Los vencidos en la Guerra Civil recuperan su memoria

Javier Rodríguez González

Sandra García

“Muero inocente. Nunca hice mal a nadie, pero el tener ideales se paga caro en la vida. [...] que se apague el incendio que hoy asola nuestra patria y que no se derrame ni una gota de sangre más”. Estas líneas forman parte de la misiva que envió Antonio García Pérez, delegado de las Juventudes Socialistas de Valencia de Don Juan, desde la cárcel provincial el 4 de octubre de 1936 poco antes de ser fusilado. El fragmento se incluye en el capítulo del libro dedicado a León del libro 'De las Urnas al Paredón', escrito por uno de los dos coordinadores del proyecto: el profesor de la Universidad de León Javier Rodríguez González.

'De las Urnas al Paredón' es el título que da nombre a la obra publicada por la Fundación 27 de marzo y que, por primera vez, se centra en la represión política que se produjo en todas las provincias de Castilla y León durante la Guerra Civil y los primeros años del franquismo.

El objetivo de esta obra divulgativa según el investigador es “poner sobre la mesa la situación de estos políticos republicanos que habían sido elegidos en las urnas, en un período de democracia durante la Segunda República, y que por haber sido elegidos y ostentar esos cargos fueron fusilados, encerrados o de alguna manera, represaliados”.

Memoria e historia

Muchos son los argumentos que profesionales de todos los ámbitos han esgrimido a favor o en contra de la memoria histórica. Pero, ¿qué es la memoria histórica? “La memoria es un concepto que pretende recordar o investigar hechos que han quedado grabados en la mente de gentes particulares o colectivos”, explica J. Rodríguez. “Y, además, se sirve de la metodología de investigación histórica, lo que aporta rigurosidad a este tipo de estudios”.

La Ley de Memoria Histórica, necesaria

Antes de morir Franco ya se realizaron estudios sobre la Guerra Civil, al igual que ocurrió en los primeros momentos de democracia, pero según este historiador “faltaba atender a las víctimas de la represión política”.

El 31 de octubre de 2007 se aprobó la Ley de Memoria Histórica por la que se reconocieron y ampliaron derechos en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. “Era algo completamente necesario, aunque se hizo tarde”, asegura J. Rodríguez, y añade que ahora se ve “paralizada” pues no hay en un corto o medio plazo una continuación de los proyectos que se han desarrollado durante estos años de atrás, lo cual es un “déficit” para la sociedad española.

Este investigador explica que el reconocimiento hacia las víctimas tiene que ver con la defensa de los derechos humanos, que se violaron durante el franquismo y es “una puesta en valor de la sociedad porque estos hechos no se pueden tolerar”.

Además, J. Rodríguez incide en que en ningún caso, se puede permitir una conducta represora por parte del estado, y por ello, hay que dar a conocer estos hechos.

Civiles, condenados bajo una jurisdicción militar

Manuel Santamaría, vicepresidente de la Diputación y vocal de Izquierda Republicana en el Frente Popular de León.

Con la victoria de las tropas franquistas durante la Guerra Civil se implantó un nuevo régimen en España por medio de la violencia política. Era necesario crear un aparato legislativo que sirviera de apoyo para legitimar la represión.

Las dos leyes más concretas a este respecto, fueron la Ley de Responsabilidades Políticas del 9 de febrero de 1939 y la de Represión de la Masonería y el Comunismo aprobada el 1 de marzo de 1940.

J. Rodríguez afirma que “es una aberración jurídica que a civiles que ostentaban cargos de concejales, alcaldes... se les juzgara bajo la jurisdicción militar, algo que sólo puede hacer una dictadura”.

Institucionalización de la violencia política

El régimen creó unos “apoyos sociales”, al igual que lo hizo Hitler o Mussolini, explica este historiador, y añade que la “consolidación del régimen franquista no fue sólo gracias a un golpe de estado y de unas armas” sino que “el régimen generó un mecanismo de integración de la sociedad en torno a dos cuestiones: la exclusión de una parte de la sociedad y la subordinación de la otra.

Se perpetuó la diferencia entre vencedores y vencidos porque, según este investigador, se eliminó una parte de la contestación política del país, que eran los políticos y los maestros.

Fotografías para el recuerdo

Actualmente, en el Museo de León se encuentra la exposición fotográfica homónima al libro 'De las Urnas al Paredón' que permanecerá abierta hasta este domingo 12 de mayo.

En ella se recogen fotografías que los familiares de los represaliados han conservado hasta la actualidad y que han entregado a la Fundación 27 de Marzo con el objetivo de que “no se les olvide”.

Javier Rodríguez cuenta que “lo positivo de que exista un investigador por cada provincia es que la recopilación es más específica” y añade que “la fundación 27 de marzo ha sido clave, porque ha recopilado muchísimo material proveniente de las familias o de archivos y son ellos, los que han organizado los paneles de la exposición”.

Por todo ello, este historiador ha reconocido clave la labor del Ministerio de Presidencia y de esta fundación porque el resultado es un estudio serio y riguroso.

De izq a dcha: Miguel Castaño, alcalde de León (fusilado), Félix Gordón y Ramiro Armesto

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