La poesía que cura se dio cita en un ágora especial para reconocer la labor humana y cultural de Mar Ferreras y Toño Morala

Ágora Mar Ferreras y Toño Morala

Javier M. Seisdedos. Editor Creamos Presente

Más de un centenar de personas amigas acompañaron el pasado martes 20 de agosto en la Casa de Cultura de Mansilla de las Mulas, a esta pareja entrañable, que si no existieran habría que inventarlas. Ellos dos unidos, llevan escritas en su alma las palabras amistad y dignidad como bandera, irradiando luz y esperanza allá donde no la hay.

Juan Álvarez Iglesias tiene 17 años, es el poeta más joven que participó ayer en el Ágora homenaje a Mar y Toño celebrado en Mansilla de las Mulas dentro de su semana cultural.

A finales de este año publica su primer libro de poesía... Escribe poesía desde que era un niño. Es su alimento, su vida lo es todo...

Es uno de los hijos de este Ágora que nació de forma libre hace 6 años y que ha crecido poco a poco plantando cientos de semillas de esperanza y cultura en nuestra ciudad y ahora también en nuestros pueblos.

Hablamos con Ramiro Pinto, uno de los fundadores del Ágora y alma de este resquicio de libertad creativa para que nos hable sobre el espíritu del Ágora de la poesía y de la labor de Toño Morala y Mar Ferreras.

Está viendo un fervor cultural, pero sobre todo es el despertar de la gente a la poesía.

Que la poesía no es de cuatro, ni de una élite ni es de nadie, es de todos, es del pueblo que es lo que decía Miguel Hernández en su “Viento del Pueblo”.

Y también quiero destacar que hoy aquí en Mansilla de las Mulas hemos querido hacer un homenaje a Mar Ferreras y a Toño Morala, más que un homenaje es un reconocimiento. Transmitirles nuestro cariño y sobre todo su personalidad, su actividad permanente y constante de siempre que trasciende a la poesía y por eso hemos querido que estén compañeros de lucha social y política que estén amigas, amigos. Yo creo que ha sido una forma de arroparles.

Por otra parte ver que la poesía y la cultura es muy cercana, muy humana, no es algo que se suba a un pedestal, es algo que te abraza, que te quiere y que muestra su afecto y no en la palabra si no en el tu a tu de las personas.

Podemos conversar unos minutos con Mar Ferreras y Toño Morala, justo después de terminar el acto. Ahí van algunas de sus reflexiones.

J.S.- Que tal Mar después de esta sorpresa que os han hecho, como os sentís?

Ha sido una encerrona, nosotros veníamos simplemente porque era el acto hoy aquí en Mansilla del Agora, en al cual nosotros habíamos sido fundadores en el principio, y cuando hemos llegado y hemos visto que el homenaje era a Mar y toño, Toño y Mar... Pues lo que acabo de decir, que todo esto me ha dado un subidon, que me ha dado más vida esto que cualquier sesión de quimio, además que ahora estamos pasando una época un poco complicada Toño y yo, pero bueno ya te digo, para adelante .

Quiero agradecer al Ayuntamiento de Mansilla de las Mulas, a todas las amigas y amigos del Agora, de verdad que ha sido super emocionante y ver la Casa de Cultura de Mansilla llena, pues, nosotros que hemos asistido aquí a muchísimos actos y que hemos hecho mucha cultura en Mansilla desde muchos puntos sociales, había veces que venias a la Casa de Cultura y veías a 10, 12 personas y entonces, ver esto lleno de gente de fuera y de dentro del pueblo, la verdad es que estoy emocionadísima y muy agradecida.

J.S.-La poesía cura?

Uff-Ya te digo que la poesía cura...

La cantidad de amigos entrañables y para toda la vida que se crean...

Que viva el amor y que viva la poesía...

Muchísimas gracias a todos .

J.S.- Hoy se ha llenado esta instalación cultural de mucha energía positiva sanadora para los dos, esperamos que os llenéis de todo esto que se ha creado entre todos.

M.F.- Si es cierto, ha sido precioso.

En estos momentos estamos los dos mal.

Toño quizás, lo lleva peor que yo.

Pese a todo ello con la esperanza a tope...

J.S.- El Ágora ha sido una experiencia increíble y este reconocimiento que os han hecho hoy, algo que ha sido un poco como vuestra criatura, que habéis visto nacer, crecer y desarrollarse.

M.F.- En el 2013 éramos cuatro amigos y mira en lo que se ha convertido. Anda que no pasamos fríos y lluvias con los paraguas al viento... Y gracias al chocolate de Yolanda la compañera de Ramiro que nos lo repartía a todos. Y muy bien porque después empezó a meterse gente joven maravillosa. Igual había gente mayor como Felisa que la acabamos de escuchar todos hoy recitar de memoria. Había gente que se cortaba en público, yo sin ir más lejos. Yo nunca leía en público porque me daba mucho corte y a partir de una intifada poética con los “Calderos de Riaño” Toño y Ramiro me animaron a leer, y allí fue donde perdí esa vergüenza.

El ágora es muy familiar, allí hay gente que no la conoce nadie, pero aparece de repente una persona y te dice... -Y yo puedo leer?

J.S.- Simplemente han pasado cientos de personas que aman la poesía, que no son profesionales, pero que hacen esa poesía que “sana”.

M.F.- Si, si por supuesto que sí.

Es la poesía del pueblo y para el pueblo.

Que es lo que tiene que ser, porque ahí es plena libertad. Nadie es más que nadie el mismo valor tiene un poeta reconocido que un chaval joven que está rapeando. En el Ágora somos todos iguales.

Pedí a Toño Morala, que manifestara con sus palabras leales alguna reflexión sobre la cultura, la vida, el Ágora y sobre todo lo vivido en este merecido reconocimiento. Toño se quedó sin palabras, no podía apenas hablar por su dolencia física. En su interior al mirarle a los ojos pude descubrir, dolor, silencio, amor, dignidad, amistad y el rostro de un obrero de la cultura que se ha dejado el Alma por construir un Mundo Nuevo, lleno de Libertad.

Compañero, Ahí seguimos ... Siento tu grandeza y la luz de Mar, y aunque estáis solos en vuestra lucha por la vida, me gustaría que sintierais todo lo bello que tanta buena gente os procesa. Llenaros de toda la energía positiva y en los momentos duros, llenaros de la magia de la esencia de todo lo que mueve el mundo... El Amor.

No lo olvidéis nunca... Os queremos y os llevamos dentro, son esos lazos sagrados e invisibles que unen a todas las personas luchadoras de la Tierra.

“Y ahora, en estos tiempos deshumanizados, donde la vida no vale nada, y ya ni siquiera se piensa, aparecen retazos de mujeres y hombres que llaman al pueblo para salir a la calle de nuevo y a las plazas, y ahí, con toda la libertad, con toda la bondad y con toda la lejana dignidad, se juntan para leer, cantar, dramatizar, música... y lo hacen altruistamente, solo se cobra en amistad y sosiego durante un tiempo limitado, pues el resto, está ocupado con las dolencias de la vida en todos los terrenos, pero ese tiempo ganado a la vida, es el verdaderamente importante... sentir, trasladar vivencias, humanizar más aún la amistad, y sonreír, sonreír al viento para que reparta el eco de unos versos robados al alma, y de esa manera, hacer más amable la vida, solo eso, el resto, no puede esperar, y va en el mismo paquete, lucha, lucha, lucha, y en el entremedias... un verso que reme entre los valles del Universo, lleno de humanidad, eso es el Ágora de poesía, la plaza donde nacen palabras para regalar a la soledad, el olvido, el silencio, y la vida...”

Consulta en este enlace el texto completo de Toño Morala. Agosto 2019

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