Hispania Nostra incluye al complejo ferroviario de La Placa de Ponferrada en la Lista Roja de Patrimonio
La Lista Roja de Patrimonio, la clasificación que elabora la asociación Hispania Nostra, ha incluido en las últimas horas al complejo ferroviario de La Placa, que da nombre al barrio homónimo en Ponferrada. “Presenta una seria amenaza de desaparición”, señala el colectivo para diagnosticar el “avanzado estado de deterioro” de una infraestructura que “cuenta con una alta capacidad auto-explicativa de las relaciones funcionales del transporte ferroviario, de los procesos de mantenimiento de tracción vapor, electrificación y trasvase del carbón”.
Hispania Nostra considera “preciso” acometer “una valoración patrimonial de conjunto que atienda a las características estructurales, funcionales y organizativas del paisaje productivo ferroviario” sin obviar la “relevancia social” de un deterioro del que se ha hecho eco la prensa, “a través de la que también se puede rastrear las distintas propuestas de recuperación que nunca se han llegado a llevar a cabo”.
El colectivo remarca la importancia del complejo, no sólo por su valor arquitectónico y patrimonial sino por su trascendencia histórica. “El alcance de las instalaciones”, recalca, “refleja su papel central en la política energética de la posguerra pues ilustra, como pocos enclaves, el interés del Estado por resolver las serias carencias de carbón por las que atravesó el país”.
A su vez, al margen de su importancia en la configuración de Ponferrada como una “ciudad industrial”, Hispania Nostra destaca su papel como “símbolo” ligado a la memoria ferroviaria del noroeste como “hermana chica” de la rotonda de Monforte. “No se puede pasar por alto el papel que jugó a mediados del siglo XX el alcance del carbón suministrado desde los cargaderos de La Placa a todos los puntos del país”, añade.
Desde 1950
El complejo, resultante de la aprobación en 1942 por parte de Renfe de un proyecto de ampliación de las instalaciones ferroviarias de Ponferrada con el traslado de la reserva de tracción de Torre del Bierzo y la construcción de una playa de vías para la conformación de trenes carboneros, se empezó a construir en 1945. Y entró en funcionamiento en 1950 para ir sumando nuevas vías a una playa que funcionó también como estación de espera para los convoyes de mineral de hierro de Coto Wagner y Coto Vivaldi para su traslado al puerto de Rande-Vigo.
Más de 500 personas se estima que llegaron a trabajar en las instalaciones, que incorporaron los tendidos que acompañaron la electrificación del puerto del Manzanal tras la apertura de la central térmica de Compostilla, según explica Hispania Nostra.
