Inocencia Montes: “Sin labradores, pescadores y ganaderos, no comeríamos”

Inocencia Montes

Manuel Cuenya

“Ven amor, entra en mi cama.

Te enseñaré lo que aprendí de los hombres

que me regalaron

el olor de la vida entre sus piernas.

Cómo me partí en dos

cual fruta por dedos hábiles desgarrada,

cuando dejé de avergonzarme

por temblar de deseo con sólo mirar a los ojos.

Ven amor...

aún estoy poblada de curvas rotundas bajo la piel.

Soy infinita en silencios,

y tengo los brazos llenos

de entradas por salir en busca de ternura.

Ven amor...

aún voy pariendo cada día mi humedad

por ser heredera de hembras hechas para lengua

inquieta.

Aún me lavo

en un río femenino y sensual

hasta que me desvanezco cada noche en la corriente

de un desagüe de bañera,

y luego,

convierto en humo de sabanas

lo que debió ser lujurioso desenfreno.

Porque soy un recipiente de mujer casi vacío,

porque tengo el corazón seco

y el cuerpo aún palpitante.

Ven...

que soy una mujer

ofreciendo música.

Declárame tu amor

y dejaré soñar...

el Stradivarius“.

(Inocencia Montes, 'Dicen del Stradivarius')

Natural de Tabuyuelo de Jamuz, Inocencia Montes es autora de algunos poemarios, entre otros, 'Las ausencias del palomar' o 'Corazón de golondrina', que es asimismo el título de su blog: http://inocenciamontes.blogspot.com/

Cuenta su autora que estos poemarios ya son libres y están destetados. Que se defienden solos. “Yo sólo fui el cuerpo sementera que los custodiaba, nada más. Como niños bien educados se emanciparon y viven su historia”, así se expresa Inocencia Montes, nombre artístico tras el que se esconde Rocío Pérez, que es una apasionada de su tierra, del mundo rural. Y por supuesto de la poesía.

“Sin labradores, pescadores y ganaderos, no comeríamos”, dice ella, convencida de que la importancia de “labrar la tierra”, “sembrar el campo”, “criar cabezas de ganado” o “salir a la mar”.

“El día que se lo crean y se unan –se refiere es obvio a los labradores, pescadores y ganaderos–, dejaremos de escuchar por todas partes ese tonillo peyorativo cuando se habla del mundo rural”.

Lástima que el mundo en que vivimos no tenga en consideración a quienes logran, con su sudor, alimentarnos, dar de comer al mundo.

“El mundo reposa en la explotación y se desplaza por la guerra. El mundo descansa en el explotado o avanza sobre cadáveres... Todo se hace a costa de alguien...Vivimos sobre el terreno pantanoso de los explotados... Mira a un obrero de cerca. 'Es tan persona que asusta', como dijo alguien de otra cosa. Hay tras él generaciones de esfuerzo, viene del fondo revuelto y gremial de los oficios, las epidemias y el hambre”, escribe el genio Umbral en ese libro revelador que es 'Mortal y rosa'.

Hay que volver a la tierra. La poesía también debería brotar de las entrañas de la tierra, de la Madre Naturaleza. El mundo rural debería ser para todos, apunta Inocencia Montes, que, con su vena lírica, escribe que “el paraíso huele a trébol recién cortado y manteca. A pastos para las ovejas. A primavera para las libélulas. A monos azules en los tractores y a manteles con alcanfor que sólo salen para la fiesta”.

Tengo hilos con distintas generaciones. En un pueblo, cuando has nacido en él, a poco que te esfuerces nunca estás solo. Todo es auténtico por sencillo. Si te vienes arriba, o te subes al guindo, te devuelven rapidito a tu lugar... 'mira la Montes, pero si yo le quitaba los mocos de chavala'

Con su singular visión de la realidad, “esta humilde personica de pueblo”, como ella misma se define con humor, nos recuerda que la poesía es una huelga constante. Y su poesía es atrevida, comprometida. Como brotada como la lava de las entrañas de la tierra, efervescente como un vino con solera y el aroma universal a frutas o frutos del bosque.

“Farugh Farrojzad decía que es una ventana. Se abre y se asoma quien haya nacido hace 200 años o se abre para quien nazca dentro de 300 años. Creo que las poetas muertas nos empujan por la ventana para que sigamos protestando, para que sigamos en huelga”.

No en vano, la ya fallecida poeta iraní Farugh Farrojzad, con su rebelión, es una de las autoras que más le ha influido a Inocencia en su forma de escribir, aparte de “Gioconda Belli y su revolución; Susana Barragués y sus amántopos; Alda Merini y su locura; Celsa Barja y su profundidad; Elsa López y su inevitable océano; Rosalía toda... Jesús Lizano, Hamlet Lima Quintana, Mestre, Bonald, Borges...”, agrega Inocencia Montes, a quien le gustan encuentros literarios como el Ágora y el Cuento Cuentos, porque le devuelven, según ella, la confianza en la franqueza cuando duda de todo. La duda metódica, método que populariza el filósofo Descartes, como un modo de conocimiento. Y por ende de supervivencia. Uno debería quizá dudar de todo por sistema.

“Sangra aún tu amor por las suturas

de la almohada hundida.

Me has golpeado por el cuerpo

Lamiendo mi pasión a tu capricho.

Ahora,

un último rayo de sol que se ha perdido

muere entre mis uñas

sin saber su travesura,

llorando está el invierno de las tejas a la calle

sin sospechar siquiera que detrás

de esa ventana

que enfría bajo cero este noviembre,

aun queda el calor de un pezón caliente

y el arqueo de la pelvis

tras la carne penetrada.

Y que estoy desnuda aún...

Y esperanzada“.

(Inocencia Montes, 'Post coitum...', poema incluido en 'Las paridoras de la plaga')

León, hervidero de locura literaria

En todo caso, cree que León es en la actualidad un hervidero de locura por la cantidad de eventos literarios que existen. “Formar parte y ser un grano (entiéndase grano como se quiera... grano de arena o grano en salva sea la parte) es una gozada. Perdóneseme el desbarro si digo... que es comparable a meter la mano entre una camada de perros recién nacidos. Oyes el gruñido de una perra madre (la escritura)... pero la mano está suave, cálida, sientes respirar inocentes. Luego podrán ser perros de presa, de aqueda, de compañía, de caza, de paseo. Somos una camada”, explica con cierta ironía Inocencia Montes, “la Montes”, como le llaman con frecuencia en su pueblo, pues allí, donde vive, dice ser alguien sin nombre, en el sentido de que es la hermana de... la nieta de... la hija de...

“Tengo hilos con distintas generaciones. En un pueblo, cuando has nacido en él, a poco que te esfuerces nunca estás solo. Todo es auténtico por sencillo. Si te vienes arriba, o te subes al guindo, te devuelven rapidito a tu lugar... 'mira la Montes, pero si yo le quitaba los mocos de chavala'”, se expresa con humor Inocencia.

Sobre su pueblo Tabuyuelo aclara que es un territorio más; una manera más de vivir. “Podría haber nacido en cualquier otro punto del mundo y creo que lo amaría igual. Pero esta nacencia me dio una identidad por la que estar agradecida”, apostilla esta poeta que forma parte del “movimiento en boca de mujer”, como ella misma le llama. Un movimiento en el que mujeres muy distintas comparten la escritura como nexo.

“Somos un bebé recién nacido, vamos con los primeros dientes...”, matiza Inocencia, quien también tuvo el gusto de participar en Poesía para Vencejos en el 2014. Un encuentro que comenzó –nos cuenta ella– como el Ágora, con un grupo de amigos leyendo poesía en el patio de armas del castillo de los Bazán, en Palacios de la Valduerna.

Monte Riego es un nombre propio... Rafael Cabo. Un genio con mucha paciencia. Yo le entrego un puzzle de ideas y poemas en una caja cerrada. Con mucha mano izquierda la abre en su trastienda. Debatimos, escuchamos música, movemos las piezas de un lado a otro... En este mundo de carreras y estupidez, compartir confidencias, risas, música y conversaciones con el editor, la persona que confía en que lo que escribes, es muy grato

“El castillo lo había comprado un maestro de instituto de enseñanza secundaria, Felipe Pérez Pollán. En la actualidad, alberga además un premio nacional de poesía. Aquellas son las semillas de lo que se está viviendo ahora en la provincia de León. Les debemos pleitesía. A Felipe sobre todo”, reconoce Inocencia, la creadora de un poemario que acaba de salir a la calle, cuyo título es 'Las paridoras de la plaga', “en principio es un libro incómodo, después... allá cada cual”.

La editorial Monte Riego, que se ha ocupado de reeditar las obras de Conrado Blanco, entre otros, también ha sido la encargada de editar los libros de Inocencia Montes.

“Monte Riego es un nombre propio... Rafael Cabo. Un genio con mucha paciencia. Yo le entrego un puzzle de ideas y poemas en una caja cerrada. Con mucha mano izquierda la abre en su trastienda. Debatimos, escuchamos música, movemos las piezas de un lado a otro. A veces me voy cabreada, y supongo que tampoco yo soy fácil... En este mundo de carreras y estupidez, compartir confidencias, risas, música y conversaciones con el editor, la persona que confía en que lo que escribes, es muy grato.

(Y enriquecedor léase... moralmente)“, afirma Inocencia, que, con su característico sentido del humor, dice que mientras se está quedando preñada... dos o tres poemas más y algún ensayo ya se están gestando en ella.

Entrevista breve a Inocencia Montes

“Acabado el juego, el peón y el rey vuelven a la misma caja”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Vuelvo siempre a dos: 'Escucha mi voz' de Susanna Tamaro y 'Las Santas del Escándalo' de Erri De Luca.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

El señor que con 94 años llega cada día a mi trabajo y me pregunta: “¿tienes pan?”... yo le respondo “algo queda”...y él dice: “mientras haya pan...y no sea duro”. Quiero que el pan blando siga siendo un manjar imprescindible hasta el final de mi vida.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Boris Izaguirre y su 'Villa Diamante'.

Un rasgo que defina tu personalidad.

El respeto.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

Dos, el sentido del humor y la ironía.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Si visualizamos todo el planeta como una gran partida de ajedrez, lo que está pasando no es nada nuevo bajo el sol. Desestabilizan una parte del mundo, ahora toca Europa. Hace 40 años fue Oriente Medio que iba con un potencial brutal (en los años 70 las mujeres iraníes eran las mejores cirujanos del mundo). Mirad ahora.

Ahora es comparable a los depredadores que cuando se cruzan en la pradera se enseñan los dientes. Una vergüenza para la historia.

Alguna vez me recuerda a esas imágenes donde sobre una colina, dirigentes a caballo con el brazo en alto mandan a matarse a las tropas.

Vuelven a lograr que los soldados creamos que el enemigo es el igual y no los cabecillas Cambiaron las colinas por botones nucleares, drones y misiles.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Ahora mismo me divertiría jugarme un vino a los chinos con Manuel Cuenya, hacer yo las preguntas, y brindar por los perdedores...

¿Por qué escribes?

Me vampirizó. Me mordió de niña.

Y como prepotencia para que alguien piense: “ella me pone... palabras”.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Ejercitar no. Conocer y apreciar a otros, sin la red sería imposible. Eso sí.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Las fuentes deben llenarse constantemente como los acuíferos.

Yo bebía a Borges hace años y fui a visitar su tumba en Ginebra, entonces me giré, vi caracolas y una piedra redonda justo al lado. Aquella piedra decía: “Grisélidis Réal: Yo, puta... pintora, escritora”. Mis fuentes se enriquecieron. Grisélidis abrió postigos muy interesantes.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Me encantaría decir que sí...y que fuese verdad. Recomiéndame alguno.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Un proverbio: “Acabado el juego, el peón y el rey vuelven a la misma caja”.

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