Armando López Castro: “La poesía debe revelar un fondo oculto de manera intensa y precisa”

Armando López Castro. Foto: Carlos Vicente Rubio.

Manuel Cuenya

Armando López Castro, el reciente ganador del V premio de poesía de la Universidad de León por su poemario 'De sueño en sueño' (ULE y Everest, 2015), nació en Puente Domingo Flórez, en la raya con Galicia, aunque haya vivido prácticamente toda su vida en la ciudad de León, “un lugar que hunde sus raíces en lo desconocido, que es necesario volver a descubrir, inventar de nuevo”, según el, donde por otro lado ha desarrollado su carrera profesional como catedrático de Literatura, precisamente en la Universidad de León, dedicándose, aparte de escribir poesía, su gran pasión, a impartir clases y escribir ensayos sobre figuras relevantes de la literatura de antes y ahora como son San Juan de la Cruz, Unamuno, Machado, María Zambrano, Cernuda, Valente o el propio Premio Cervantes Gamoneda, a quien dedica nueve meditaciones.

Armando, que siempre ha sentido una atracción especial por la frontera, por la “otra parte”, porque “es donde empieza un mundo distinto”, está convencido de que los autores a quienes ha dedicado estudios son un camino a seguir, “puesto que en la aventura de la escritura debe primar lo que decía Hölderlin: 'Seguir el rastro de los grandes o morir'”, aclara este ensayista y poeta, que se ha esforzado siempre por llevar al ensayo la tensión propia de la poesía. En realidad, las dos facetas que cultiva Armando son la creación poética y la crítica literaria como vasos comunicantes. Y, en este sentido, cabría destacar su libro 'Poetas y críticos del 27' (Universidad de León, 2008).

En la aventura de la escritura debe primar lo que decía Hölderlin: 'Seguir el rastro de los grandes o morir'

La poesía como revelación

En cuanto a su poesía, “más que un género, responde a una forma de visión, y como tal, debe revelar un fondo oculto de manera intensa y precisa”, matiza el propio autor, que también concibe lo poético como “la posibilidad de hacer real lo soñado”, lo cual resulta extraordinario, habida cuenta de que poesía, cuando lo es de verdad, se convierte en pura revelación, en vida. Como pretende el maestro Gamoneda, que, aunque nacido en Asturias, forma parte de los más grandes de la provincia de León, que ha dado y sigue dando muy buenos poetas (además narradores), porque tanto unos como otros (otras), en lugar de seguir el proceso rectilíneo de la historia –se arriesga a decir Armando–, su escritura se ha alimentado de fondos sumergidos: “el proceso de romanización de la Legio VII, las ilustraciones de los Beatos y la tradición cabalística del Zóhar”. Asimismo, cree que están aflorando acaso los frutos sembrados por Giner de los Ríos al frente de la Institución Libre de Enseñanza, “labor continuada por Gumersindo de Azcárate y cuyo espíritu creador, difundido a través de la Fundación Sierra Pambley, sobrevive en multitud de artistas, que viven esa relación con verdadera fidelidad”.

“El hombre construye el mundo por el sueño/ con la incierta proximidad de lo lejano,/oscilando entre el temor y el temblor,/ sin instalarse en lo definitivo/ y emergiendo con riesgo de lo nuevo./ ¿Qué memoria, qué imaginación, qué libertad/ quedan para un pueblo instalado en la ausencia?” ('El espejo', 'De sueño en sueño')

Autor de poemarios como 'Revelaciones', 'Memorial' o 'De lo imposible, Armando nos ofrece ahora este libro titulado 'De sueño en sueño', dividido en cinco partes, cuyo hilo conductor es el sueño, el sueño como una segunda vida ('Le Rêve est une seconde vie'), según figura en la cita introductoria de Gérard de Nerval.

Rubén Darío, otro de nuestros referentes junto a Machado y Juan Ramón, cuyo primer centenario de su muerte se cumplirá en 2016

Este poemario, en el que aparecen animales (incluso mitológicos), ninfas, sátiros, locos, magos, ángeles y diablos, entre otros, es “el intento por hacer del sueño un espacio de libertad y posibilidad”, señala su autor, que agradece el Premio Literario que le concediera Universidad de León como reconocimiento público y estímulo para futuras creaciones, aparte de que “su fama viene precedida por haberlo conseguido algunos de nuestros más notables poetas”, precisa él, para quien tanto el surrealismo como la generación de poetas del 27 no se entenderían sin los escritos de Freud, el maestro de la interpretación de los sueños y el psicoanálisis. No en vano, los dos grandes movimientos artísticos revolucionarios, en la modernidad, han sido en su opinión el romanticismo y el surrealismo.

En la actualidad, está trabajando en un libro sobre Rubén Darío, “otro de nuestros referentes junto a Machado y Juan Ramón, cuyo primer centenario de su muerte se cumplirá en 2016”, nos adelanta este creador y crítico literario.

Entrevista breve a Armando López Castro

“Toda palabra prevista o condicionada es una palabra que nace muerta”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Zen en el arte del tiro con arco, de Eugen Herrigel, el libro que Braque recomendó a Chillida.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

Antonio González de Lama, por su actitud humanista.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Con los autores y libros insoportables, lo mejor es olvidarlos.

Un rasgo que defina tu personalidad.

La tenacidad.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La coherencia, esté o no equivocado.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Podríamos llamarla “democracia totalitaria”, dominada por la homogeneidad de un pensamiento único, contra el que sólo cabe la ruptura y la subversión.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Hacer un buen poema.

¿Por qué escribes?

Para defender la soledad en que uno está.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Sirven como puntos de referencia para “estar al día”, pero no para ejercitar el estilo, que es algo individual basado en el riesgo.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Los escritores clásicos, a los que hay que leer, como dice Unamuno, de forma continua a partir de los treinta años.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

No sigo ningún blog o referencia informática, porque toda palabra prevista o condicionada es una palabra que nace muerta.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

“Para escribir a su nivel era por lo menos necesario leer y pensar”, dice Samuel Johnson en elogio de los poetas metafísicos ingleses del siglo XVII.

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