayor sea la información científica más claro lo tendrá Europa que hay que cambiar la directiva. La población de lobos se consolida en el sur y si se controla está claro que su conservación será mejor”, apuntó.

Con respecto al norte del Duero, Arranz señaló que la población del lobo también se incrementa siendo la situación especialmente próspera en el tercio norte (reservas regionales de caza en León y Palencia), en el oeste leonés y en la provincia de Zamora. En la franja más oriental (alto Ebro y Sistema Ibérico en Burgos y Soria) el lobo mantiene pocos grupos familiares si se toma como referencia la buena calidad potencial del medio y la alta disponibilidad de alimento de la zona. En la zona centro, la meseta castellana y Tierra de Campos, el lobo está presente de forma homogénea, pero el censo apunta a un ligero descenso de la población potenciado por las limitaciones al depósito de carroñas establecidas por la Unión Europea a raíz de la crisis de las vacas locas.

Situación favorable

“En definitiva, y con los datos del censo de Castilla y León, el lobo atraviesa en líneas generales una situación favorable en cuanto a su estado de conservación, resultando esenciales las políticas que permitan compatibilizar la conservación de la especie con la actividad ganadera de nuestra comunidad”, explicó. Igualmente, recordó que a finales de 2014 se podrá tramitar el decreto que regule el Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León,

En cuanto a los datos desglosados por provincias, el censo realizado sobre la población lobera entre los años 2012-2013 estima en 179 manadas las asentadas en Castilla y León y de ellas Ávila cuenta con 6, Burgos (17), León (54), Palencia (29), Salamanca (3), Segovia (10), Soria (4), Valladolid (11) y Zamora (45). La Junta contempla realizar censos regionales globales de la especie cada diez años, si bien se actualizará cada cinco años el censo de manadas al norte del Duero de cara a planificar la caza del lobo, y se realizarán seguimientos poblacionales con una periodicidad no inferior a cinco años al sur del Duero, especialmente en las áreas de nueva colonización.

400.000 euros anuales en indemnizaciones

El director general de Medio Natural declaró en la presentación del nuevo censo que la Junta mantiene las ayudas para que los ganaderos puedan convivir con el lobo “sin que existe una desventaja competitiva frente a la existencia de esta especie”. En este sentido, se refirió a la posibilidad de reclamación patrimonial de daños causados en sus explotaciones por las manadas cánidos, con una media anual de unos 800 ataques. “El nivel de daños se mantiene en los últimos años con una media de unas 700 reclamaciones de los ganaderos, a los que se ha indemnizado desde la Junta con cerca de 400.000 euros anuales”, sostuvo.

Además, José Ángel Arranz puso de manifiesto que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente trata de buscar el todo momento la aplicación de técnicas de pastoreo compatibles con la supervivencia del lobo. “Entre ellas está la de aislar al ganado por la noche en un recinto cerrado, la utilización de trampeos y otros métodos de captura para evitar daños a la cabaña ganadera. Primero se insiste en este tena y si no se logra evitar ataques pues se pasa a las medidas de control de la población lobera”, concluyó.

Un estudio fiable

Arranz concretó que se trata de una información “precisa y realizada con la mayor transparencia posible”, por lo que confió en que las ONGs conservacionistas, organizadores agrarias y cazadores reconozcan “este gran esfuerzo del personal técnico y de campo a través de un estudio de calidad que ayudará en la toma de decisiones para sacar adelante una especie emblemática”. En este sentido señaló que se trata de un censo que suele arrojar datos “muy polémicos y cuestionados”, ya que, por un lado, hay quien afirma que se pretende desde “el interés” de la administración competente aumentar las cifras “para que haya batidas de caza o se hagan más controles” y, desde otro lado, está quien considera que se reducen “para que no se tomen medidas regulatorias”.

El censo marca un hito a nivel europeo ya que cubre el 100 por 100 del territorio de Castilla y León y, para ello, se ha diseñado una red de itinerarios de 21.000 kilómetros, cubriendo como mínimo 20 kilómetros de rastreo a pie por cada cuadrícula de 100 kilómetros cuadrados, lo que ha supuesto que los celadores, agentes medioambientales y personal técnico y de campo hayan inspeccionado 51.200 kilómetros a pie en dos años de intenso trabajo. Al respecto, el director general del Medio Natural resaltó que la Comisión Europea “es quien más valora en la distancia” el Plan de Gestión del Lobo de Castilla y León “y pone como ejemplo para aplicarlo en otras regiones del continente”.

El Plan contempla la realización de censos del lobo cada diez años con el fin de diagnosticar la evolución y tendencia de la población en la Comunidad. José Ángel Arranz puso de manifiesto que desde 2011 se empezó a gestar el actual censo población y se empezó a recopilar información. “El Estado se sumó al modelo de seguimiento de la especie en periodos de diez años y el censo nacional estará listo en 2015. Hay que tener en cuenta que un 60 por ciento de la población española de esta especie emblemática se encuentra en Castilla y León”, resaltó.

El estudio tiene como objetivo inventariar las manadas (grupos familiares de lobos) a través de una metodología rigurosa desde el punto de vista científico, mediante la realización de itinerarios a pie en búsqueda de acumulación de indicios depositados o realizados por los lobos, estaciones de espera y escucha para detectar cachorros. “En este trabajo de campo se han llegado a localizar 10.000 excrementos de lobo, más de 400 huellas y unas 300 rascaduras para marcar el territorio”, dijo. Además, se han recopilado y analizado miles de datos de presencia de lobo a través de avistamientos, foto-trampeo, daños a ganadería, caza y control de atropellos, entre otros.

650 profesionales trabajando

En 2012 se analizó el área situada al sur del Duero y todas las reservas regionales de caza, y en 2013 se repitió la prospección en las cuadrículas de la línea del Duero y se censó toda la superficie al norte del río, incluidas las reservas. El trabajo de campo ha sido abordado por más de 650 profesionales agentes medioambientales, celadores y técnicos de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. De esta forma, se han utilizado recursos propios de la Junta para realizar el estudio disminuyendo notablemente el uso de recursos externos. Se han cumplimentado 6.736 fichas para las bases de datos y se han realizado 2.947 estaciones de observación o escucha, junto a datos de presencia, realizando como ejemplo más de 1.000 avistamientos de lobos entre 2012 y 2013.

Por su parte, Mario Sáenz de Buruaga, director el equipo científico de la consultora externa 'Recursos Naturales', que ha colaborado con la Junta en la elaboración del censo, lo calificó como un estudio “particular y singular” en el que se han empleado miles de horas de trabajo. “Se trata de una especie muy huidiza y el personal técnico y de campo se ha volcado y pateado más de 51.000 kilómetros. El censo no hace guiños a nadie y un biológo, como ejemplo, mira las tendencias de una especie que pudiera tener o no problemas de conservación, y lo importante es saber que se puede controlar su evolución”, agregó.

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