El Procurador del Común pide alquilar las Casas de Maestros a personas vulnerables y para fijar población

Visita a una vivienda rural del Obispado leonés arreglada con dinero público de la Junta, como tantas.

El Procurador del Común -Defensor del Pueblo- de Castilla y León, Tomás Quintana, abogó hoy por el arrendamiento de las llamadas Casas de los Maestros de los pueblos, aquellas que en su día se ofrecían a los profesores de cada localidade y que en su mayor parte permanecen hoy ya en desuso, para atender la necesidad de vivienda de personas vulnerables y favorecer el asentamiento en el mundo rural.

En la presentación del Informe de la institución de 2019 en el pleno de las Cortes, Quintana explicó que han formulado “algunas resoluciones” para dar un uso a este tipo de bienes municipales que ya no se destinan al fin para el que se construyeron.

Se podría articular en un sistema como el que mantiene hace años bajo el hombre de 'Rehabitare' la Consejería de Fomento de la Junta, sólo que con las Casas del Cura, a través de convenios con los obispados para sufragar con dinero público el arreglo de las viviendas y que la diócesis la ceda por sólo cuatro años para alquiler social.

Sólo con el Obispado de León ya son ocho los arreglos de este tipo, y un gasto de la Junta que al final revierte a los pocos años en la Iglesia católica y que como poco se ha elevado en los últimos años a 237.000 euros.

En tal sentido, ahora el Procurador del Común sostiene que sería un medio idóneo para atender situaciones de necesidad de vivienda, prestando amparo inmediato a personas vulnerables o en situación o riesgo de exclusión social; arrendamientos que, además, pueden favorecer el asentamiento de población en el medio rural, siempre que se garantice que la vivienda alquilada sea destinada, de forma habitual y permanente, a residencia de los arrendatarios y sus familias.

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