Absuelven a los dos cazadores acusados de disparar a un oso pardo en el norte de Palencia en 2017

Oso pardo en la cordillera Cantábrica, imagen de archivo. / Foto: FOP

ICAL

El Juzgado de lo Penal de Palencia ha absuelto a los dos cazadores acusados de un delito contra la fauna por disparar a un oso pardo, al que se buscó y no se halló, durante una cacería en noviembre de 2017 en Casavegas, en el parque natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina.

En el juicio, los acusados reconocieron que participaron como cazadores en una montería autorizada por la Junta de Castilla y León de corzo, jabalí y lobo dentro de la Reserva Regional de Caza Fuentes Carrionas, en La Pernía, en Palencia, pero negaron haber disparado a un oso, asegurando que habían disparado a un jabalí y a un lobo. Ambos sostuvieron que, durante la carcería, había realizado sendos disparos y que fue instantes después cuando uno de ellos vio a una osa a unos 70 metros de distancia e indicó por la emisora que no disparasen.

Después se encontraron rastros de sangre, se tomaron muestras que confirmaron que se trataba de una osa y se montó un dispositivo de búsqueda y rastreo del animal, que no fue hallado.

El Ministerio Fiscal elevó a definitivas las conclusiones de su escrito de acusación considerando los hechos constitutivos de un delito contra la fauna por el que solicitaba para cada uno de los acusados una pena de 1 año y 3 meses de prisión y la inhabilitación para cazar durante 4 años.

Además, solicitó el pago de 5.623 euros al Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León por los costes de seguimiento de la osa, el análisis genético de las muestras y los trabajos de rastreo y búsqueda del plantígrado durante varios días.

El Juzgado de lo Penal acordó su absolución en una sentencia, contra la que cabe recurso de apelación y en la que se considera que no queda acreditado que los acusados fueran los autores del delito del que se les acusa. Considera así que no existe una prueba directa de que ambos disparasen a la osa.

La jueza también considera significativo que los restos de sangre hallados no se correspondían con un reguero o enorme cantidad continuada, por lo que podría tratarse de una herida de no mucha entidad que pudiera haberse causado la osa con una piedra o palo en punta o en una pelea con otro animal.

En el dictamen también se constata que ambos eran expertos y conocedores de la zona y de que el oso era un animal protegido y que contaban con equipos profesionales y rifles con mirilla que permitían la identificación del animal. Lo que, según la sentencia, hace difícil creer que ambos disparasen a la osa al con otro animal. Por ello, considera que existen alternativas “lógicas y probadas” para la absolución.

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