Santiago de Peñalba, la esencia del Prerrománico Leonés en una visita infográfica

Infografía de la iglesia de Santiago de Peñalba por Dativo Rodríguez (más al final del artículo).

Infografía de Dativo Rodríguez

La iglesia de Santiago de Peñalba es uno de los ejemplos iniciáticos del Prerrománico Leonés. Construida en el pueblo de Peñalba de Santiago, (en el municipio de Ponferrada) se encuentra en el corazón del Valle del Oza en una zona llena de monasterios e iglesias eremíticas desde el siglo VIII mereció en su época el sobrenombre de la 'Tebaida berciana'.

“Su situación en el centro de los Montes Aquilanos, la zona más abrupta de los Montes de León, facilitaba el aislamiento que buscaban los santos ascéticos de los siglos IX y X, como San Fructuoso y San Genadio”, explica la Wikipedia.

Fue construida en la primera mitad del siglo X (937) por el abad Salomón, concretamente en el reinado de Ramiro II, por tanto tiene 1.083 años. El famoso rey leonés efectuó múltiples donaciones, como estuvo la archiconocida Cruz de Peñalba, que es el símbolo de la comarca de El Bierzo. El edificio es Monumento Histórico-Artístico Nacional desde 1931.

“Se trata de una iglesia con planta en cruz latina, con dos capillas en los brazos de la cruz, y dos ábsides, en la cabecera y en el pie de la cruz. El techo del cuerpo central o cimborrio y los ábsides tienen forma de cúpula. Es una iglesia de ábsides contrapuestos, algo muy raro. Hay ejemplos en el arte prerrománico en Alemania. Otros ejemplos son San Cebrián de Mazote y una está en el Norte de África. Se ha relacionado el hecho de tener dos ábsides con la religiosidad norteafricana bajo la influencia de la herejía de los circunceliones (seguidores del Donatismo). Si bien se pensaba que las capillas laterales pudiesen ser añadidos posteriores, recientes prospecciones arqueológicos han descubierto que toda la planta fue erigida en una misma y única construcción. En estos trabajos se comprobó que, hay una gran posibilidad de que los enterramientos interiores solo sean los dos del contra ábside. El único añadido posterior, que a día de hoy permanece, es el enterramiento románico exterior en su lado oeste, lado en el que debía estar el acceso (según los restos hallados) al antiguo monasterio y del que no se conservan restos”, apunta la enciclopedia colaborativa.

Prerrománico Leonés

La definición de arte mozárabe tradicional ha sido superada desde hace veinte años por la historiografía actual, que la denomina Arquitectura de Repoblación, pero el experto Javier Callado mantiene que en realidad se la puede definir como 'Prerrománico Leonés', que se diferenciaría del asturiano por ser, precisamente, una arquitectura repobladora al sur de la cordillera cantábrica. Esto lo defiende en un artículo del número 15 de la Revista Promomumenta, certificada en el repositorio académico DialNet.

Según Callado “el Reino de León se configuró como una Corona compuesta de varios territorios en 910. Tiene un carácter rupturista, ya que deriva de la reunificación de tres reinos (León, Asturias y Galicia) cuya evolución en los albores del siglo X no es totalmente paralela. De su síntesis surge un nuevo modelo arquitectónico, que denomina Prerrománico Leonés, difiere del anterior, el prerrománico asturiano, de forma deliberada. Sus características estarán marcadas por una iglesia conectada con los patriarcas coptos y sirios y una relación estrecha con los maestros de obra del territorio andalusí, alejada del resto de Europa. Su final llega de forma violenta, impuesta por el giro político que indujo la nueva situación del cristianismo, tras el cisma efectuado por los patriarcas de Roma”.

Este Prerrománico Leonés desaparecerá a partir del año 1185, cuando Alfonso VI facilita la entrada del Cluny y de su románico, mientras obliga a que en su reino de adopte el ritual romano y a que las iglesias sean adaptadas para ello.

“El estilo se caracteriza arquitectónicamente por su planta variada, la cabecera rectangular por el exterior y por el interior semicerrada para la celebración de la liturgia hispana, la construcción de un nartex o pórtico a los pies, destinado a penitentes y no bautizados, el uso de cúpulas o bóvedas de cañón y el desarrollo de la cúpula de gallones. La decoración mantiene todavía el arco sobrepasado de los visigodos, los frisos de ladrillo, las luceras alargadas en el ábside, el esculpido a bisel”, defiende Javier Callado.

La arquitectura y decoración de Santiago de Peñalba

“La decoración y la estructura confieren a la iglesia una mezcla de elementos celtas (símbolos lunares y astrales), la planta de cruz latina, árabes (una pequeña cúpula gallonada cubre el altar principal) y visigóticos (los arcos de herradura). En las paredes del coro podemos observar distintos grabados en estuco de figuras humanas, geométricas e incluso de animales”, apunta la Wikipedia.

“Según recientes estudios corresponderían a pruebas realizadas por los monjes antes de transcribir dichos dibujos al papel, ya que el papel era un bien muy preciado. Otras recientes versiones lo atribuyen a simples dibujos realizados por los monjes para entretenerse o incluso como reafirmación de la identidad personal. Uno de los más conocidos es el elefante. Consiste en un dibujo, a pequeña escala, de un paquidermo, que se data en la época en que a Carlomagno le fue regalado dicho animal en la corte de Aquisgrán, noticia que causó gran revuelo en la Europa de la época y que, a tenor de lo visto, llegó hasta estos recónditos valles”, continúa.

“Otra característica de esta iglesia actualmente, es que la torre con las campanas, la espadaña, que se encuentra separada de la nave de la iglesia. La espadaña está al pie de la planta en cruz, en la cara oeste del edificio. Esta separación entre nave y espadaña es común en iglesias de la zona o de este estilo”, termina.

En la infografía de Dativo Rodríguez se puede observar esta disposición.

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