La Junta defiende los 326.000 euros para corridas de toros porque “todos los empresarios son hijos de Dios”

El consejero de Cultura, Javier Ortega, participa en la presentación del Circuito de Novilladas Sin Picadores promovido por la Junta de Castilla y León y la Fundación Toro de Lidia. / JL Leal / ICAL

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El consejero de Cultura y Turismo de la Junta, Javier Ortega, recuerda que la tauromaquia en Castilla y León está declarada como Bien de Interés Cultural (BIC), mientras algunos monumentos, localidades o yacimientos arqueológicos esperan desde hace hasta 40 años, y comprometió el apoyo de su departamento a esta manifestación cultural, tal y como lo hace a la industria del libro, las artes escénicas o las editoriales.

Javier Ortega, que presentó en Soria la VII edición del congreso internacional Soria Gastronómica, justificó así la decisión de organizar un circuito de novilladas, con un coste público de 326.000 euros, que entre otros lugares recaló ya en la villa de Sahagún y que a juicio de la Junta servirá para promocionar nuevas figuras del toreo.

En este aspecto, recordó que, tal y como ya dijo, “todos los empresarios del ámbito de las industrias culturales son hijos de Dios” y por ello, como los empresarios del sector de la tauromaquia contribuyen a aumentar el PIB, es una actividad legal y aporta a la hacienda pública “es una obligación apoyarla, fomentarla y protegerla”.

Asimismo, reconoció que, él como persona, entiende que existan diferentes sensibilidades respecto a la tauromaquia, pero recordó que hoy en día el arte del toreo está dentro del Plan de Industrias Culturales de Castilla y León y al ser BIC la Junta está obligada a “proteger y promocionar esta actividad”.

“Yo también tengo diferentes sensibilidades con respecto a las manifestaciones y algunas las comparto y otras menos. Ni a mi me gusta todo ni comparto todo, pero la tauromaquia está dentro del ámbito de competencias de la Consejería”, concluyó.

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