Margarita Merino: “España es un país tremendamente cruel en sus modos y más con sus propios hijos”

Marga Merino (izda) con una amiga en EE.UU.

Manuel Cuenya

He sido señorita pensante de provincias interiores

compartiendo la tristeza de las gentes disecadas

en rancios museos parroquiales con un rictus amargo...

(Margarita Merino, 'Viaje al interior')

Conozco a Margarita Merino desde hace años. Recuerdo, con afecto, una velada en su compañía en Bembibre, con motivo del Festival del Botillo. Ingeniosa, divertida, inteligente, buena conversadora, es una gran poeta leonesa, que, como tantos y tantas, decidió irse a Estados Unidos, donde vive en la actualidad, país que, con todos sus prejuicios, con todos sus defectos –véanse las últimas y desafortunadas elecciones– es un país democrático. “Por ejemplo el abuso a la mujer aquí tiene consecuencias”, señala ella.

“Desde la lejanía lo que me toca más fundamentalmente es mi particular 'sentimiento de España'”, precise, al tiempo que recomienda la lectura de 'Nuestro desamor a España: cuchillos cachicuernos contra puñales dorados', el “imprescindible y excelente” libro de Juan Pedro Aparicio, porque “vivimos con demasiadas lagunas y mentiras sedimentadas –en su opinión– una falta de conocimiento de la historia real que debe estudiarse y hacerse cotidiana para que a todos sirva, para entender sus consecuencias y sombrías lecciones y para que no se repita”.

En este sentido, está convencida de que “España es un país tremendamente cruel en sus modos y más con sus propios hijos y entre sus propios vecinos. Con honrosas excepciones por supuesto, es parte de nuestra terrible herencia fratricida”, especifica esta “ciudadana vertiginosa y transparente”.

Margarita, en un tono similar al de Valle-Inclán de 'Luces de bohemia' o bien el propio Forges, dice que “en España se prefiere que suba el torpe y se desdeña al valioso, se aparta al solitario, se pisa al caído. Se entierra al que eclipsa. Llegan los ágrafos y los iletrados a puestos cruciales, y la vulgaridad en que hemos reducido todos los niveles es impresentable. No son los líderes actuales ejemplo de nada. Debe leerse el libro de Juan Pedro Aparicio en las escuelas. Insisto”, sostiene contundente esta autora leonesa, para la que León, “por bello que sea o por importante que a tantos nos parezca, no deja de ser un accidente que no se elige el nacer aquí, allá o acullá”.

Recuerda que sus años infancia fueron rígidos en “una provincia aislada e interior y una pequeña ciudad ultraconservadora, aunque fuera habitable y su burguesía quisiera preservarla así, detenida en el tiempo... Siempre añoré el contacto inmediato con la naturaleza que otros niños tuvieron en sus pueblos a diario, sin desconocer por supuesto sus dificultades allí y ciertos privilegios que yo tuve, como los disfrutar de una buena biblioteca familiar”.

De su pasado remoto –rememora– echa de menos la presencia ahora de personas sencillas con verdaderos ideales, que puedan inspirar sentido de renovación, de autocrítica y humildad... con cultura universal y mirada abierta a ciertas situaciones...

Cree que en León, como en el resto de España, hacen falta filólogos, historiadores, politólogos, juristas, ingenieros, profesores, geógrafos, biólogos, veterinarios..., “serios especialistas independientes que traten con sabiduría problemas cotidianos que tenemos sin resolver: corrupción, pobreza, contaminación e incendios provocados, flora y fauna acosadas, mal uso del castellano, infraestructuras deficientes, autonomías lamentables, aguas y aires envenenados, convivencia deteriorada, paro sobrecogedor, y sobre todo la maltratada educación en la confusión de las prioridades. Me planteo seriamente si no seremos plaga los poetas y escritores de ficción. Hacen falta lectores eclécticos y ensayistas que se formen con rigor y sin prisas. Creo que hay que potenciar la investigación exigente, objetiva por su necesidad en nuestro país. No estaría mal que los ayuntamientos hicieran cursos y talleres de historia, de educación ciudadana, de personajes desaparecidos por ejemplo, y como norma, de investigación... E invitar a los viejos maestros que tienen tanto que decir y enseñar y de los que nadie se acuerda... Sobre todo creo que necesitamos personas buenas y generosas que eleven la sociedad... como aquellos humildes maestros de la República que tuvieron sueldos de hambre y pagaron con sus vidas su servicio a la comunidad”.

En España se prefiere que suba el torpe y se desdeña al valioso, se aparta al solitario, se pisa al caído. Se entierra al que eclipsa. Llegan los ágrafos y los iletrados a puestos cruciales, y la vulgaridad en que hemos reducido todos los niveles es impresentable. No son los líderes actuales ejemplo de nada

Sus emociones, sus recuerdos infantiles aparecen plasmados en algunos de sus poemas como el titulado 'Pájaros negros junto a los ventanales', incluido en 'Viaje al exterior'. También los paisajes y retratos leoneses están presentes en su poemario 'Viaje al interior' (por el que recibiera el Premio Gonzalez de Lama, “un espejismo de alegría”), o en el poema 'Quien nunca he sido', perteneciente a 'Baladas del abismo' y aun en otros de 'Halcón herido' o 'Demonio contra arcángel'. Asimismo, también aparece la tierra leonesa en sus artículos.

León como recuerdo

León sigue siendo, para ella, el lugar en que vivían sus padres, el de sus amigos, el de sus vecinos Fernández-Llamazares Nieto, que fueron sus compañeros de infancia con los que cambiaba objetos maravillosos desde las ventanas con un calderín de playa que subía y bajaba... Ese León “del gran médico de huesos don José Mayo que me salvo la vida en una osteomielitis a los seis años, León de los patines y la bicicleta, el de los paseos tranquilos y los cielos resplandecientes. León de los afectos y las afables personas de todo tipo amigas de mi padre, un hombre bueno, abogado compasivo que trascendía las ideologías en el trato humano. El León de Paco Villagordo, de Tazón y de Luis Crespo, de Antonio Gavilanes o de Antonio González de Lama, de Cosme Rodríguez Mínguez, Ángel Marín o la Orquesta de Cámara, el León de Luis Saénz de la Calzada, de Severino, Morillo y Guillermo, de Paco, la Gestoría... El León de los guardicioneros, -todavía me acuerdo de la tienda de Elías en Padre Isla, del Maragato, de los mecánicos –Negral- y los chapistas, los carpinteros, los libreros, de las chicas de servicio que lloraban sus pueblos en pisos como nichos... El León de las niñas 'bien' vestidas de fantasía por impecables modistas: Sensia, Modas Vicanrro... De fotógrafos como Antonio Salazar. León de Andrés Viñuela y Jerónimo Norberto, de los coches de choque y las piscinas heladoras, de los señoritos del Casino, de los gitanos y los mendigos de la ciudad paralela que espiaban a las que tomábamos el sol en la hierba cercada por arbustos, ay... León de los castaños de Indias, del Garaje Norte y el Sanatorio Hurtado y sus árboles de lilas... Desde sus ventanas las monjitas nos tiraban baldes de agua a los patinadores intrusos... El León posterior, remoto y desaparecido también que salió en el borbotón del poema 'Manuel Jular en negro por un rato'. Ese León en que ya no viven (Santa) Manuela González Brasa, mis padres, ni están presencias como la de Chus de 'Casa Benito' ni los amigos asturianos con los que canté en mi juventud”.

No se olvida, tampoco, de sus amigas de infancia, entre ellas, Covi Guisasola, Begoña y María Jesús Muñiz, Carmen Rosa y Beatriz Navarro, Pilar de Celis, Camino Fernández, Elenita ¿? la filipina, Cati Otero Hidalgo... “Tengo que exceptuar a los que eran prepotentes, machistas, y que vivían insultando y despreciando a los demás desde cargos públicos o políticos, algo muy triste y demasiado común todavía en León y nuestro país, donde quedan demasiadas herencias feudales y anticívicas de prepotencia y desprecio”, aclara Margarita, quien cree que España debe normalizarse en su relación con la historia, con su pasado, y suavizarse en la convivencia diaria que arrastra tantas maneras anormales e incluso podridas.

“Me cansan los cantos a León como si se tratara de una tierra cálida y poblada por la gente más acogedora del universo, sin olvidar que la profundidad de muchos leoneses y su cordialidad compensan otras asperezas, claro. Cansa también esa asunción de que España es ejemplo de democracia por su transición del franquismo. Creo que se saltaron etapas cruciales con resultado de simulaciones y frivolidad, que no recordó el enorme sufrimiento ni los sacrificios de generaciones precedentes... Hay demasiadas figuras de gran importancia que se han transmitido como abyectas y que es necesario reivindicar”, apostilla Margarita, que se siente unamuniana en el sentido de que queremos lo propio por serlo y no porque sea lo mejor. “Y si lo criticamos es por ese deseo de verlo limpio de abominaciones. Y por amor a lo que necesita sanearse digo lo que digo: si conseguimos acabar con la corrupción y la mentira muchas situaciones se harán más llevaderas, incluso creo que se mejorará cierto machismo histórico y la matratada convivencia. No son tan importantes las ideologías, y sí el respeto a la diferencia y la coherencia en las posturas desde las que con integridad se pueda convivir”.

En esta misma línea de pensamiento, es consciente de que la Guerra Inivil fue espantosa para todos, “aunque los vencidos sufrieran un interminable rencor añadido y se destruyera lo que en la educación logró la República y los notables frutos de la loable Institución Libre de Enseñanza... con un falseamiento de la historia que el aznarismo retomó modernizado, digamos. Porque antes no hizo ningún favor la transición tratando de correr un velo frivolizador sobre tantos datos amargos. Creo que es útil recordar el caso de los campos de concentración que se conservan en Alemania para enseñanza de todos. En España hemos querido ignorar unas heridas que siguen infectadas, y por eso se arrastran latentes los rencores de los daños. Pero si no se da importancia a los valores de respeto, a la dignidad de las personas, a la ética, a la necesidad de perdonar y perdonarnos los constantes errores de nuestra humanidad, a la forma de relacionarse, ni a la educación –general y en valores- no podremos mejorar en lo esencial y todo serán declaraciones políticamente correctas y ausentes en los comportamientos diarios y las convicciones íntimas”.

Elocuente y categórica, cree que todos los partidos han colaborado en destruir la educación, “y el partido socialista tiene una responsabilidad crucial en lo que debió cuidar con mimo. Esos polvos trajeron estos lodos... Una lección básica sería la de que a la política se debe ir para servicio público y a perder dinero, no a mejorar la propia situación y a practicar el amiguismo. O el revanchismo, como ha sucedido en España. Habría que hacer declaración notarial de bienes por cada aspirante -sin oficio ni beneficio en particular-. Y pedirle cuentas al salir de los cargos. Me alegra que una persona tan honesta y bien formada como Santiago Trancón esté trabajando en consolidar una alternativa. Y que nombres sólidos de personas cultas y sin miedo a decir su verdad y lo que piensan estén implicados”.

Lectora autodidacta, precoz y voraz, Margarita pronto encontraría en la literatura una consolación, una manera de escapar de la realidad, “de aquel sentimiento de sentirme presa en los patios vecinales de la ciudad que sentía secuestrada, donde casi todo les estaba prohíbido a las niñas, sin importar el talento que tuvieran. Si se me prohibía moverme, correr y saltar, imaginar, cantar, bailar, leer en mis insomnios los libros por los que me mandaban a confesarme en el colegio, y me disciplinaban por mi interpretación de las cosas, si se sumaban mis notas de conducta –se me ponía cero por tener un espíritu libre- a las de las asignaturas, si no podía trepar a los árboles ni disfrazarme, hacer teatrillos, -y hasta se criticaba el ponerme gafas 'porque estropeaban los ojos', si se me quitaban al final mis preciados animales sucesivos porque no había el espacio para ellos, si se tachaban mis dibujos, si se castigaba constantemente mi supuesta rebeldía, por lo menos podía esconderme en los armarios y escribir poemas a lápiz, a pluma, con ceras. No necesitaba una gran infraestructura para esto. Y el poema era lo más fácil, lo más silencioso y secreto”. Así comenzó a escribir de un modo creativo esta rapsoda, que se lamenta de que la sacaran de las clases de baile, casi inmediatamente, porque su estupenda profesora, Petrita Sansegundo, estaba soltera y salía con quien le daba la gana “en aquellos tiempos de cilicios y perfectas casadas que no toleraban la lacra del divertirse otras y eran las peores espías de la libertad de la mujer”.

Me cansan los cantos a León como si se tratara de una tierra cálida y poblada por la gente más acogedora del universo, sin olvidar que la profundidad de muchos leoneses y su cordialidad compensan otras asperezas, claro. Cansa también esa asunción de que España es ejemplo de democracia por su transición del franquismo. Creo que se saltaron etapas cruciales con resultado de simulaciones y frivolidad, que no recordó el enorme sufrimiento ni los sacrificios de generaciones precedentes...

Confiesa que son múltiples y diversas las influencias que ha tenido a la hora de escribir, desde la mitología o el cine, pasando por ciertos ensayos cruciales, hasta tener que hacerse a diario su intendencia a solas e ir a la oficina, a las clases, a enseñar, cuidar a su hija, saltar continentes y empezar de cero y sin apoyos...

“Tener que hacerme espacio vital, cocinar o pintar paredes o limpiar mi carreterita con agua a presión o dedicarme a ayudar personas y animales durante unos años muy duros en que hice trabajos y sacrificios que muchos no entenderían, por considerarlos esfuerzos opacos y sin proyección, cansada de tantas ambiciones humanas y de lo aséptica y limitada que se ha vuelto la academia... Sigo tratando de estar en coherencia con la compasión por los seres sin distinción y el amor panteísta por lo que me rodea... Y estoy contenta con mis servidumbres. Hago memoria de todo lo que me hace sentir agradecida. Hay que intentar tratar a los demás como nos gusta que nos traten. Es lo más importante que he aprendido de algunos autores cuyas obras fueron tan importantes como los del 98 y las generaciones sacudidas por las guerras”. Así se expresa esta apasionada de la naturaleza y los animales (lease su artículo 'Elogio de las bestias', Diario de León, 24 de febrero de 1991).

“Mi hija recuerda nuestros paseos por las playas, los montes y los parajes supuestamente idílicos, con bolsas de basura y recogiendo plásticos y detritus que separábamos para tratar de reciclarlos. Creo que con todos mis errores he tratado siempre de amar a todos y a todo lo que me rodea cuidándolo en lo posible y transmitiendo a otros ese amor”.

La poesía, reveladora

En su caso, la poesía le ha ayudado a sobrevevir y le ha resultado reveladora en tantos aspectos sobre sí misma y lo que le rodea. “Vivida su revelación con cuidado nos salva de perdernos de quienes quisimos ser y nos da las claves de lo que –y por qué- lo perdimos. Y hasta nos permite recuperarlo en un territorio simbólico. Pero no sé sin son muchos los que se entregan a la plenitud de una 'poética' que sea coherente con lo que escriben... Ni si lo permiten del todo las metamorfosis que experimentamos. Pero a mí no me vale hacer impostación y mero ejercicio literario... Siempre ha sido motivo de mofa y hasta escarnio -y véase a los del Siglo de Oro y sus escaramuzas- la vanidad de los poetas... Es una de las razones por las que a veces me cuesta leer a los contemporáneos. Con los autores desaparecidos se puede disfrutar la obra sin observar ciertos datos de la condición humana y sus miserias. La poesía de Neruda puede resultar sensible y atractiva pero intuyo que el autor vivo, de cerca, a medida que se hacía famoso me hubiera parecido decepcionante, excesivo... Por su vanidad, egocentrismo, por la impostación del disfraz de poeta. Fue el mismo ser que estando encumbrado y disponiendo de todo el reconocimiento y todos los medios, dejó que César Vallejo se muriera literalmente de hambre en París por celos y porque sabía la hondura del peruano: Neruda quería toda la atención para sí. Muchas obras suben y se mantienen en la vida y por el empuje de sus creadores o las condiciones que las favorecen pero sus autores y sus gestos no siempre son admirables. Aprendo de las batallas de Bernal Díaz del Castillo, al que plagiaban ya al leer su esforzado manuscrito y que murió desconociendo su importancia e inédito, criticada con posterioridad tan injustamente su ejemplar tarea, y de Cervantes: oscurecido no tiró la toalla y se rió a solas”.

En todo caso, un poeta debería tratar de ser lo más honesto con su creación y su persona –advierte Margarita- para intentar aportar algo puro a los que le lean. “No me gusta la idea de poeta cicatero”, matiza ella, cuya poesía se podría definir como experiencial, vitalista, incluso romántica y existencialista, “poesía secreta. Y silenciada: pocos la conocen y menos son los que la han compartido o antologado aun conociéndola”, dice su creadora, que ha construido una obra poética coherente con su modo de vida y reflejo del mundo que le ha tocado.

Cabe reseñar que el profesor, investigador y crítico literario José Enrique Martínez la incluyó en 1997 en la Antología de poesía española (1975-1995) que publicó Castalia, donde ponía de relieve el carácter elegíaco de su obra en relación con la pérdida de la infancia y de la naturaleza. Y sus poemarios han sido reseñados en el suplemento literario 'Filandón' de 'Diario de León'.

En su obra poética “hay un poco de todo: lírica y épica, realidad transformada y juego, música y otros sones, presencias y horizontes. 'Baladas del abismo' y 'Halcón herido' tienen algunos poemas que son cruciales en mi poesía. Y muchos creo que son de un hablante sin género... Y ahí está la compañia del paisaje, los animales, la amistad, la música... De ese inicial 'Poemas del Claustro' tengo un excelente recuerdo: ilusión de leer con los poetas y de trabajar con Inés Prada que era concejal de Cultura en el Ayuntamiento de León, y una de las personas políticas más amables que conocí en un cargo. Inés Prada me permitió titular la colección y hacer el diseño de ese primer libro de la misma que puse a nombre de 'Pastelín' y los autores (como verán los que vayan a la página 85 del mismo) y que compuse con el amable Tino de Lettermac, gran fumador, con el que me reí tanto entonces. Por si les llega a los cuatro desde aquí les saludo. 'Demonio contra arcángel' fue una vuelta de tuerca a temas y modos que tuvieron una explosion violenta. Y pienso que hablé por muchas mujeres silenciadas y en relaciones destructivas y por muchos hombres víctimas a su pesar de una educación tan castradora para la persona íntegra”.

En España hemos querido ignorar unas heridas que siguen infectadas, y por eso se arrastran latentes los rencores de los daños. Pero si no se da importancia a los valores de respeto, a la dignidad de las personas, a la ética, a la necesidad de perdonar y perdonarnos los constantes errores de nuestra humanidad, a la forma de relacionarse, ni a la educación –general y en valores- no podremos mejorar en lo esencial y todo serán declaraciones políticamente correctas y ausentes en los comportamientos diarios y las convicciones íntimas

Con su 'Viaje al exterior' (su ultimo poemario hasta ahora, aunque no lo fuera en la escritura en el tiempo), cierra un círculo, “y hasta se hace un exorcismo”.

'Viaje al exterior' –un libro que llega al alma de sus lectores y les hace viajar- está incluido en el volumen, 'De la confesión a la ecología: el viaje poético de Margarita Merino', cuya autora es María Cruz Rodríguez. “Es una enorme satisfacción si a algunas personas les sirve y acompaña el libro... Les agradezco muchísimo su lectura, como a Maricruz el sacar esta visión personal y general de mi poesía. El problema es que conseguirlo es un trabajo en sí porque la editorial es pequeña y deja al voluntarioso lector el trabajo de autodistribuirse previo pago... Ánimo a adquirirlo... Mi ganancia será la de inspirar y ayudar a pensar... Si es a algún joven además, me consideraré 'la bien pagá'...”.

En la actualidad, vive y escribe a la vez que trata de recuperar archivos que perdiera hace unos pocos años... Lástima que, con la inundación de su biblioteca española, se quedara más huérfana de lo que ya estaba, dice ella, “porque no podré volver a las páginas de los libros de media vida, ni a las fotos viejas, ni a las palabras cálidas que otros ya desaparecidos me dedicaron, ni a las imágenes fotográficas o literarias en páginas amadas...”.

Entrevista breve a Margarita Merino

“La política actual no persigue el servicio público y sólo el beneficio personal y partidista”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

'Don Quijote', 'La Ilíada', 'Los Pazos de Ulloa', 'Historia verdadera de la conquista de la Nueva España', 'Crimen y castigo', 'La montaña mágica', 'La metamorfosis', 'Madame Bovary', 'Platero y yo', 'Poemas humanos', ... y y y...

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

Antonio Machado por su coherencia vital y su poesía verdadera, por su capacidad crítica y su amor a España. Guillermo el Proscrito, de Richmal Crompton, por su manera de ver la sociedad, su humor y libertad inquebrantables y la fidelidad a su perro Jumble y sus amigos. Recomiendo las lecturas de ambos a niños y mayores: don Antonio Machado se sonreirá consolado en sus ¨días azules“ al lado de William Brown y su alegre perro mil razas.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Los que fomenten el odio, la intolerancia, la violencia, los racistas o sexistas, todos los que defiendan la supremacía y/o la inferioridad de razas o de géneros.

Una voceadora lastimosa, -pues supongo que para ella misma ese arisco reduccionismo representantivo y su curioso figurar no dejó de ser un lastre torpe y una constante comparación-, por activa en anular más la integridad humana de la mujer española (que tuvo que sufrir las teorías fascistas de volver a ser descanso del guerrero, ciudadana de segunda, mera fábrica de infantes para la Patria), fue Pilar Primo de Rivera. Pero no fue tan negativa para ciertos aspectos del folklore... Y es que entre blanco y negro hay grises incluso en el peor de los casos.

Un rasgo que defina tu personalidad.

La capacidad de remontarme contra viento y marea por mis viejos ideales. También perdonar, creo. Porque siempre han vuelto a sacudirme los mismos...

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La fidelidad a sí misma y el respeto a los demás. Con alegría.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

La política actual no persigue el servicio público y sólo el beneficio personal y partidista: es difusora de incultura, tonterías prescindibles, gastos obscenos, pensamiento plano. Todos los partidos han colaborado en la destrucción de las Humanidades y la educación. Me apena el desconcierto y la ignorancia generales –cuando no analfabetismo funcional- del selfismo en una sociedad empobrecida: ese YO, YO y YO sin rubor y sin lecturas. Me preocupa el conformismo, la falta de interés de aprender temas 'difíciles' que muestran demasiados jóvenes. Pero entiendo su bloqueo cuando no abundan ejemplos de altura moral en una sociedad en crisis donde se valora sólo lo material y se da más a los que más tienen, que además pueden llegar a ser presidentes e insultar, ofender y mentir con impunidad, recortando educación, sanidad, agencias progresivas, en beneficio del armamento masivo y la incomprensión desde su presidencia.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Hacer lo que me da la gana en el espacio en el que no molesto a nadie. Cuidar a mis animales y mi jardín. Ponerme a bailar y cantar. Pasar un buen rato con las personas queridas... Pasamos uno inolvidable el verano pasado porque confundimos unas barcas (de batalla naval acuática) con unas de paseo...) Todavía me río... ¡Estuvimos secándonos veinte minutos en una secadora industrial de aire caliente! Leer tranquilamente y sin interrupciones. Me gustaba leer poemas variopintos de autores idem a los amigos...

¿Por qué escribes?

Por lo mismo que respiro: es parte de mi ser y mi genética. Y porque me tira el amor y la compasión por el mundo, aunque parezca megalómano decirlo, y no tengo otras armas. Una amiga habla de que escucha crecer la hierba. Tengo un sentimiento parecido con lo que me rodea y veo impotente cómo se destruye todo lo que es importante en y para la vida saludable y plena.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Me pregunto si me servirían y debería hacerlo, pero no las uso. ¿De momento? Tengo miedo a la falta de privacidad y estoy ocupada con mil tareas. No dudo que hay blogueros fantásticos y que las redes sociales aportan también conocimiento al que quiera –y sepa- buscarlo. Pero a mí me gusta leer libros y pasar las páginas.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Uso las fuentes necesarias para recordar, documentarme y citar con propiedad si escribo ensayo. Pero en creación más que fuentes –un diccionario nunca viene mal y más cuando se vive en idiomas simultáneos- está el colchón etéreo de la música. La memoria, los viajes, la fantasía, el ensueño... Son huídas para escaparme de otras tareas a las que les he dado el mismo rango y que practico con la misma pasión que escribir.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Confieso mi desconocimiento en este campo o la falta de tiempo. Y con el antiguo problema de mis ojos me cuesta mucho más leer en las pantallas.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Si a don Miguel de Unamuno “le dolía España”, a mí “me duele el mundo”. Así diré las dos últimas líneas del poema 'Los nueve monstruos' de César Vallejo: “¡Ah! Desgraciadamente, hombres humanos, / hay, hermanos, muchísimo que hacer.”

Etiquetas
stats