Los perros guías entran en el sistema de dependencia de Castilla y León

Una mujer invidente junto a su perro guía. / J. L. Leal / ICAL

ICAL

Las Cortes de Castilla y León dieron hoy luz verde, con la única abstención del Grupo Parlamentario Podemos, a la Ley que extiende el derecho de acceso al entorno social y laboral a mayor número de personas con discapacidad y usuarios de asistencia, y recoge la adaptación, asistencia y adiestramiento en el Servicio de Promoción de la Autonomía Personal de la Dependencia. La norma, según resaltó el consejero de Empleo, Familia e Igualdad de Oportunidades, Carlos Fernández Carriedo, “responde a las demandas del sector” con quien se ha consensuado, en especial con Cermi y la ONCE.

La ley, según incidió Fernández Carriedo, pretende mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad, otorgándoles “mayor autonomía” y favoreciendo su inclusión en igualdad de oportunidades. Igualmente, amplía el derecho de acceso con perro de asistencia al entorno a más personas y a más espacios, al incluir a las personas con discapacidades físicas y auditivas, y a las afectadas por trastornos del espectro autista y por epilepsia y diabetes; además de que establece que los perros de asistencia formen parte del sistema de atención a la dependencia.

Para elaborar la ley se tuvieron en cuenta el cumplimiento de la Ley de Igualdad de Oportunidades para las personas con discapacidad, así como la necesidad de cubrir el vacío legal existente en el caso de los perros de asistencia. La ley recoge seis tipologías diferentes de perros de asistencia: perro guía, que acompaña a personas con discapacidad visual o auditiva; perro de servicio, para personas con discapacidad física; perro de señalización de sonidos, para personas con discapacidad auditiva; perro de aviso, para dar alerta médica a personas con diabetes, epilepsia o similar; perro para personas con trastorno del espectro autista; y perro adiestrado, para nuevas necesidades de apoyo a las personas con discapacidad que puedan surgir.

Los 31 artículos de esta norma, distribuidos en cuatro capítulos, parten de las premisas del reconocimiento y garantía del derecho de acceso al entorno de las personas con discapacidad y de otras que requieran del uso de un perro de asistencia para promover su autonomía personal; regular el reconocimiento de la condición de perro de asistencia; y favorecer el desarrollo de una vida independiente de las personas con discapacidad con la presencia continuada del perro de asistencia, en lo que se denomina 'unidad de vinculación'.

La norma amplía el ámbito de espacios a los que podrán acceder, tales como locales, establecimientos, alojamientos, transportes y espacios de uso público como jardines, playas, centros de ocio, hoteles, centros de enseñanza o centros oficiales. Igualmente se garantiza el acceso en el ámbito laboral o en los espacios de titularidad privada de uso colectivo.

Por otro lado, la ley comprende, además de la libertad de acceso, la libre deambulación y permanencia en el espacio, y hacerlo en igualdad de condiciones con el resto de usuarios de ese entorno. También establece los espacios y situaciones en las que la persona no podrá acceder acompañada del perro de asistencia, tales como zonas de manipulación de alimentos que sean de acceso exclusivo, además de quirófanos, salas de cursas de los servicios de urgencias o servicios de cuidados intensivos, el agua de las piscinas y parques acuáticos, o el interior de atracciones

Entre las principales novedades, la ley encuadra este derecho de acceso dentro del ámbito de la dependencia, en concreto dentro del Servicio de Promoción de la Autonomía Personal, algo en lo que Castilla y León es “pionera” al establecer que las actuaciones para el entrenamiento de los perros que permitan la vinculación y adaptación entre el perro de asistencia y el usuario, las de apoyo al acceso de la persona al uso de un perro de asistencia, así como las de la supervisión y seguimiento, se encuadren en el Servicio de Promoción de la Autonomía Personal. Esto permitirá que estas actuaciones puedan ser pagadas por el usuario con la prestación vinculada al servicio que le pueda conceder el sistema de atención a la dependencia.

Por último, la norma también recoge las obligaciones de cada una de las partes. Mientras que las entidades de adiestramiento de perros tendrán que estar inscritas en el Registro de Entidades, Servicios y Centros de carácter social como prestadoras del servicio de promoción de la autonomía personal, los usuarios tendrán que garantizar el bienestar del perro de asistencia.

Fernández Carriedo estimó que se trata de “un buen proyecto de ley” que ha contado con el sector, y que da respuesta a “una amplia demanda” del sector, ya que garantiza y amplía los derechos de estas personas, favorece su proyecto de vida y el desarrollo de una vida “más autónoma”, además de que garantiza “el respeto animal y el bienestar de los perros de asistencia”, incluso después de su vida activa.

Respaldo de la oposición

El Grupo Socialista anunció su voto favorable dado que consideró que es una norma que surge del consenso, da cumplimiento a la responsabilidad de la Ley de Igualdad y ha recogido 20 de las 31 enmiendas socialistas. Sin embargo, el procurador socialista Jesús Guerrero se preguntó los motivos por los que este proyecto de ley ha llegado a las Cortes “en el último momento” y de forma precipitada, lo que ha impedido abordar el texto “como hubiera merecido”. Por ello tildó de “oportunidad perdida” la aprobación de la norma, que auguró que tendrá que abordarse en la próxima legislatura.

Según Guerrero, la ley tendría que mejorarse en tres aspectos: incluir también a usuarios de apoyo terapéutico; otorgar financiación propia, ya que se quiere detraer financiación de la dependencia para esta ley; y el establecimiento de ayudas para aquellos que necesiten estos perros, que supone una inversión elevada.

Por parte de Podemos, la procuradora Josefa Rodríguez Tobal se felicitó por la aceptación de diez de las 22 enmiendas presentadas por la formación morada. Sin embargo, recordó que se quedaron en el aire una docena de ellas “vivas” que resultan “fundamentales”.

Rodríguez Tobal ya avanzó que, de no aprobarse sus enmiendas, Podemos se abstendría en la votación, como así hizo, porque aunque reconoció que “algo se ha conseguido”, entendió que la norma “se queda floja” sin las propuestas moradas, además de que, igual que los socialistas, lamentó que la ley “llega tarde, con prisas y es deficiente”, argumentó.

Violencia de género

Además, lamentó que entre las enmiendas de la formación morada que fueron rechazadas se encontrara la inclusión de los perros que prestan servicio a las víctimas de mujeres y niños víctimas de violencia de género, algo que a su juicio constituye “un error” porque pone “el veto” a este colectivo.

En la misma línea se expresó el procurador del Grupo Parlamentario Ciudadanos, David Castaño, quien consideró que la ausencia de este colectivo “desvirtúa el objeto de la ley, aunque trasladó el voto favorable de la formación naranja porque la norma ha incluido muchas de sus enmiendas, con lo que la ley ”cumple su objetivo“ porque estimó que ha existido ”tiempo de sobra“ y resulta ”completa“.

Entre ellas está el blindaje de la protección del 'perro jubilado', además de facilitar el acceso a entidades de adiestramiento para que el proceso resulte “menos costoso”, o que haya una campaña de sensibilidad entre las personas que no son usuarias en los centros educativos.

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