El consejero de Cultura de la Junta plantea retomar la restauración de la Villa Romana de Navatejera

El consejero de Cultura de la Junta, en la villa romana de Navatejera. // Uribe

Jesús María López de Uribe

No hay nada como sacar a la palestra una situación absurda. El reportaje que publicó ILEÓN a mediados de septiembre titulado 'La Villa Romana de Navatejera, un tesoro nacional 18 años cerrado a cal y canto por falta de inversión', ha llamado la atención de la Junta de Castilla y León y su Consejero de Cultura, Javier Ortega, la visitó ayer para interesarse por su estado y las posibilidades de volverla a abrir al público.

Ahí estaba ILEÓN, que pudo comprobar in situ cómo se encuentra el yacimiento y los bellos mosaicos descubiertos en el siglo XIX –y protegidos por una de las primeras edificaciones en España construida para este menester, por Isidoro Sánchez Puelles, el aparejador del arquitecto de la Catedral de León de entonces, Demetrio de lo Ríos; y que es en sí misma una joya arquitectónica muy estudiada por la fábrica de su techumbre de madera, con técnicas similares a la de los constructores de catedrales–, recibiendo información del director del Museo de León, Luis Grau, sobre qué planes había en 2011 para recuperar el espacio de cara a abrirlo a las visitas de la ciudadanía.

Una vez visitado –acompañado también por la jefa del Servicio Territorial de Cultura, Amelia Biaín; y el concejal de Cultura de Villaquilambre, Rodrigo Valle–, el consejero Javier Ortega indicó que la Junta se plantea actualizar el coste de los proyectos planificados hace más de una década, para, así, contactar con diversas administraciones públicas y relanzar la restauración. Como serían el Estado –propietario de los restos aunque los gestione la Junta–, la Diputación y los ayuntamientos de Villaquilambre y el de León, ya que el yacimiento está indicado en la Ruta Romana aunque no se pueda visitar.

Buscar sinergias para relanzar la restauración

“La visita responde a que hoy estamos visitando todos los centros de León como hicimos ya hace justo dos años, el 15 de noviembre de 2019, cuando visitó todos los centros, la Bibilioteca, el Archivo Provincial y el MUSAC, y casualmente este yacimiento no lo habíamos visitado y además como está adscrito al Museo de León aprovechamos para conocerlo”, explicaba Ortega ya dentro del solar arqueológico.

El Consejero de Cultura explicó que “dentro de la política de la Consejería hay una parte muy importante que es esa parte de la presencia romana en la Comunidad, porque siempre hablamos mucho de Las Médulas y los canales y de los yacimientos, pero hay otras cosas que están muy, muy conectadas a lo largo y ancho de las nueve provincias. Tenemos las calzadas, las villas romanas, tenemos mucha presencia, por ejemplo el teatro en Clunia que hemos metido mucho dinero. Realmente hay un discurso histórico muy potente en cuanto a la romanización de la Península y Castilla y León, desde el punto de vista divulgativo, didáctico y pedagógico, tiene mucho que ofrecer. Y de alguna manera ha sido olvidado en favor de otros discursos históricos o épocas históricas a las que se les ha dado más importancia. Yo creo que la parte turística es muy importante, que puedan venir a Navatejera, visitar León, ir a Las Médulas; yo creo que tenemos algo muy importante que ofrecer en esta Comunidad Autónoma con la Historia de Roma”.

En principio, la gestión del Museo corresponde a la Comunidad Autónoma aunque la propiedad, como la Villa Romana, sea del Estado. “Evidentemente pues dentro de ese ámbito, ese ecosistema colaborativo del que hablamos siempre está la Junta por un lado, el Gobierno del Estado, la Diputación y los ayuntamientos. Dentro de ese ecosistema en el que está la concertación institucional y la colaboración público-privada, que también es muy importante, y el diálogo... de ahí es donde se saca el fruto a la hora de avanzar en proyectos o, en este caso, revalorizar un yacimiento que de alguna manera ha quedado a un tris de esa musealización y que quizás ahora puede ser el momento para darle el impulso”, manifestó el alto dirigente autonómico.

Así, la Junta se plantearía “solicitar de nuevo una actualización del proyecto, bien reformado o de nueva creación”. “Es decir, calcular las cantidades de lo que estamos hablando y en función de lo que sea, o lo que consista el proyecto y de su cuantía hablar con el resto de administraciones para ver cómo todos podemos ir de la mano en favor, como siempre decimos, de los ciudadanos. Porque al final esto beneficia a los ciudadanos de León, de la provincia y la Comunidad”, concluyó Javier Ortega.

Los trabajos por terminar

Lo que falta por hacer, son tres cosas: primero, acabar la restauración de los bienes arqueológicos, que son los muros, las cimentaciones y los mosaicos. Eso planteaba el proyecto de restauración que se hizo hace 12 años. La segunda operación sería terminar los recorridos, tanto internos como externos, para hacer la visita del yacimiento; y sustituir en el interior del edificio unas pasarelas de metal muy masivas; proyecto para convertir eso en visitable.

Además, la tercera: la propuesta de hace una década también incluía convertir la excavación en un Áula Arqueológica Universitaria, ya que la Universidad de León se encuentra a menos de un kilómetro de ella y es un lugar excelente para que se formen los alumnos y puedan investigar los profesores, al estar cercado.

Una vez adaptada a las necesidades de seguridad para el público, una de las ventajas de este yacimiento es que se puede acceder a él con dos transportes públicos. Autobuses desde el propio Museo de León en Santo Domingo, o el tren de la Feve; ya que hay una parada al lado.

Una villa romana muy especial

Según los propios datos promocionales de la Junta de Castilla y León, “la villa romana de Navatejera, responde al tipo conocido de villa suburbana datable en los siglos IV y V después de Cristo (aunque con vestigios previos, desde el siglo II) con dos zonas diferenciadas, la pars urbana o residencial, tapizada de mosaicos en parte y con zonas calefactadas de hipocausto; y la pars rustica o de explotación agropecuaria, aparte de una sección de un edificio de planta de cruz griega que se ha asociado al mundo paleocristiano”, que sería de los siglos V o VI y se cree que es incluso anterior a la basílica de Marialba de la Ribera.

Fue descubierta a finales del siglo XIX, debido a una escorrentía de unas inundaciones, y despertó gran interés por su cercanía al núcleo urbano leonés. En ella se pueden ver los restos de los baños de la villa (un complejo termal), y de un horno cerámico en el que, posiblemente, se fabricaran tejas. Lo cual une al nombre de la localidad, Navatejera, con el pasado romano. Además, se cree que la edificación romana se extendía mucho más allá de los límites del solar del yacimiento arqueológico.

La villa estuvo abierta al público hasta principios de los noventa, que fue precisamente cuando se adscribió al Museo de León y empezó el ministerio las tareas de conservación, pero siempre en un estado muy precario.

Desde 2004 se decidió cerrarla al público y sólo ha estado abierta en ocasiones muy puntuales, pese a estar incluida en la Ruta del León Romano de la capital leonesa y ser el único BIC (Bien de Interés Cultural) del municipio de Villaquilambre y monumento nacional desde 1931.

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