La vacuna española podría estar lista para finales de este año o principios de 2022

El virólogo Mariano Esteban Rodríguez es miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. / ICAL

Servimedia / ICAL

Los investigadores que se encuentran trabajando en la investigación y desarrollo de la vacuna española del coronavirus confían en que esté ultimada entre finales de este año y principios de 2022.

Así quedó de manifiesto este lunes en un encuentro telemático organizado por la Fundación Alternativa en el que participaron Emilio Bouza, profesor emérito por el rectorado de la Universidad Complutense y emérito asistencial por el Gobierno de la Comunidad de Madrid; Luis Enjuanes, profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y director del laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB); Mariano Esteban, investigador del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC y jefe del Grupo de Poxvirus y Vacunas (con raíces en Los Barrios, Ponferrada); y Vicente Larraga, profesor de investigación del CSIC y director del Informe de Ciencia y Tecnología de la Fundación Alternativas.

En Europa hay cuatro vacunas aprobadas por los organismos reguladores y que se encuentran ya en uso: Pfizer/BioTech, Moderna, Janssen y AstraZeneca. A ellas se suman otras que en el mundo están circulando con impronta rusa, china, india o cubana.

En este punto, la pregunta que surge es cuándo España estará en condiciones de contar con su propia vacuna del coronavirus. A este respecto, son varios los proyectos en los laboratorios españoles susceptibles de tener éxito a corto plazo: los tres que se desarrollan en laboratorios del CSIC, dirigidos por Luis Enjuanes (en el Centro Nacional de Biotecnología), Vicente Larraga (en el Laboratorio de Parasitología Molecular del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas) y Mariano Esteban (con el grupo de Poxvirus y Vacunas del Centro Nacional de Biotecnología).

En ese sentido, Mariano Esteban explicó que su equipo está desarrollando una vacuna que surge como una variante de la familia de la viruela, cuya investigación comenzó en enero de 2020, “tan pronto como los investigadores chinos publicaron la secuencia completa del coronavirus”.

Apuntó que su prototipo ha sido capaz de demostrar una eficacia del 100% en ratones, hámsters y macacos, lo que ha permitido pasar a la fase clínica (con humanos).

Por su parte, Vicente Larraga comenzó aclarando que el desarrollo de su vacuna -de ADN sintético- no hubiera sido posible sin la experiencia acumulada con el desarrollo en el pasado de una contra la leishmaniosis canina. Cabe recordar que en España la producción de vacunas era, hasta la irrupción de la pandemia, terreno casi exclusivo de la sanidad animal.

Añadió que su equipo comenzó a trabajar en abril de 2020, estando ahora centrado en aportar modificaciones a las vacunas que actualmente están en el mercado: una refrigeración modesta y distintos modos de inocularla, tales como de manera intramuscular, aérea e intradérmica.

Comentó que su prototipo se ha mostrado eficaz en ratones, y manifestó su deseo de “mejorar la formulación”, para lo cual está en contacto con expertos españoles en la materia, ya que “esta enfermedad, a la que se está venciendo como epidemia, ha venido para quedarse unos años”.

Vicente Larraga arguyó que confía en que este verano pueda concluir la fase clínica de su vacuna, paso previo para pedir autorización a las autoridades reguladores, para que “con suerte, a final de año o primeros del que viene” esté lista.

Por otro lado, el equipo de Luis Enjuanes está trabajando en una vacuna basada en ARN autoreplicativo y derivado del propio genoma del virus, que está demostrando proporcionar una “inmunidad esterilizante”.

Subrayó que su trabajo está siendo posible gracias a la experiencia acumulada con el virus del MERS, que es uno de los más mortales conocidos, ya que ocasiona la muerte a una de cada tres personas infectadas.

Comentó que este año su grupo de trabajo culminará los ensayos preclínicos con ratones, hámsters y macacos, para comenzar 2022 los ensayos clínicos de una vacuna que, en su caso, no estará lista hasta medidos del año que viene.

Por último, Emilio Bouza manifestó que las vacunas españolas, aunque llegarán más tarde que las que ya están en circulación, contarán con varias ventajas: un grado de seguridad “tan alto o mayor” que las actuales, capacidad de acción frente a las nuevas variantes, un nivel de inmunidad más prolongado en el tiempo o la posibilidad de ofrecer vías alternativas de inoculación a la intramuscular.

“De las vacunas españolas, hay mucho que esperar, a pesar de que se van a encontrar con un mercado muy difícil”, aseveró, para a continuación concluir su intervención expresando su deseo de que su desarrollo sirva para que la ciencia española goce del nivel de inversión y apoyo político que la de los países del entorno de España.

Etiquetas
stats