Néstor del Barco, el cineasta que une de forma trashumante y colaborativa Extremadura y León

Néstor del Barco

Javier M. Seisdedos

J.S.-Se cumplen 5 años de una película que te ha cambiado la vida y también la vida a muchas personas, hablamos de la película colaborativa “Territoriu de Bandolerus” que ha supuesto para ti, haznos una reflexión

N.B.- Territoriu de Bandolerus, un proyecto que se inicia como un acto lúdico, porque en realidad no se pretendía nada más con esa película, y termina desembocando en un acontecimiento de una magnitud imprevisible en el sentido de que desborda todas las previsiones que se podían tener y se convierte en la obra cultural del año en Extremadura.

En ese trabajo, estamos defendiendo una lengua vernácula y contando una historia del pueblo, ya que las circunstancias se circunscribían al área del pueblo de Serradilla, eso explosiona, y llega a un montón de sitios. La película está muy bien vista por mucha gente que está en puestos de poder en el ámbito cultural y a partir de ahí se convierte en una especie de referente.

J.S.-La percepción que se tiene en Serradilla es que ha habido un antes y un después de hacer la película

N.B.- Si, sin duda, la vida cambia para un montón de gente, sobre todo para aquellos que participaron más activamente en el proyecto. Mucha gente que apenas se hablaba o gente que tenía una vida especial, sin apenas relaciones, pues terminan relacionándose, interrelacionándose en el pueblo y su vida cambia se sienten protagonistas de algo importante, en la conciencia de que han hecho algo histórico. Yo creo que para la gran mayoría de esas personas la vida ha cambiado en positivo. Y no solamente para los que han participado en la película, sino para todo el pueblo.

Serradilla era un pueblo anónimo, precioso muy bien ubicado en el parque Nacional de Monfragüe, que aporta al parque la mayoría del territorio, era una perfecta desconocida y nadie de los que van al parque, un porcentaje ínfimo, va a visitar Serradilla. A partir de hacer Territoriu de Bandoleros y de esa defensa de nuestro patrimonio, Se coloca nuestra tierra en el mapa, mucha gente vinculada a la cultura y al habla se interesa de lo que ahí aquí y de lo que tenemos, un reducto donde se habla de una manera especial. Y todo eso es gracias a este proyecto de cine. Muchas televisiones han ido al pueblo a hacer reportajes específico sobre el habla serradillana, y han ilustrado sus reportajes con gente vestida de bandolero, haciendo referencia directa a la película.

J.S.- Cuéntanos un poco lo que vais a realizar este año en Serradilla para celebrar este 5 aniversario.

N.B.- La película se hace vinculada al día del habla Serradillana, uno de los motivos era la defensa del habla ,ese día es un día de fiesta ya institucionalizada, este año casi de manera unánime celebrar este 5 aniversario que coincide además en fecha. Un 17 de agosto de hace 5 años se presento la película, y lo vamos a celebrar un 18 de agosto. La idea es rememorar todo lo vivido en el rodaje que duro 2 años y que incidió tanto en esa socialización del pueblo, pues de alguna manera, queremos juntarnos todos, volvernos a vestir con la indumentaria que se llevo cada uno en la película y darnos un pequeño auto homenaje.

J.S.- Hay que remarcar la importancia que tiene hacer cine de la manera en que tú lo realizas. La mayoría de los proyectos cinematográficos cuestan mucho dinero, y tú te plantas y haces un proyecto de manera casi artesanal rodeado de un grupo humano especial

N.B.- La idea de hacer cine siempre se vincula a realizar grandes proyectos, y a grandes presupuestos, y realmente es así. Nosotros conscientes de lo que estamos haciendo, estamos jugando a hacer cine prácticamente. Yo no utilizo presupuesto, mi ventaja es la siguiente; yo puedo dirigir, coger la cámara, producir a muy baja escala, puedo hacer el montaje y el entalonaje. Todas las áreas que conciernen al proyecto las puedo realizar. Entonces el ahorro es considerable. Pero todo esto sería imposible llevarlo a cabo sin la mentalidad de socialización. Hacemos cine socializando un poco. Me rodeo de amigos, y los amigos me dan y yo doy a los amigos. Ellos me aportan el ánimo suficiente y la fuerza para que el proyecto tire para adelante. Y yo a su vez les estoy brindado la posibilidad de hacer algo juntos. Entonces es una especie de viaje de ida y vuelta. Para mí, eso es lo más importante.

J.S.- Después siempre uniendo en todo ello siempre Serradilla y León, haciendo constantes guiños a las dos zonas donde has vivido. Con Territoriu de Bandoleros a cuenta de la película que se proyecto en Solanilla, se creó un hermanamiento entre la Sobarriba y Serradilla. Un fin de semana inolvidable donde los pendones de León se pasearon por las calles del pueblo. Con Santarrostru, vuelve a ver ese hermanamiento con actores de León y de tu pueblo, Rodajes en ambos sitios.

N.B.- Exacto es como la ida y vuelta trashumante, estamos hablando de trashumancia cinematográfica entre Serradilla y la cultura popular leonesa, siempre ha habido un nexo ancestral.

Yo soy extremeño y vivo en León, mi idea básica es casar esos dos mundos a los que amo. Actores de León y de Serradilla. Estamos recreando ese viaje de ida y vuelta. Aquellos conocen León y estos conocen Extremadura. Es una manera de unir a las personas y crear lazos. No nos olvidemos que en la edad media los reyes Astur leoneses repoblaron estas tierras extremeñas en la reconquista con la buena gente de León. Serradilla, sus antepasados vienen de la montaña de León.

J.S.- Santarrastru , otro proyecto de dos años de duración, ahora un año después de su presentación, que reflexión haces de todo lo vivido.

N.B.- La primera reflexión que me viene con Santarrostru es que ha sido como un parto doloroso. De la misma manera que disfrute muchísimo con el primer proyecto, he sufrido mucho con este segundo. Y me he dado cuenta que se necesita más colaboración. En Territoriu había más gente vinculada a la producción y aquí en Santarrostru me lo he trabajado yo solo prácticamente todo, y se sufre mucho. Cuando le dices a alguien que has hecho un largometraje rodeado de cuatro amigos y que todos los patrones de producción dirección se han cargado sobre las espaldas de una persona, pues alucinan un poco. Igual que alucino yo. Son proyectos que no estoy dispuesto a repetirlo de la misma manera. Ha sido un gran reto, me siento muy orgulloso pero no lo voy a repetir.

J.S.- Y bueno hablamos de el último proyecto realizado en estos 5 años que es el documental que acabas de finalizar cuyo título es Brezu. Demuestras, tu versatilidad, ya que son proyectos muy diferentes entre sí. Aunque siempre está la unificación del territorio como bandera.

N.B.- Este tercer proyecto se titula Berezu en el habla Serradillana, en castellano es Brezo, el arbusto tan conocido y del que también en León abunda. Este proyecto surge a través de unas conversaciones que tenemos en el pueblo, hablando de las fraguas, del año del hambre, justo después de la guerra civil. Se me ocurre que unido al mundo del Brezo, no se había hecho nada y era un proyecto bonito e interesante. Me decía... Que sacamos del Brezo. ¿Unas imágenes de un arbusto? Que para la gente pasa desapercibido, pero no, hay muchas ramificaciones ahí. En el documental hablamos; de que se hacía carbón vegetal del brezo que se consumía principalmente en las fraguas de la contorna, se hacía miel con el brezo, se hacían escobas, se hacían utensilios para la cocina, como cucharas, cuencos se hacían cachimbas, hablamos de un montón de cosas. Hablamos de una cultura rural de aprovechamiento y de cuidado del territorio.

S i algo sintetiza el brezo es el aprovechamiento forestal en su máxima dimensión. El brezo es un fijador de la tierra. El brezo que había estado ahí toda la vida representa en esos tiempos tan duros, una especie de respiro de ventana abierta. Para este trabajo he vuelto a rodar tanto en Serradilla como en la provincia de León. En el Valle Gordo en Omaña he grabado paisajes increíbles esta primavera. Lo más parecido a un orgasmo es la contemplación de este paisaje violáceo con millones de plantas en flor. Una sierra entera maravillosa.

Para mí lo más importante de este documental aparte de los paisajes son los testimonios en primera persona de los que vivieron aquellos tiempos difíciles. Da la casualidad, que dos de las personas que entrevisté, fallecieron, con lo cual,, lo que nos dicen aquí tiene un valor oral inmenso. También han participado voces autorizadas del mundo de la naturaleza, como Borja Fernandez, que es un joven ingeniero forestal de Serradilla, que nos aporta a nivel técnico bastantes cosas y luego el gran naturalista de nuestro país por excelencia que es Joaquín Araujo, habitante del territorio y enamorado del brezo. Nos aporta unos testimonios muy valiosos que le dan mucha consistencia al documental.

J.S.- En el documental Berezu, se habla de un mundo rural vivo, de territorio, personas, de ecología y medio ambiente.

N.B.-Yo soy partidario del retorno al mundo rural, y uno de los objetivos de hacer este documental es que alguna persona al ver este trabajo se pueda plantear ese retorno. Pero soy pesimista muy pesimista con el futuro de los pueblos. Sobre todo con lo referente al cambio climático, Araujo nos decía que ahora que hemos jodido el clima, aunque se quiera negar por algunos, él que es un gran observador del campo y la naturaleza, lo ve claramente en el comportamiento de los animales, de las plantas, en función al clima todo se comporta de una u otra forma distinta, pero en este caso es a peor. Estamos convirtiendo a la Tierra en un verdadero estercolero. En este documental podemos admirar la gran belleza que la naturaleza nos regala continuamente. A mí la ciudad cada vez más me transmite más violencia, desazón, inquietud, malestar y cuando vuelvo la mirada a la naturaleza sucede todo lo contrario.

J.S.- Para terminar una última reflexión de estos 5 años de estos 3 proyectos, con que te quedas de todo este trabajo.

N.B.- Este lustro a nivel personal me ha aportado muchísimas cosas. Conocía el grafismo y el significado de una palabra pero en este tiempo he logrado vivirla y entenderla, y esa palabra cuando la interiorizas te das cuenta de que has llegado a algún sitio, a una estación en mi vida. Y esa palabra es Solidaridad. La palabra que está presente en todos los proyectos que hago es solidaridad entendida en su más amplio espectro, en todos los sentidos. Es una de las palabras más maravillosas que hay y es una estación donde todos deberíamos llegar. Cuando entendamos esa palabra tendremos mucho, mucho ganado como sociedad. Mientras esa palabra no forme parte de nuestro abecedario estaremos perdidos.

RECONOCIMIENTOS MÁS REPRESENTATIVOS DE SUS PROYECTOS

TERRITORIO DE BANDOLERUS

Medalla de oro de la villa del pueblo de Serradilla

La Casa extremeña en Madrid la considero la mejor obra cultural del año

Premio Reyes Abades Festival solidario del cine español

Filmoteca de Extremadura presentación oficial en las cuatro sedes ( Cáceres, Badajoz, Mérida, Plasencia)

SANTARROSTRU

Selección oficial Festival de cine de Calcuta

Selección oficial Festival de cine de Siracusa

Selección oficial Festival de cine Montreal

Película de apertura en la X jornada de la Semana Negra de Getafe

Premio al mejor largometraje Festival de cine de Los Ángeles 'Best Fiction Film Festival'

DOCUMENTAL BREZU

De momento no se ha presentado en ningún certamen o festival, pero la mayor ilusión, es que la vean y disfruten muchas personas como lo han hecho ya en los dos proyectos anteriores.

Todos los proyectos cinematográficos realizados por Nestor del Barco y su equipo, han sido vistos por miles de personas dentro y fuera de España. En la presentación oficial deTerritorio de Bandolerus en Serradilla, asistieron a la presentación 3700 personas. En la presentación de León realizada en el Auditorio acudieron más de 700 personas. En el estreno oficial de Santarrostru en León, acudieron cerca de 1000 personas.. Está claro que todo lo que se mueve con energía de colaboración, bien común y solidaridad tiene el premio más querido. El reconocimiento y el cariño de la gente.

Hasta la próxima aventura que nos junte con Nestor en su barco de cine transfronterizo.

Javier M. Seisdedos. Editor de Creamos Presente

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