León organiza un curso de modelo transteórico y perspectiva transdiagnóstica en psicología

Marino Perez y Jorge Osma.

El punto de partida es el intento de situar a la Psicología en el lugar científico y aplicado que “más le corresponda”.

Como científica, la Psicología ha pecado en exceso de localizar lo psicológico como algo perteneciente a la mente, al cerebro y a toda una serie de derivas que buscan la causa “por dentro” (neuronas, genética, organismo...; algo interno o “de la piel para adentro”; sin faltar metáforas computacionales, procesamiento de la información o almacenamiento que también juegan papeles causales). Esto supone que lo psicológico no pertenece al campo de materia que la Psicología debería identificar y que siempre implica una persona comportándose en el mundo que le está afectando. En definitiva, una suerte de dualismo que erróneamente lleva a entender los fenómenos psicológicos desde causas que no le son propias (a la Psicología).

A la par, como aplicada, la Psicología ha tenido una pluralidad de enfoques para tratar los problemas (trastornos, comportamientos problemáticos, enfermedades mentales), hasta el punto que bien podría resumirse que “cada maestrillo tiene su librillo”: el número de autores y de teorías casi es el mismo. También parece que cuanto más se estudia, se investiga, y más procedimientos (psicoterapéuticos) se ponen en marcha, más agradecimiento se recibe: prácticamente todas las terapias psicológicas (Psicoterapias) han mostrado algún grado de efectividad. Cuando la Psicología aplica el procedimiento científico encuentra (casi siempre) los resultados esperados. Así por ejemplo, en las investigaciones psicológicas de replicación (repetición de un estudio de investigación) se confirman las hipótesis en más del 90% de los casos (cifra sólo comparable con los estudios de Psiquiatría). Tal como cita el Dr. Pérez Alvarez, “si por la confirmación de hipótesis fuera, la psicología y la psiquiatría estarían en el top de las ciencias por encima de la física, la química o la biología molecular”.

Estando así las cosas, se echa de menos en Psicología una conjugación de enfoques, un conjunto de ideas que si no “únicas”, sean capaces de aglutinar factores comunes en el conocimiento científico (¿qué es lo psicológico?) y aplicado (¿qué componentes tiene un tratamiento psicológico?; o, ¿qué hay de común en todos los tratamientos psicológicos que se han demostrado efectivos?).

Intentando responder a las preguntas anteriores, se aglutina un modelo transteórico que, conceptualmente, salva a la Psicología de la dependencia mental (cerebrocéntrica) y la sitúan en un lugar“ verdaderamente correspondiente”: como ciencia humana, más que natural, “de la persona (en su totalidad) en su relación con el mundo”. En este sentido, el Dr. Marino Pérez Alvarez, Catedrático de Psicología de la Universidad de Oviedo, nos va a presentar un enfoque, transteórico, donde la Psicología se analiza en el mundo donde viven los personajes, más allá de la mente y el cerebro. El Dr. Pérez Alvarez ha venido a León en varias ocasiones, asistiendo a cursos y conferencias (en su mayoría organizados por Psicología y Salud). Nos acompañó también en la última conferencia que impartió el filósofo Gustavo Bueno fuera de Asturias, antes de fallecer (estuvieron con nosotros en León homenajeando al Centro de Psicología Conductual al celebrar su 30º aniversario).

Por otra parte, con la pluraridad de procedimientos, técnicas, psicoterapias, herramientas psicológicas... la Psicología está avanzando en reducir o aglutinar aquellos que verdaderamente son suficientes y efectivos. Esto supone un importante ahorro, un acercamiento más parsimonioso, uniendo muchos problemas de la vida, que habitualmente reciben la nominación de “problemas emocionales” (donde la ansiedad y la depresión son representantes genuinos), en un bloque de intervención “para que muchos maestrillos apliquen la misma lección”. Con este fin, un grupo de investigadores en la Universidad de Boston (U.S.A.), dirigidos por el Dr. Barlow vienen desarrollando hace algunos años un PROTOCOLO UNIFICADO PARA EL TRATAMIENTO TRANSDIAGNOSTICO DE LOS TRASTORNOS EMOCIONALES. Se trata de un procedimiento bien estructurado que ha mostrado efectividad empírica y que por ello representa hoy día una necesaria fuente de actualización para cuantos se dedican a la Psicología aplicada (Psicoterapia, Psicología Clínica o Sanitaria). En este sentido, se desarrolla un taller práctico, presentado y dirigido por el Dr. Jorge Osma López, Coordinador del Máster de Psicología General Sanitaria de la Universidad de Zaragoza. El Dr. Jorge Osma presenta por vez primera en nuestra ciudad no sólo un diseño teórico de los contenidos que el Protocolo para el Tratamiento Transdiagnóstico supone, sino que, sobre todo, entrenará su utilización a los asistentes.

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