Fernando Calvo García: “Vengo de la tradición oral y mi amor a la literatura proviene de esos momentos”

Fernando Calvo García. Foto: Vanessa García Pérez

Manuel Cuenya

Luciérnagas,/ ¿por qué lucís en el estío/ en los caminos de la noche?/ Acaso vuestra luz es la luz/ de los poetas/ que enseñaron el camino/ de volver a casa./ Luminarias para el viajero perdido,/ para mí perdido.

Un verso es un garabato de luz.

La poesía es la lluvia del alma/ de los pájaros tristes.

La poesía es el envoltorio/ del alma.

Un poema es la música/ de un tiempo,/ de una luz/ en cristales de día/ en un jardín de claridad./ Un saber decir/ cómo dice el ruiseñor./ A veces son flores que vienen del frío.

Un verso debe ser pureza expresiva/ estética y conciencia ética...

El poeta es un ser:/ observador,/ curioso,/ intuitivo,/ imaginativo,/ sensible,/ sutil,/ herido/ amante de la belleza,/ reflexivo,/ amante del recuerdo./ Escribe para comprenderse/ y comprender el mundo./ Un poeta es un hombre con conciencia,/ es memoria...

El verdadero espíritu de la luz está en lo que escribes. La poesía es mayor que tú.

El mayor elogio a un poema mío/ es el eco de una lágrima en el lector...

Escribiré un verso/ con la luz de un cielo azul,/ con la belleza de una flor/ de mis alrededores,/ con las lágrimas de la Tierra./ Después lo entregaré/ como luz de mi alma./ Él, en su silencio, lo alargará/ como contemplación/ de un nuevo amanecer./ Escribiré en el sol de las lágrimas/ del mundo./ Mi corazón se aplaca escribiendo/ el dolor./ Lloran mis manos para vivir/ mirando las praderas blancas.

La poesía es un revólver sin balas, lo dijo Leopoldo María Panero.

Mis versos son astillas aromáticas para el pensamiento en un viaje de lluvia.

(Fernando Calvo García, Las luciérnagas muren en el frío del mundo)

Originario de Villaseca de la Laciana, el poeta y maestro Fernando Calvo García, cuya vida cultural se ha desarrollado y se desarrolla en Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares y Madrid, presentará su reciente poemario 'Las luciérnagas mueren en el frío del mundo' el día 7 de septiembre.

Será en la Casa de Cultura de Villablino a las 19 horas, con la colaboración de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de esta localidad lacianiega.

Cuenta Fernando que el título de su poemario es metafórico. “Las luciérnagas somos los poetas que, por nuestra sensibilidad, morimos en el frío del mundo, en las injusticias. Si uno mira al mundo con sensibilidad y con mirada crítica uno se llena de frío (dolor, tristeza...)”.

Se trata de un libro combativo, impregnado de humanismo, que nos ayuda a reflexionar. Y nos conciencia de la importancia de los grandes valores como la justicia, la igualdad, la libertad, la solidaridad, el respeto por el otro, por el diferente, la defensa de los emigrantes. “El poeta Ángel Guinda dice que una frontera es una herida en la tierra”, matiza Fernando, quien se iniciara en el mundo poético, literario, a través de los calechos y filandones de su tierra.

Historias, cuentos, romances... fue el primer libro de su vida -asegura él-, que aprendió a escuchar y respetar a los mayores.

“Vengo de la tradición oral y mi amor a la literatura proviene de esos momentos. Un día en Torrejón de Ardoz lo comentamos Luis Mateo Diez y yo”, rememora.

Aparte de tradición oral, Fernando descubrió, allá por los sesenta del pasado siglo, la poesía de Miguel Hernández (en la primera edición de Losada). Y se quedó impresionado con sus poemas, con su vida y su muerte.

“Memoricé muchos de sus poemas y los utilicé como lucha contra el franquismo. Me fichó la Guardia Civil por dar un recital de Miguel Hernández en Villaseca. Todavía debe existir la ficha de 'rojo peligroso'. Esto hoy parece una anacronía. Cuando fui de maestro a Ibiza y alquilé un apartamento, a la semana tenía una pareja de la Guardia Civil en mi puerta para controlarme... Empecé a trabajar la poesía en la escuela, esto me animó a escribir poesía, a leer cientos de libros de poesía, de todas las épocas, de todas las tendencias... Y así he seguido, ya con mi séptimo poemario”.

No sólo su lugar de nacimiento, sino Robles, toda Laciana, las brañas, Babia, Corniero (pueblo próximo a Riaño), en realidad toda la naturaleza: arroyos, manantiales, prados, montes... le han servido como inspiración a la hora de componer poesía.

“Viví 'en una metáfora de la naturaleza', en medio de un vergel, hasta los dieciséis años”, apostilla. “La naturaleza impregnó mi infancia, hoy mi poesía lleva esa marca en la memoria”. Su padre le transmitió el amor a todo lo que sembraba y crecía con trabajo y esfuerzo, en medio de un mundo natural, poblado por árboles, flores, pájaros, luciérnagas, libélulas, grillos... animales salvajes y domésticos... Un mundo lleno de colores...

Memoricé muchos de sus poemas y los utilicé como lucha contra el franquismo. Me fichó la Guardia Civil por dar un recital de Miguel Hernández en Villaseca. Todavía debe existir la ficha de 'rojo peligroso'

No obstante, en ese mundo también existían las minas, los mineros asomados a las ventanas, de noche, para poder respirar porque sus pulmones se habían convertido en piedra de la silicosis. Imagen poderosa, que nos hace estremecer. Mientras, Fernando, siendo aún un niño, miraba el cielo estrellado.

También creció con la nieve -memoria de la nieve-, la tierra y los árboles cubiertos de nieve. Otra imagen fantástica.

“Todavía hoy en la ciudad mis ojos llevan un copo de nieve”, recuerda este poeta lacianiego, convertido en un 'urbanita', que lleva viviendo casi toda su vida en Torrejón de Ardoz.

“A día de hoy, cuando voy al centro de Madrid a ver exposiciones de arte, a museos... a tapear, a ver los edificios, soy la persona más feliz con Paqui”. Sin embargo, cuando mira hacia el suelo y ve tantos pobres en los soportales, en los rincones, en los pasadizos, durmiendo entre cartones, eso le produce dolor y rabia.

Es la suya una poesía sencilla pero profunda, clara, llena de pureza y libertad (en el fondo la escritura es un fiel reflejo de uno mismo, de lo que uno es en verdad).

“La poesía de Fernando Calvo García es honda, grave, meditativa. Tensión e intensidad cargadas de intención. Aborda las grandes preocupaciones de la condición humana. Indaga el silencio esencial y fértil desde el abismo de nuestra existencia. Poesía con claridad de forma e inmediatez de tema: relampagueante, minimalista, aforística”, escribe el poeta Ángel Guinda.

Una poesía ética-estética, con aires greguerísticos, en la que se contiene la espiritualidad del ser humano. “La poesía para mí es vida, amor, un conocerme y conocer al otro, diálogo, compartir, relacionarme. Desarrollar cada día más mi sensibilidad, la mirada crítica, buscar en la ética y desarrollarla con belleza. Un desarrollo neuronal (neurogénesis), ser más creativo. La poesía es el arte de la palabra, el arte de la soledad.

La poesía cada día me hace más insumiso, más rebelde más revolucionario (una revolución sin armas. Y sí con un libro en las manos. El día que eso ocurra, los poderosos temblarán). La poesía me hace más humano en busca del ser humano. Me hace comprender. Me enseña a mirar sabiendo lo que miro. Ser poeta no es ningún oficio, es un sentimiento de ser y estar en este mundo de una forma activa. El día que el ser humano descubra la poesía será otro... La poesía nunca morirá“, sostiene Fernando, quien escribe en verso libre que, ”como sabemos, viene de los simbolistas franceses“, añade.

Se siente cómodo en el verso libre, aunque también escribe poemas en versículos, en prosa. A este respecto, aclara que no está en contra de la poesía rimada, sí, en cambio, en contra del ripio, de la rima facilona. Se muestra respetuoso, en todo caso, con todo tipo de poesía, tendencias, estilos. Y admira tanto a los poetas clásicos como a los contemporáneos.

“Detrás de un poeta hay un ser humano y para mí es más importante el ser humano que un poeta –afirma–. Ya Antonio Machado lo decía en 'Juan de Mairena': 'nunca tendrá valor más alto que el valor de ser hombre'”.

Poesía y filosofía estoicas

Fernando es, en esencia, un filósofo, estoico, para ser más precisos, en el sentido de su lucha por un mundo mejor, más justo e igualitario, más libre y solidario, siempre en armonía con la naturaleza. Como señala el principio Zen. Que a Fernando le gusta aplicar en sus haikus.

La poesía de Fernando Calvo García es honda, grave, meditativa. Tensión e intensidad cargadas de intención. Aborda las grandes preocupaciones de la condición humana

Por su parte, el emperador romano Marco Aurelio, que era un gran filósofo, decía -según nos recuerda Fernando-, que ser estoico es “estar en esta vida más en la lucha que en la danza”.

Aboga por una poesía de la Conciencia Crítica, que es una nueva filosofía estoica, teoría que comparte con otros poetas y filósofos como Jorge Riechmann. Y que un próximo encuentro en Moguer, Antonio Orihuela someterá a debate dicha teoría.

Reconoce abiertamente que hace tiempo que dejó de leer narrativa, “no está bien, pero a mí me envuelve la poesía”. Y se define como un lector de versos, antes que de poemas. “Busco ese verso que me atraviesa en transparencia el espíritu donde el poeta ha echado toda su imaginación, creatividad, belleza, esa imagen poética que trasciende a lo inefable. Y como lector vibro de emoción”.

Entre sus poetas preferidos -leoneses algunos-, están Gamoneda, Colinas, Llamazares y Mestre. “A Juan Carlos Mestre lo descubrí en 'La casa roja', Premio Nacional de Poesía 2009. Alucinante. Sus imágenes poéticas, tan creativas, originales, alucinadas, tienen tanta fuerza que no las veo en otros poetas... De Julio Llamazares leí toda su poesía y siento mucho que haya dejado este género: 'La memoria de la nieve', 'La lentitud de los bueyes', 'Versos y ortigas'. Y también sus libros en prosa: 'Luna de lobos' y 'La lluvia amarilla'. 'Luna de lobos' me impresionó hasta el extremo que una noche estuve leyéndolo hasta las cuatro de la mañana, no podía dejar de leer hasta saber el final... De niño yo oía a mis hermanos decir que habían visto a los maquis. Fueron unos luchadores y tuvieron que vivir como animales en sus guaridas hasta que un día una pareja de la Guardia Civil los liquidaba”.

Cree que tanto en la ciudad de León como en Córdoba existe un gran plantel de poetas. Y en el caso de León considera que los poetas del Ágora están haciendo una labor extraordinaria, sacando la poesía a la calle para todos. Y el encuentro de San Miguel de la Escalada es sublime por el entorno. Se alegra de que la gente joven –la savia nueva y el futuro de la poesía– organice y asista a tertulias, recitales, presentaciones de libros

Además de poetas leoneses, Fernando tiene devoción por los poemarios de Alberto García-Teresa, que le han hecho y reflexionar, hacerse preguntas, y emocionarse, “abrazando vértebras”; Matías Escalera con su libro 'Del amor de los amos y del poder de los esclavos', que lo ha llenado de preguntas y de puntos suspensivos; Antonio Orihuela con su libro, 'Todo el mundo está en otro lugar'; Javier Lostalé, “por su amor espiritual, por la belleza de sus poemas, por la cantidad de vivencias y experiencias que contienen. Hablar con él me produce paz, tranquilidad, es un ser entrañable, buena persona, buen poeta. Lleva dentro de él un mundo. Escucharle hablar de su amigo Vicente Aleixandre es quedarse con la boca abierta, embobado. Su último libro 'Cielo' es etéreo”; Ángel Guinda, al que siente no haberlo conocido hace treinta años, porque también es un gran ser humano lleno de bondad, un gran poeta y un gran amigo suyo. “Cuando nos reunimos hablamos de poesía en profundidad, yo aprendo de él, me ha enseñado mucho y me ha ayudado mucho con mi reciente poemario, hasta que lo hemos podado y dejado en esencia, me llena de sabiduría y vida. Coincidimos en muchos aspectos poéticos. Su 'manifiesto' no tiene desperdicio, yo ratifico cada línea (menos poetas divos y más poetas subversivos)... Ángel es pura humildad. Dice que la poesía es 'Palabra con el menor número de palabras'... No me gustan quienes te miran por encima del hombro, creyéndose en posesión de la verdad”.

Asimismo, reivindica a Ada Salas, por la forma tan especial de sus poemas, incluso al filósofo Emilio Lledó y su ensayo 'Sobre la educación', porque para Fernando Lledó, junto con el ya fallecido Sampedro, es un referente ético en España.

“Cuando Lledó, defensor de la Escuela Pública, imparte una conferencia siempre se acuerda de Don Francisco, su primer maestro de la República en Vicálvaro, él fue quien le transmitió el amor a los libros y la lectura. Vive cerca del Retiro de Madrid y en otoño, cuando caen las hojas de los árboles, él extiende sus manos para que se vuelvan de colores. Para mí ponerme debajo de un árbol, un día de otoño cuando caen las hojas, es una sensación especial”.

A Fernando le toca muy de cerca la enseñanza pues él fue docente (ahora jubilado), aunque dice que nunca dejará de ser maestro.

“He vuelto a la Escuela a transmitir el amor por la poesía. Tengo escrito un libro (inédito) 'La poesía en la escuela: formas y maneras'”, que le gustaría publicar, por lo que –en su opinión- podría significar para la comunidad educativa. Está basado en una experiencia práctica que él llevara a cabo en el Colegio Público La Gaviota de Torrejón de Ardoz (Madrid), con unos resultados extraordinarios. “En estos momentos lo está estudiando una editorial para ver si lo publica. Es un libro que debería estar en todas la bibliotecas escolares, que deberían conocer las autoridades educativas, el profesorado (para ponerlo en práctica en sus clases de Lengua). Y también el alumnado.

-'Profe' es que tú nos llevas más allá, a la creatividad. Nos planteas preguntas que nosotros nunca nos las habíamos imaginado.

-¿Cómo son las manos del viento?

Una niña de sexto preguntó: ¿Cómo es la luz de la libertad?

Otro niño se cuestionó: ¿Cuál es el poder del saber?

-¿Qué es el viento? -El rastrillo de la contaminación.

Creatividad, sentido crítico, enseñar a mirar, a leer entre líneas.

El sudor son lágrimas negras. La i lleva un punto. La i lleva una lágrima en su rostro. Vaya diferencia, decirlo de un modo u otro.

Desterraron el ripio.

Hicimos revistas donde publicaban sus poemas, textos.

Un niño, cuando presentamos una revista al claustro, dijo que ver su poema publicado era lo más grande que le había ocurrido.

Y otro niño, a quien le preguntaron para qué le servía la poesía, contestó: 'ahora escucho el sonido de las hojas de los árboles'“.

'Luna de lobos' me impresionó hasta el extremo que una noche estuve leyéndolo hasta las cuatro de la mañana, no podía dejar de leer hasta saber el final

Autor de varios poemarios, como 'Poemas sin cáscara' o 'Memoria de un grano de arena', entre otros, Fernando, que no se considera ningún ruiseñor ni jilguero, sino sólo un humilde gorrión que pía, cree que uno se va haciendo poeta con trabajo y esfuerzo. Y ahora está corrigiendo, “podando”, una miscelánea titulada 'Copos blancos, copos negros de nieve' (a partir de poemas inéditos escritos entre 2011 y 2017).

“En breve le pediré a Javier Lostalé si tiene a bien hacer el prólogo –precisa–. Y posteriormente mandarlo a alguna editorial”.

Entrevista breve a Fernando Calvo García

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

'El libro del frío', de Antonio Gamoneda. Lo he leído muchas veces y vuelvo a él. Un libro impresionante, enigmático. Sus versículos atraviesan mi alma como rayos transparentes en una elevación espiritual del dolor.

Según el poeta Juan Carlos Suñén, este libro “nos sumerge en la vida hasta hacernos escuchar el llanto de un hospital vacío” (esto es muy fuerte).

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

La humanización del ser humano en todos los aspectos: amor, justicia, igualdad, libertad, solidaridad...

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Antes de comprar y leer un libro procuro buscar información diversa, variada. Pregunto, busco en revistas literarias para no comprar un libro insoportable. En cuanto a autores y autoras considero que en el mundo literario hay mucho narcisismo, egoncentrismo, cainismo, subidos en un pedestal. Y en el mundo poético más. He comprobado que cuanto más grandes son más humildes. Los mediocres son insoportables.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Carácter.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

Corazón e inteligencia, juntos.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Todo poder es opresión.

La política actual busca el poder no para el bien público sino para el bien privado, el particular de ellos. Utilizan el poder para engañar, oprimir y beneficiar a los mismos. Los ricos cada día más ricos y los pobres cada día más pobres. ¿Y de la sociedad? Está adormecida, se desentiende de los problemas, están desenchufados de lo que ocurre de verdad. La posverdad (la mentira con fines políticos) se la creen. Hoy el ser humano, mediatizado, quiere tener más que ser. No hay reflexión, sentido crítico...

Hay que pararse a pensar, a mirar sabiendo mirar.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Eso mismo me pregunto yo. El arte, la belleza artística me produce placer. La contemplación estética me libera y me hace vivir más intensamente, me produce goce interior porque me enriquece intelectual y espiritualmente.

¿Por qué escribes?

Para vivir (no económicamente). Por sentimientos. Para denunciar las ignominias del mundo. Porque tengo frío y un verso me arropa. Porque me hace amar más allá de mí mismo.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twiter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

No. Creo que son necesarias, pero lo que no pueden es volverse patológicas. Leer mucho y escribir mucho es lo que crea un estilo literario.

Es necesario escribir a mano porque la relación que hay entre el cerebro y la mano no se da en un ordenador. El libro de papel humaniza.

¿Cuáles son las fuentes literarias a la hora de escribir?

La lectura de los libros son el más asombroso principio de libertad y fraternidad, dice Emilio Lledó.

Muchas: leer y leer, una idea en el duermevela, una palabra de un verso, una noticia, una imagen, mis alrededores, el amor a la naturaleza, una gota resbalando por un cristal, una injusticia, las guerras, las fronteras, los emigrantes, los pobres, los diferentes... una flor en el asfalto...

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Tengo mi web -fernandocalvogarcia.wordpress.com- como medio informativo de mi poesía, presentaciones, comentarios, vídeos... No como herramienta literaria.

Yo escribo a mano, con tinta negra en hoja blanca. Ese placer no lo cambio por nada. Después, claro está, por motivos del mercado lo paso a ordenador. Yo conservo todos los poemas manuscritos.

Una frase que resume tu modo de entender el mundo.

Un verso: “Las esquirlas del silencio me ayudan a oír la luz” (El silencio es muy importante para pensar).

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