Una sirena en aguas bercianas

César Sánchez / ICAL La artista gráfica y animadora social, Verónica Conde, impulsora del proyecto Mermaid (Foto cedida por Gumer Vega)

D. Álvarez/Ical

En la difusa frontera que separa el mundo fantástico del mundo real, habitan seres mitológicos como los centauros, los duendes o las sirenas. Una de esas ninfas acuáticas habita en los ríos y embalses de la comarca del Bierzo como 'alter ego' de la artista ponferradina Verónica Conde, quien desde hace un año lleva a cabo el Proyecto Mermaid, en el que se somete a una metamorfosis con el objetivo de “fomentar el amor y el respeto a la naturaleza” entre las generaciones del futuro.

Actualmente, la sirena berciana entrena sus piruetas y trucos todos los días en la piscina municipal de Toral de los Vados, cuyo Consistorio le permite usar las instalaciones para cualquier evento que requiera su presencia, desde fiestas de cumpleaños, actividades infantiles o actos de empresas. “Personalmente es un proyecto de vida, cuando estoy en el agua me siento genial, a gusto y feliz. Bucear me da mucha paz”, explica Verónica, que con esta iniciativa pretende “crear algo de fantasía y traerlo a orillas de la realidad”. Al respecto, la artista actúa en fiestas y ferias, además de las clases de natación que enseñan a los más pequeños a perder el miedo al agua, aunque las charlas didácticas y los cuentacuentos son el eje alrededor del cual orbita todo el proyecto.

En ese sentido, la artista asegura que su objetivo es que los niños “no pierdan ese punto de magia que necesitamos para ser creativos”. “Lo que quiero es que le cojan cariño a la naturaleza, que reconecten con ella, porque cuidas algo a lo que tienes cariño”, explica. Al respecto, Verónica destaca el papel de las sirenas como “traductoras de los océanos” y relata que, en sus charlas didácticas, como la que llevó a cabo de manera reciente en la librería del centro comercial El Rosal, de Ponferrada, ofrece “lecciones sobre el mar”. “Les hablo de los peces o de los caballitos de mar y siempre me preguntan si los tiburones son malos”, explica divertida.

Esta labor de concienciación ambiental, va acompañada de una tarea educativa que pretende recuperar “el punto de imaginación de los niños” para que “venzan sus miedos y compartan sus talentos”. “Las nuevas tecnologías les dan todo hecho, son como personitas mayores”, lamenta Verónica, que explica que los niños no creen que su presencia sea real hasta que los padres les señalan que está viva y que respira. “A los diez minutos todos me quieren llevar a casa”, resume.

Otro de los objetivos del Proyecto Mermaid es “dar a conocer lugares del Bierzo que aún no se conocen mucho”, como las fuentes medicinales de Noceda, o la cascada del Gualtón, el salto de agua con más altura en la comarca, situado en las inmediaciones de la localidad de Carracedo de Compludo. Al respecto, la sirena berciana ha sido avistada en el curso del río Boeza, a su paso por el municipio de Folgoso de la Ribera, en el río Burbia, en Villafranca del Bierzo, o en el salto del Pelgo, en Toral de los Vados. “Me gusta mucho Cacabelos porque el río Cúa es el más limpio del Bierzo”, asegura.

De cara al futuro, Verónica reconoce que lo que más le gustaría es “poder nadar entre los peces en un acuario y que la gente alucinase con una criatura mágica que enseña cosas sobre el mar”. “Explicarlo es muy complicado, lo potente es verlo”, asegura la sirena berciana, que recuerda que este tipo de actuaciones es frecuente “sobre todo en EEUU y Australia, pero también en países como Italia y Francia”. “Allí incluso existen bares que disponen de un tanque de agua gigante para que las sirenas puedan hacer sus performances”, explica Verónica, que pone como ejemplo el caso de Hannah Fraser, actriz, modelo y activista ecologista inglesa que ha colaborado en diversas películas y documentales, y a quien la berciana define como “la mejor sirena del mundo”.

Arte y naturaleza

Verónica estudió ilustración y artes gráficas en la Escuela de Arte y Diseño Pablo Picasso de La Coruña -“quería un sitio que tuviera mar”-, ciudad en la que vivió durante ocho años. Desde que volvió a su añorado Bierzo, la artista ha tenido tiempo de regentar una tienda de cómics y de ilustrar varios libros relacionados con la capital comarcal, como 'El misterio de la Torre del Reloj' o 'La sonrisa del barquillero'.

Además, la ilustradora imparte clases de acuarelas en asociaciones y centros cívicos de la comarca y colabora en los diversos campamentos y actividades dirigidas al público infantil que organizan ayuntamientos, asociaciones o ludotecas. De ese contacto diario con los más pequeños, nació la idea del Proyecto Mermaid, la iniciativa que Verónica puso en marcha el año pasado y que la convierte, a todos los efectos, en una sirena de agua dulce. “Desde pequeña me encantaba el agua y hace unos años empecé a ver fotos de sirenas con colas de verdad y decidí que yo quería ser una”, explica Verónica, que subraya la existencia de competiciones de velocidad en la que los nadadores utilizan una monoaleta similar a la que ella se enfunda para su metamorfosis.

Poco a poco, la ilustradora fue fabricando y decorando a mano las piezas que componen su vestuario de sirena. En ese sentido, su próxima aspiración es hacerse con una cola de silicona hecha a medida, como las que se utilizan en las recreaciones cinematográficas. Esas piezas, cuyo peso puede alcanzar los 35 kilogramos, se realizan con un material denominado 'dragonskin' -piel de dragón- y su precio oscila entre los 3.500 y los 20.000 euros. “Con una monoaleta te propulsas, es lo más parecido a volar, pero dentro del agua”, relata.

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