Andrés Trapiello se adentra en ‘El Rastro’ que “habla de lo que se resiste a desaparecer”

Juan Lázaro / ICAL El escritor leonés Andrés Trapiello presenta 'El Rastro', su nuevo libro.

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El escritor Andrés Trapiello (Manzaneda de Torío, 1953) presentó este martes El Rastro. Histora, teoría y práctica (Destino), su último ensayo construido a partir de experiencias dominicales de 40 años de historia. Un libro que “habla de lo que se resiste a desaparecer” y del “poder de atracción de lo viejo”. El leonés, Premio Nadal por 'Los amigos del crimen perfecto', destacó la generosidad del legendario mercado, en el que “todo el mundo miente, pero nadie se engaña”, al señalar que “te da siempre lo que esperas y, seguramente, más de lo que mereces”.

En un escenario de “meditaciones y conjeturas”, Trapiello, que un día se encontró con un libro de Benito Pérez Galdós ('La fontana de oro') dedicado a José María de Pereda, tesoro por el que pagó 225 pesetas, explicó que “siempre habrá gente que buscará en el pasado lo que le el presente no le da”. Por ello, cada domingo miles de ciudadanos, hasta 100.000, pasean con “un sonrisa” esperando encontrar “ese objeto que le devuelva a su infancia”. Ese viejo trineo llamado Rosebud con el que Kane jugaba de niño.

Durante su intervención en la mítica Taberna Antonio Sánchez, la más antigua de la capital, Trapiello incidió en la importancia de “rescatar y dar una segunda vida” a las cosas y confesó seguir sintiendo “la misma curiosidad” del primer día. “La diferencia con internet está en el contexto”, dejó claro al hablar de mercados 'online'como Wallapop y Todocolección. Un contexto en el que se impone un regateo que, en sus propias palabras, “es un instrumento muy útil” para “apreciar el valor” de esos objetos; y se “respeta” cualquier trato previo.

“El barrio se conserva divinamente, porque la pobreza preserva”, celebró Trapiello asegurando que la zona, en torno a la Ribera de Curtidores, “nunca decepciona”. Su ensayo, “de largo recorrido y gran cocina”, reúne historia, literatura, arte, filosofía, ficción, memoria, reflexión, coleccionismo y trapería desde una mirada perspicaz fruto de su conocimiento del terreno.

Trapiello, que comenzó a ir al Rastro cuando aún había gallos en los patios y los solares de las Américas, puso de manifiesto que en este mercadillo, lleno de historias y leyendas, está “la radiografía de la sociedad que los alimenta” e invitó a la gente a adentrarse en esta “cita con nuestro pasado” y, sobre todo, a hacerlo con “una actitud humilde”. Porque, en definitiva, “lo mejor del rastro no es lo que se encuentra, sino lo que se va buscando”.

El autor de 'Las armas' y las letras agradeció al tipógrafo Alfonso Meléndez su trabajo porque, en sus propias palabras, “este libro publicado de otra manera no sería el mismo”. Un libro “muy especial” que describe una ciudad sin ley de público variopinto que ha evolucionado a lo largo del tiempo y a la par de los objetos apilados en los puestos.

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