Los hoteles de la provincia de León apenas llegaron al tercio de visitantes durante el año del coronavirus

La Calle Ancha completamente vacía durante el primer estado de alarma del coronavirus. // Campillo / ICAL

Jesús María López de Uribe

Más de tres meses de cero alojamientos durante el estado de alarma, un verano a la mitad y un último trimestre con más dos terceras veces menos clientes respecto a años anteriores. Con estas cifras que desvela la previsión de la encuesta de ocupación hotelera del Instituto Nacional de Estadística es fácil comprender el impacto de la crisis del coronavirus en el turismo de la provincia leonesa, que ha provocado que el sector vea desplomarse casi un setenta por ciento su clientela con respecto a 2019.

En concreto, la tabla que publicó ayer el INE indica que en la provincia leonesa se alojaron el año pasado menos de la tercera parte de las personas que lo hicieron en 2019 (253.344 frente a 792.711), un 68,02% menos; por lo que las pernoctaciones se desplomaron en un porcentaje similar, un 63,14% pasando de 1.260.432 a 464.650. Estos cinco puntos de diferencia indican, sin embargo, que aumentó muy ligeramente la duración de la estancia media.

Otra de las consecuencias que se pueden observar de las tablas del INE, con los datos de los dos puntos turísticos de la provincia que se refieren a los municipios de León y Ponferrada, es el comportamiento del empleo en los establecimientos turísticos hoteleros. Comparado con 2019, más de la mitad de los trabajadores han desaparecido de la tabla (sea por despido o por estar en ERTE).

Es decir, que mientras en León el Instituto Nacional de Empleo indicaba que en 2019 había 384 personas realizando las labores propias del sector, en 2020 la media ha sido de 165 (un 56,8% menos) y en Ponferrada pasa de 126 a 57, un porcentaje de descenso similar al de la capital de la provincia.

En habitaciones, en la capital leonesa se pasa de 22.522 ocupadas en 2019 a 12.980 (-42,37%) y en la del Bierzo de 6.826 a 3.422, prácticamente la mitad en este último año que en el penúltimo.

La evolución de 2020 comenzó de forma similar respecto a 2019, con un ligero descenso en enero y un repunte en febrero pero la declaración del primer estado de alarma dejó un hueco de datos entre abril y junio en la estadística del INE al cerrar los establecimientos, que no contabiliza las reservas efectivas de los primeros 15 días de marzo ni los últimos nueve días de junio.

Sin embargo, el esperado verano no consiguió arreglar la situación, como se puede observar en la gráfica, la ocupación escasamente llegó a la mitad de la conseguida en 2019, y la evolución del tercer trimestre ha sido muy negativa, ejemplificándose con unas navidades que pasaron del 50% de las habitaciones ocupadas en diciembre de hace dos años al 22,93% durante el último mes del año pasado en la capital leonesa.

La tercera peor evolución autonómica

La provincia de León se convierte así en la segunda que peor evolución porcentual ha tenido en toda la autonomía, por detrás de la salmantina, con un 70,71% de desplome y la segoviana, con un -69,05% según un teletipo de la Agencia ICAL.

El número de viajeros bajó también en todas por la pandemia del coronavirus, con Segovia a la cabeza, que apuntó un descenso del 91 por ciento, hasta los 3.091 frente a las 34.552 un año antes. Le siguió Ávila, con un 82,2 por ciento menos, hasta los 4.829; Soria, un 81,9 por ciento menos, hasta 2.679; Zamora, un 80,8 por ciento menos, hasta 3.108; Burgos, un 79,4 por ciento menos, hasta los 11.163; León, con una caída del 73,9 por ciento, hasta 11.362; Valladolid, un 68,9 por ciento menos, hasta 17.184, y Palencia, que apuntó un descenso del 66,4 por ciento, hasta los 3.673 viajeros.

Caída del 62,1% en la autonomía

Los establecimientos hoteleros de Castilla y León anotaron 3,21 millones de pernoctaciones durante 2020, lo que supone un desplome histórico del 62,1 por ciento con respecto a las registradas en 2019, cuando se situaron en los 8,5 millones. En el conjunto del país, fueron 91,6 millones de viajeros, frente a los 342,9 del ejercicio anterior, lo que representa un 73,2 por ciento menos, según los datos facilitados por hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y recogidos por la Agencia Ical.

Igualmente, de acuerdo a la encuesta de coyuntura turística, un total de 1,8 millones de viajeros pasaron por la Comunidad en 2020, un 64 por ciento menos que el ejercicio anterior, mientras que en todo el país se contabilizaron 34,3 millones, frente a los 108,7 de 2019, lo que supuso también un descalabro del 68 por ciento.

A nivel nacional, el INE recoge que el 42 por ciento de las pernoctaciones se concentró entre los meses de mayo a septiembre, con una bajada del 26,8 por ciento respecto al mismo periodo de 2019. Los viajeros residentes, que representaron un 68,5 por ciento del total, realizaron el 55,4 por ciento del total de pernoctaciones durante 2020. Por su parte, los no residentes representaron el 31,5 por ciento del total de viajeros y realizaron el 44,6 por ciento de las pernoctaciones hoteleras.

Andalucía (22,3 por ciento), Cataluña (13,7 por ciento) y Valencia (11,5 por ciento )fueron los destinos principales de los viajeros residentes en España en 2020. Castilla y León se situó en el séptimo puesto, al acoger el 5,5 por ciento del total de los viajeros nacionales.

En el año 2020 se cubrió, de media, el 33,7 por ciento de las plazas ofertadas, lo que supone un descenso del 43,9 respecto respecto a 2019. Canarias presentó el mayor grado de ocupación por plazas el año pasado, con una media del 47,8 por ciento, mientras que Castilla y León se quedó en el 24,5 por ciento.

Desplome de las pernoctaciones

Por territorios, las pernoctaciones cayeron, según los datos recogidos por Ical, en todas las provincias de la Comunidad, con Salamanca a la cabeza, donde bajaron un 71,2 por ciento hasta las 527.588, seguida de Segovia, con un retroceso del 66,8 por ciento, hasta las 288.847, y Burgos, con un descenso del 65,8 por ciento, hasta las 457.662 millones.

Le siguieron Zamora, con un 64,6 por ciento menos, hasta las 164.066; Valladolid, con un 63,9 por ciento menos, hasta 164.066; León, con un 63,1 por ciento menos, hasta las 464.560; Ávila, con un 61,9 por ciento menos, hasta las 241.874; Palencia, con un 55,3 por ciento menos, hasta las 159.802, y Soria, con una caída del 55 por ciento, hasta las 198.833.

En relación a los viajeros, también se desplomaron en todos los territorios como en Salamanca, donde descendió un 71 por ciento, hasta 308.199; Segovia, un 69 por ciento menos, hasta 154.996; León, un 68 por ciento menos, hasta 253.344; Burgos, un 67 por ciento menos, hasta 291.399; Zamora, un 66 por ciento de caída, hasta 94.058, y Valladolid, un 64 por ciento menos, hasta 271.190. Cerraron el listado con los menores descensos las provincias de Ávia, con una bajada del 64 por ciento, hasta las 143.893; Palencia, un 60 por ciento menos, hasta 80.267, y Soria, con un 59 por ciento menos, hasta 96.302.

Navidades, un 77% inferiores a 2019

En relación a diciembre, los establecimientos hoteleros de Castilla y León registraron 126.479 pernoctaciones, lo que supuso un retroceso del 77,1 por ciento respecto al mismo mes del año pasado. Esta tendencia es aún peor a nivel nacional, donde bajaron un 81,1 por ciento, hasta las 3,1 millones .

Asimismo, el número de viajeros en este tipo de establecimientos se situó en 66.132, lo que representa una caída del 79,7 por ciento frente a los 1,3 millones de viajeros contabilizados en todo el país, lo que supone un bajada del 77,6 por ciento.

Por provincias, las pernoctaciones bajaron en todas, con Segovia a la cabeza, que apuntó un descenso del 84,1 por ciento, hasta las 9.588 frente a las 60.302 un año antes. Le siguió Salamanca, con un 83,9 por ciento menos, hasta las 18.692; Zamora, un 81,1 por ciento menos, hasta 5.062; Burgos, un 77,8 por ciento menos, hasta 18.209; Soria, un 72,6 por ciento menos, hasta las 8.027; Valladolid, un 71 por ciento menos, hasta 27.797; León, un 68,1 por ciento menos, hata 24.260, y Palencia, un 68 por ciento, hasta las 7.183 pernoctaciones.

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