Caos, plantilla mínima, retrasos de horas y pacientes haciendo cola entre coches: la realidad de las pruebas PCR en León

Las personas mayores tienen que esperar entre coches para hacer la cola por una PCR.

Jesús López de Uribe

“Es increíble, es indecente, es surrealista e indignante; personas mayores teniendo que agarrarse a las vallas de obra porque se cansan caminando entre los coches esperando horas para hacerse la prueba del coronavirus, sin saber si están o no enfermas; vamos, como todos los demás. No hay casi personal y esto es un caos, es tercermundista”.

Ya es difícil tener que asumir que hay que hacerse la prueba del coronavirus por un contacto que la está pasando, para que luego se tenga que pasar por una situación así. Esto es lo que denuncian algunas personas que han pasado más de tres horas esperando a poder realizarla en el aparcamiento del estadio Reino de León, con gran indignación y, además, preocupación por las temperaturas que llegan.

Las condiciones que se describen son malas no sólo para los pacientes, sino también para los trabajadores que se encuentran allí, tanto sanitarios como agentes de policía. Los testigos –es decir, los que han tenido que soportar las colas y las esperas o en el coche o a pleno sol entre ellos, y sin saber si tienen o no baños públicos ya que no hay ninguno a la vista– aseguran que para más de quinientas pruebas al día sólo hay destinados en una carpa un enfermero apoyado con dos auxiliares rellenando la documentación. “Nos han contado que una sola persona ha llegado a hacer 650 PCR en un solo día, es hasta explotación laboral”, afirman.

A esto se suma la presencia de una pareja de policías locales que tiene que lidiar situaciones de todo tipo, en la que incluso reciben algún que otro reproche por querer priorizar situaciones como 'colar' a mujeres con niños en los brazos o personas mayores que es evidente que no aguantan de pie. Eso, a mayores de tener que controlar a la gente que, sin urbanismo ninguno, se intenta colar como sea y encima les echa la culpa de los retrasos.

No se siguen las horas de las citas que marca por Sacyl

El problema fundamental es que no se siguen las horas de las citas que marca el médico. Es decir, no se hace caso a lo que pone el volante de cada paciente. Así que, debido a la escasísima plantilla allí presente que no puede controlar la fórmula de acceso al box de la prueba. y que al haber sólo un equipo Covid tanto los pacientes que van en coche como los peatones son tratados igual, el sistema es por orden de llegada.

Cuentan que al principio había dos colas, la de la gente que venía en coche, y la de la gente que no. “Pero al final la gente perdía la paciencia y se intentaba colar, y terminó siendo un caos; con lo que al final alguien decidió que todos igual; pero claro, no es lo mismo esperar la cola en el coche que de pie, y encima tragando humo. El problema es que nadie es responsable de organizar y al final esto sobrepasa a los que hacen las pruebas”.

“Así que se corrió la voz y ahora hay gente que tiene el volante a las dos de la tarde y se vienen a las 7.30 horas para ser los primeros, con lo que las personas que vienen a su hora, como les indicó el médico, se tienen que comer toda la cola de los anteriores; y todo por que los pobres sanitarios y los sobrepasados policías no dan abasto. Nos cuentan que pidieron ayuda y que la Gerencia de Salud les había dicho que mandarían más gente el martes, y nada saben. Es lamentable, es como si los que gestionan todo esto creyeran que se hace como si nada”, explica otro de los que esperan para una segunda prueba confirmatoria de la situación. “Encima en la cola hay gente enferma y con síntomas, es que es para poner una denuncia; no a ellos, que bastante tienen, sino a las autoridades que permiten este desmán”.

“La cola es kilométrica y serpenteante. Como no se ven baños disponibles, muchos tienen que hacer sus necesidades en un matorral; y teniendo en cuenta de que uno de los síntomas de la Covid-19 es diarrea... imagínate”, puntualiza otro. “Hemos oído en la radio al alcalde de León, cuando le han preguntado en una llamada si había baños, no saber ni qué contestar creyendo que sí, que estaban abiertos los del estadio; pero sin poderlo confirmar. Además, si te marchas de la cola por una 'urgencia' de este estilo tienes que confiar en que te dejen volver a ella. Es que esto es demencial”, machaca.

Enfado y consternación, por que “el sistema de organización es lamentable”. Algunos cuentan cómo hasta los conductores pierden la paciencia: “Hoy, aunque van lentos, uno se despistó y chocó contra otro. El otro día a una se le reventó el radiador del coche y hubo que llamar a la grúa; que menuda se montó para poder llevarse el vehículo con la cola que hay”.

“Es que parece mentira, te lo cuentan y no te lo crees; es de película de Fellini”, termina otro. “Es la constatación de que los políticos dicen mucho, pero en realidad no hacen nada. La Junta ha pasado de todo y ha lanzado a tres sanitarios a controlar una situación en la que deberían haber varios grupos de especialistas, cuatro o cinco como mínimo, para evitar este caos y esta cola. Pero parece que no se han gastado el dinero que dicen y no contratan a más gente; y ahora llega el frío y la gripe. Madre mía la que nos espera si esto continúa siendo este desastre”, se quejó amargamente uno de los que tuvieron que hacerse la prueba esta mañana.

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