Villamuñío defiende su derecho a alquilar tierras agrícolas para proyectos de energía renovable

Efrén Caballero es el presidente de la Junta Vecinal de Villamuñío. / sahagundigital.com

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“No se opone nadie. Todo lo contrario, consenso total. La gente está expectante y todos los días nos pregunta alguien que qué tal va el tema”. La Junta Vecinal de Villamuñío (municipio de El Burgo Ranero) ha puesto a disposición de la empresa Green Capital Power -Capital Energy- un total de 370 hectáreas de tierras de cultivo comunal para un proyecto fotovoltaico en el que se prevén invertir cifras millonarias. El campo de Villamuñío se 'sembrará' con centenares de paneles solares creando, según se alerta, un impacto severo en el medio ambiente y en la actividad agraria.

Pero, lejos de considerarlo lesivo, como así defienden grupos ecologistas, organizaciones agrarias y plataformas vecinales, Villamuñío ve en su granja solar un balón de oxígeno que se traduciría en unos ingresos anuales directos de 370.000 euros además de todos los impuestos y tasas -a favor del Ayuntamiento de El Burgo Ranero- inherentes a una actividad industrial de ese calibre. En este sentido, la Administración local ha dado 'carta blanca' a su pedanía, apoya cualquier decisión que tomen. “El pueblo de Villamuñío está a favor del proyecto y este Ayuntamiento contribuirá con todo lo que esté en su mano”, afirma el alcalde de El Burgo, Gerásimo Vallejo.

Seis veces su presupuesto anual

Esos 370.000 euros (mil euros por hectárea y año) son nada menos que seis veces el presupuesto de Villamuñío, un pueblo que, no inmune a la peste de la despoblación, sí puede considerarse una rareza en el sureste leonés: mantiene la escuela, hay hostelería y comercio, hay mucha gente emprendedora y proactiva y, además, hay sobre veinte familias 'jóvenes', la mayoría con prole menor de edad. Aquí hay ya un dato importante: ni una quinta parte de esas familias se dedica a la agricultura.

El proyecto de Villamuñío se encuentra actualmente en trámite ambiental, al igual que otro medio centenar en toda la provincia que, en conjunto, ocuparía 8.000 hectáreas. Green Capital Power -Capital Energy- también ha 'tirado la caña' en otros pueblos del sureste leonés vecinos a Villamuñío, un territorio en el que estudian montar fotovoltaicas hasta en un millar de hectáreas.

Asaja presentará alegaciones

Desde la Organización Profesional Agraria Asaja, que presentará alegaciones a todos los proyectos que consideren lesivos para los intereses de los agricultores, vienen manifestando gran preocupación por la cantidad de terreno rústico que se detrae de la actividad agraria para destinarlo a este fin industrial, y considera todavía más lamentable que quienes estén expulsando a los agricultores y ganaderos de sus tierras sean los políticos locales que administran las juntas vecinales y los ayuntamientos, pues la inmensa mayoría de las fincas en la que van a asentarse son terrenos públicos de uso comunal.

A la pérdida de tierra agrícola se suman los cientos de kilómetros de líneas eléctricas de evacuación que, en aras del interés general, “atraviesan todo tipo de propiedades con indemnizaciones ridículas y gravando de por vida una servidumbre”. “A todo esto hay que sumar una enorme afección paisajística, sobre todo en los proyectos próximos a núcleos urbanos, deteriorando el territorio, el paisaje rural, y en definitiva la calidad de vida de quienes viven en los pueblos”.

Sin embargo, desde Villamuñío, defienden su derecho a decir a la vez que ponen sobre la mesa su realidad: cada vez hay menos agricultores y no se prevé relevo. “Nos preocupa el futuro del campo, pero más el futuro de nuestra gente. Qué más quisiera que tener otros 1.000 jóvenes trabajando las tierras. Y las organizaciones agrarias pueden decir lo que quieran y defender que se cultive, pero, ¿dónde está la gente que tiene que cultivarlas? ¿Se han dirigido a nosotros para preguntar por qué hemos tomado esta decisión? Si queremos asentar población hay que tener servicios e infraestructuras. Pero al campo no se le defiende oponiéndose a este proyecto”, manifiesta el presidente de la Junta Vecinal de Villamuñío, Efrén Caballero, pedáneo desde hace 22 años y agricultor.

Además, en su caso, la finca destinada al macroparque fotovoltaico parece no ser ni atractiva ni productiva. “Está a dos kilómetros del pueblo, es de secano, y la calidad de la tierra no es un buena, está llena de piedra gruesa” y fuera de la zona regable del canal de Payuelos. “Es la peor tierra del pueblo en cuanto a calidad”, asegura Caballero.

Como ya se ha dicho, la Junta Vecinal de Villamuñío ya ha firmado un preacuerdo con la energética a través del cual se pone a su disposición un total de 370 hectáreas, si bien todavía no está clara la cantidad real de metros cuadrados que ocuparán los paneles y sus servicios auxiliares. De emplearse el total, la pedanía recibirá anualmente 370.000 euros en concepto de 'alquiler' una cifra que puede dar para mucho en una población que no llega a 300 habitantes.

“Una de las cosas que más nos motiva es el movimiento que se generará por aquí lo que duren las obras. También hablan de ocho puestos de trabajo directos una vez entre en funcionamiento”, afirma Caballero. “Las competencias de la Junta Vecinal son las que son, pero sí se puede invertir en infraestructuras públicas. Todavía es prematuro pensar en la repercusión económica pero un proyecto muy recurrente sería una zona de ocio con piscina, arbolado... Necesidades urgentes no tenemos. Los servicios esenciales están cubiertos y, poco a poco, vamos invirtiendo en otras áreas: caminos agrícolas, zonas comunes, incluso sobre el patrimonio. Desde agosto sumamos cerca de 32.000 euros en obras. No sé si será bueno o malo, pero aquí hemos dicho ya que sí”.

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