La ULE adapta su formación a la pandemia de Covid para dar la mejor calidad a sus alumnos, con seguridad
La Universidad de León apuesta por la docencia presencial este curso 2020/21, adaptada a las exigencias sanitarias derivadas de la pandemia de coronavirus Covid-19.
En un primer momento, siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Universidades y la normativa propia de la Junta de Castilla y León, la ULE decidió elaborar, en el mes de julio, dos documentos que dieran soporte al desarrollo de la docencia en un momento tan particular. Esos documentos son el 'Protocolo de vigilancia y actuación frente a la Covid-19 Curso Académico 2020/21' y 'Plan de Actuación ULE para la adaptación de la docencia del Curso Académico 2020/21 a las exigencias sanitarias'.
El primero contiene las normas sanitarias que se deben respetar en la ULE, la creación de las Unidades Básicas de Vigilancia, así como los pasos a seguir en caso de aparición de un caso sospechoso de Covid. Por su parte, el plan de actuación para la adaptación de la docencia incluye medidas para la organización de la docencia presencial adaptada a las medidas sanitarias y a la disponibilidad de recursos humanos y físicos.
Posteriormente, a principios del mes de septiembre, la Junta de Castilla y León aprobó una nueva normativa en materia sanitaria que convertía en obligatorias tres medidas: el uso de mascarilla, la separación física de un metro y medio y un aforo máximo del 50 por ciento en las aulas. Este cambio supuso que las Facultades y Escuelas de la Universidad de León tuviesen que hacer importantes reajustes en la planificación de la docencia a escasos días de empezar el curso.
De esta forma, en aquellas asignaturas que los espacios permitían cumplir la normativa se continuó apostando por la docencia presencial, en otras se optó por una docencia combinada (presencial y telemática) y algunas asignaturas teóricas con grupos muy numerosos tuvieron que pasar a la enseñanza completamente online.
La organización de la docencia se hizo siempre intentando cumplir el máximo nivel de presencialidad posible, priorizando la realización de prácticas, diseñando 'aulas espejo' para que una parte de los alumnos puedan seguir en streaming la clase desde otra aula junto al aula 'principal' en la que está el resto de alumnos con el docente, y 'aulas escucha' para los alumnos con clases teóricas online que se pueden seguir en aulas acondicionadas dentro de las facultades para que aquellos alumnos que a continuación de la sesión tienen prácticas puedan llegar a tiempo.
Siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Universidades, otra de las medidas tomadas para este curso es intentar que los alumnos que están confinados en sus domicilios, bien sea por ser positivos en Covid o por contacto estrecho con uno, no queden descolgados de sus actividades docentes presenciales.
Para ello, se pidió a los profesores que intentasen establecer algunos mecanismos en este sentido y se le proporcionaron algunas sugerencias: si los medios tecnológicos del aula lo permiten, se podría retransmitir la clase de forma online exclusivamente a los alumnos afectados. También se podrían programar algunas tutorías cortas online donde se resumiesen los principales contenidos vistos en clase o intentar proporcionar a los alumnos el material suficiente para poder seguir el desarrollo de cada asignatura. Finalmente, en las prácticas de laboratorio, se debe facilitar su recuperación presencial en la medida de lo posible.
Organización de las aulas
Las aulas presenciales están organizadas para que haya un correcto distanciamiento entre alumnos, con asientos numerados para controlar por un lado que cada estudiante se sienta siempre en el mismo lugar y detectar posibles contagios y, de paso, la asistencia.
La Universidad de León ha hecho una apuesta clara por aumentar la equipación informática de sus aulas con cámaras web y micrófonos en todas las facultades, para llevar a cabo las sesiones docentes en streaming y online, gracias a la colaboración de la Junta de Castilla y León y el soporte de los Fondos Covid y Fondos Europeos de Desarrollo Regional (Feder) para promover el desarrollo tecnológico, la innovación y una investigación de calidad.
Además, cabe destacar el ingente esfuerzo de planificación de toda la comunidad universitaria, administrativos, conserjes, encargados de limpieza, docentes, estudiantes, decanatos, etcétera, por revisar cómo son los espacios de que disponen para dar las clases, marcar las entradas, salidas y flujos de alumnos en cada centro y la limpieza y desinfección de los espacios, mucho más atento y minucioso por la pandemia.
Todos estos cambios han requerido además una actualización de los conocimientos informáticos de los docentes que se han adaptado en tiempo récord al uso de nuevos programas, métodos de evaluación y herramientas de trabajo online, y que ha fomentado también la colaboración con otras instituciones universitarias de Castilla y León, para aprender de la experiencia de otros, buscar soluciones en común a los problemas actuales y alternativas viables para ofrecer la misma calidad educativa a sus alumnos a pesar de las circunstancias sanitarias.
