Tam Tam Press apuesta por el periodismo independiente

De izquierda a derecha Eloisa Otero, Sergio Jorge y Camino Sayago.

j manuel lópez

Allá por el mes de agosto dos periodistas leonesas con una dilatada trayectoria a sus espaldas, Eloísa Otero y Camino Sayago, comenzaron a pergeñar una revista digital centrada en la cultura en todas sus vertientes, y trasladaron la idea a muchos compañeros convertidos en daños colaterales de una descomposición empresarial que ya ha arrasado 70 cabeceras informativas y que ha dejado en el paro a más de 8.000 periodistas en los últimos cuatro años. De inmediato se sumó a la idea el salmantino Sergio Jorge y pronto comenzaron los primeros compases para explorar nuevos formatos en la red.

P- ¿Qué busca Tam Tam Press en el mercado informativo digital?

TTP- Hemos decidido hacer lo que sabemos hacer: contar historias, ser periodistas, y además de Cultura, una sección realmente maltratada, en general y en los medios de comunicación en particular. Por eso decidimos crear una revista, en la que los tres ejercemos como co-editores. Ahora estamos pensando en cómo financiarnos y en otras alternativas que nos permitan consolidarnos y generar ingresos suficientes para gestionar, coordinar, editar y convertir la revista en un medio de sustento. Ojalá. Pero nuestra prioridad, antes que eso, es crear el producto —la revista— y empezar a retumbar.

P- El primer paso importante ha forjado una alianza con un nuevo medio que se anuncia para enero de 2012, en Valladolid: Último Cero. ¿Qué persigue esta alianza?

TTP- Último Cero surge de la idea de dos periodistas de raza, Fernando Valiño y Germán Vivas, a los que se ha unido Ángel Luis G. Clouté y su propuesta de abrir una brecha con el periodismo de calidad como bandera y gestionado por profesionales, y al margen de las turbulencias de los intereses de la construcción que tanto daño han hecho a esta profesión. Un proyecto que casa perfectamente con el ideario de una revista como Tam Tam Press. Por un lado volcaremos parte de nuestra propuesta cultural en Último Cero, que se ha fijado como meta principal la investigación y el tratamiento de noticias que el poder institucional relega a un segundo plano. Pero además esta apuesta común no nos impide mantener nuestra propia identidad; en ambos casos queremos intentarlo, recuperar el periodismo serio, independiente, sin ataduras y con la complicidad total del lector; de hecho nos parece muy interesante que Último Cero haya apostado por la suscripción porque creemos que la información de calidad y contrastada debe pagarse. Somos profesionales, seguimos siendo profesionales, aunque los empresarios, la reforma laboral de Rajoy y esta crisis funesta nos hayan condenado al paro. Y queremos vivir de nuestro trabajo... Esto es algo absolutamente normal ¿no? Pues bien, ahora mismo nos lo están negando, impidiendo, a muchísimos periodistas: vivir de nuestro trabajo. Por lo menos intentarlo, que nadie pueda decir que no lo intentamos.

P- El nombre de la revista resulta llamativo ¿Cómo se gestó?

TTP- Estuvimos varias semanas dándole vueltas y nos salían muchos nombres. Al final nos quedamos con éste, que sugirió Camino. Es un nombre sonoro, que remite al lenguaje de los tambores... al lenguaje no verbal, en definitiva a la comunicación más ancestral que fluye a golpe de Tam Tam. Fue así como se nos ocurrió el lema que acompaña a Tam Tam Press: Tráfico de Cultura / Piensa, Crea, Actúa, Retumba...

P- La idea comenzó a echar raíces en septiembre y parece que el proyecto mira mucho más allá de los límites territoriales.

TTP- Es cierto que la idea partió de tres personas que trabajábamos en León y que ahora nos hemos aliado con un equipo de personas que trabaja en Valladolid, y que todo esto es consecuencia, también, de la caída de las dos ediciones de El Mundo en esta Comunidad (el cierre de El Mundo León, con el despido de todos sus trabajadores, y un ERE en El Mundo de Valladolid que ha dejado en el paro a la mitad de plantilla). Pero esto no es más que una coyuntura territorial. Los colaboradores de nuestra revista proceden de todos los ámbitos de la cultura, algunos son nombres muy conocidos en sus áreas concretas, y la lista de nombres transciende a Castilla y León y se expande incluso a otros continentes. ¡Tenemos colaboradores hasta en La Patagonia argentina! En Tam Tam Press sabemos que una de las ventajas de la red es que puedes trabajar desde cualquier rincón del mundo con la misma eficacia y más aún en un territorio sin fronteras como es la cultura.

P- La puesta en escena ha resultado interesante y ha generado una buena expectativa. ¿Y ahora qué?

TTP- Hay dos vertientes y cada una sigue su camino. Por un lado está la conexión que hemos acordado con “Último Cero” y que se pone en marcha el 1 de enero. Ellos han apostado fuerte, han invertido, buscan la complicidad del lector con las suscripciones y además piensan en otros servicios que podrían encajar perfectamente en un proyecto periodístico. Sabemos que los seis primeros meses servirán para evaluar hasta dónde somos capaces de llegar. Y partir de ahí tomaremos las decisiones que haya que tomar.

Por otro lado esta nuestro propio camino y después de este primer compás ahora nos planteamos buscar nuestros propios medios de financiación. Somos partidarios de un mecenazgo con visión global aunque sabemos que es el desconocido mercado digital, y en éste está casi todo por hacer, el que marca la pauta. Ya veremos.

La incursión de Tam Tam Press en el mercado digital llega justo en un momento en el que las estructuras tradicionales de las empresas de comunicación están desapareciendo y las nuevas aún no han encontrado cómo encajar y atraer el interés del lector, como sucedió en su momento con el papel. Y su apuesta parece si duda una apuesta por nuevos formatos en los que varía la estructura de mando —la figura del director ha quedado obsoleta, y en Tam Tam Press por ejemplo se apuesta decididamente por la colaboración, la responsabilidad compartida y el espíritu de equipo—, pero también la organización sectorial y sobre todo la demanda.

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