José Carlos Martínez: “El premio Coronio sirvió para acercar la poesía a la Montaña Leonesa, algo ya de por sí digno de elogio”

José Carlos Martínez es escritor.

Manuel Cuenya

La poeta y editora Marina Díez https://www.ileon.com/cultura/071870/marina-diez-es-liberador-para-una-persona-tan-pasional-en-todo-lo-que-hace-como-yo-el-poder-desahogarse-en-papel, que además fue alumna de los cursos de escritura de extensión universitaria que imparto en la ULE, me habló del poeta José Carlos Martínez porque había ganado el Premio Coronio de 2020. Y partir de ahí me puse en contacto con este poeta con raíces salmantinas, en concreto en San Martín del Castañar, pueblo ubicado en la Sierra de Francia, que en actualidad ejerce como profesor de Secundaria en Ponferrada.

Para él la Sierra de Francia, sobre todo San Martín, es sinónimo de refugio seguro, donde se guarece cuando las cosas vienen mal dadas, aclara. “Un espacio donde el tiempo fluye de otra forma y a veces incluso se detiene, donde vuelvo a sentirme como si tuviera quince años y todas las ilusiones por delante, como si las noches volvieran a ser eternas. Es, en definitiva, un sitio que me llena de energía y en el que solo me asaltan pensamientos positivos. Y además, como ya reflejaran en sus obras Lope de Vega o Feijoo, entre otros, un territorio de paisajes de ensueño vertebrados por una magia especial”, explica el autor de 'Extinción', poemario con el que ganara el premio antes mencionado, que a él le sirviera para publicar, pues considera que esta es una buena vía para darse a conocer.

“El premio Coronio se creó como una forma de acercar la poesía al mundo rural, en concreto a la Montaña Leonesa, lo que de por sí ya me parece digno de elogio”, apunta el profesor y poeta José Carlos, que en su caso recibió el galardón en plena pandemia, lo que le ha impedido darle tanto lustre como le hubiera gustado, pero en cualquier caso sí le ha abierto, según él, unas cuantas puertas.

“Estoy encantado de que un pedazo de poeta como Boris Rozas me haya tomado el relevo este año. Eso en cierto modo me supone una liberación, pues me permite retomar algunos proyectos que tenía aparcados en un cajón”, añade, sintiéndose agradecido de la labor realizada por Marina Díez, pues resalta que su pasión por la poesía acaba impregnando a quienes, de un modo u otro, están cerca de ella.

'Extinción' “no es un poemario al uso con un ritmo marcado”. 'Extinción' es un poemario escrito antes de la pandemia que nos habla de un mundo en descomposición, de la Gran Mentira, escrito con vena existencialista, incluso nihilista, con ironía, afirma él, que es básicamente su forma de entender y enfrentarse a la vida. “La ironía es de por sí existencialista y desde que salí de un colegio de curas, soy un tipo bastante descreído”.

“... Imagina que el hombre es inmortal/ y los carroñeros famélicos se cansen/ de no tener cadáveres que devorar/ y comiencen a despedazarnos vivos...”

(José Carlos Martínez, 'Extinción')

Por eso, le duele mucho que hayamos aceptado alegremente que sea más importante la economía que la vida. En todo caso, la pandemia, en su opinión, no puede analizarse como un hecho desgajado de otras realidades que señalan hacia un fin de ciclo, “pero está claro que preferimos mirar para otro lado. Aunque la mayoría de la gente se ha portado de manera ejemplar, de esto no salimos mejores. Y no sé si tendremos más oportunidades”, matiza Martínez, que comenzó a escribir de un modo creativo en la Facultad de Filología de la Universidad de Salamanca a finales de los 90, donde se respiraba un caldo de cultivo propicio para ello. “Pero desde luego no fue hasta muchos años después cuando sentí la necesidad de publicar nada de aquello que escribía”, agrega el creador de 'Factoría Silencio' e 'Hipermetropías', que fueron sus primeros poemarios, los cuales reflejan en cierto sentido una sensación de vacío y desasosiego propio de su generación.

No hemos querido hacernos mayores, no lo hemos hecho como se esperaba de nosotros, ni hemos llegado donde queríamos. Nos hemos infiltrado en el sistema, y aquí estamos, resistiendo en medio de un océano que no nos lleva a ninguna parte. Todo esto provoca un choque emocional que a veces es jodido de gestionar. Te confieso que a día de hoy vivo inmerso en otra de estas crisis que de vez en cuando me asaltan, porque no le veo mucho sentido a nada de lo que hago. Supongo que pronto se me pasará

Crisis existencial como un punto de partida para la creación literaria

“... Convertidos en una horda/ caníbal de seres yermos/ fagocitados por una jauría de edificios/ grises...”

(José Carlos Martínez, 'Factoría silencio')

“No hemos querido hacernos mayores, no lo hemos hecho como se esperaba de nosotros, ni hemos llegado donde queríamos. Nos hemos infiltrado en el sistema, y aquí estamos, resistiendo en medio de un océano que no nos lleva a ninguna parte. Todo esto provoca un choque emocional que a veces es jodido de gestionar. Te confieso que a día de hoy vivo inmerso en otra de estas crisis que de vez en cuando me asaltan, porque no le veo mucho sentido a nada de lo que hago. Supongo que pronto se me pasará”, explica él, que entiende la poesía como todas las preguntas que no tienen respuesta. Ni siquiera cree que la ciencia ni las religiones, por mucho que se empeñen, puedan explicar la existencia en su totalidad.

“Siempre quedarán espacios en blanco, y es en esos huecos donde la poesía se hace gigante, en los recovecos donde los sentidos no son capaces de aprehender la realidad y donde todas las respuestas, o quizá ninguna, son igual de válidas”, detalla, convencido de que para ser un buen profesor hace falta la misma creatividad que para escribir un libro.

“Por otro lado, cualquier forma de expresión artística, por supuesto también la poesía, debe contener una buena porción de pensamiento crítico y creo que, en tanto creadores y profesores, lo más importante que podemos legar a las nuevas generaciones es la capacidad de pensar de manera crítica por sí mismos sin asumir sin más los discursos dominantes”, expresa con lucidez este apasionado de autores como RoaldDahl, “por la magia que impregna sus obras”, o bien de Jonathan Swift o Mark Twain por su ironía; “en mi último libro hay mucho de KarmeloUribarren, y por supuesto de otros como Agustín García Calvo, Nicanor Parra o Dylan Thomas”.

Sea como fuere, sus referentes no son, a su juicio, los más usuales, y tampoco el modo de fusionarlos. “Tengo por ahí un pequeño relato en el que se junta Joey Ramone con los cómics de Spiderman, el estribillo de un tema de Bob Seger, una vieja serie de televisión sobre adolescentes que vivían en el condado de Orange, unas dosis de Kierkegaard y otro poco de Muchachada Nui. Todo en unas 15 líneas. Supongo que al lector eso tiene que chocarle”, comenta él, que no cree en la escritura 'regionalista', aunque sí es consciente de que hay una buena hornada de poetas en estas tierras, y que los mejores, en sus propias palabras, están vinculados de un modo u otro con la editorial Mariposa, aunque cabe recordar que él mismo apunta que nunca habla muy en serio, así que quizá sea mejor no tomarse demasiado a pecho nada de lo que dice.

Siempre quedarán espacios en blanco, y es en esos huecos donde la poesía se hace gigante, en los recovecos donde los sentidos no son capaces de aprehender la realidad y donde todas las respuestas, o quizá ninguna, son igual de válidas

En la actualidad, está con varios proyectos a la vez, entre ellos una plaquette que le gustaría que viera la luz en 2022. Asimismo, también tiene en mente un proyecto relacionado con la poesía visual al que aún tiene que darle forma en su cabeza y le gustaría realizar una antología con unos cuantos amigos, nos cuenta Martínez, que está viviendo ahora en El Bierzo una etapa más de su viaje. “Una etapa especial, por supuesto, ya que aquí han nacido mis dos hijos y de momento me quedaré por aquí algún tiempo más, pero no lo veo como el lugar donde me gustaría que aventaran mis cenizas. En todos estos territorios de paso me ocurre lo mismo: les tomo cariño, pero desde una cierta distancia, pues así las despedidas duelen menos”.

Entrevista breve a José Carlos Martínez

“Mis fantasmas me visitan frecuentemente y la escritura es un modo de dialogar con ellos, de conocerme mejor a mí mismo y de ahorrarme unas cuantas visitas al sicólogo”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Aunque me parece injusto señalar solo uno, me quedo con 'El encuentro', de Sandor Marai. Cada lectura que hago de esta obra es absolutamente distinta de la anterior.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

De la literatura, Francisco Ibáñez. Gracias a él me convertí en un ávido lector. De la vida, Olga, mi compañera.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Como me mantengo bastante alejado de los círculos literarios y no paso mucho tiempo con escritores, no hay nadie de quien me haya cansado tanto como para considerarlo insoportable. Y, afortunadamente, hay muy pocos libros que haya comenzado a leer y con los que no haya podido. Se me ocurren quizá las novelas de Murakami, que me aburren terriblemente.

Un rasgo que defina tu personalidad.

De las muchas cosas que me han dicho a lo largo de mi vida, creo que una de las más repetidas es que soy un tipo extraño. Así que me quedo con esa.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La falta de egoísmo. Una cualidad muy difícil de encontrar. Y entre los escritores, más.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

La política siempre me ha parecido una actividad prescindible. No necesito pagarle a nadie para que piense por mí. Los políticos son cada vez personas menos preparadas para dirigir una sociedad y más dispuestos a hacer fortuna a cualquier precio. No me gusta relacionarme mucho con nadie que se dedique a estas cuestiones, porque sé que me están mintiendo y me molesta esa sensación de que me tomen por tonto.

Sobre la sociedad, estamos en un momento de cambio de valores, que de por sí no es ni bueno ni malo. Me molesta haber llegado a un punto en el que hacer un chiste o una canción sea motivo de linchamiento. Por lo demás, intento no meterme en los asuntos de nadie.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

¿Aparte de sexo, drogas y rocanrol, te refieres? Pues pasar tiempo con mis hijos, tomar unas cervezas con mis amigos, que mi equipo de fútbol le gane a alguno de los grandes... nada especial.

¿Por qué escribes?

Mi compañero Ricardo Martínez Llorca dice que cuando te pones a escribir convocas a todos tus fantasmas y de ahí salen las historias. En mi caso, creo que es al revés. Mis fantasmas me visitan frecuentemente y la escritura es un modo de dialogar con ellos, de conocerme mejor a mí mismo y de ahorrarme unas cuantas visitas al sicólogo.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Yo sigo escribiendo a mano, con mi boli o mi lápiz, en un cuaderno o en una servilleta. Y hasta que no tengo perfectamente diseñado el texto, no lo paso al ordenador. No tengo Twitter y no uso Facebook prácticamente para nada. Así que no, no me sirven mucho para ejercitarme.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Las letras de muchos grupos de música, los cómics, los clásicos, los carteles publicitarios, las series de televisión, unos cuántos autores/as actuales, las noticias de prensa (cuanto más absurdas, mejor), obviamente los textos que escribe mi alumnado (cada día aprendo más de ellos)... en fin, cualquier discurso que me rodea. Últimamente me muevo entre el 'Romancero viejo' y los 'Pliegos de la visión' de la editorial Babilonia. Creo que Paco Pérez Belda está haciendo una labor encomiable en el campo de la poesía visual.

Si me preguntas por autores concretos, podría citarte a Carlos Edmundo de Ory, Gloria Fuertes, Emilio Prados, Joan Brossa, Joseph Conrad, George Sand...

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Escribí hace años en el blog musical de unos amigos. Me regalaban entradas para conciertos y festivales, entrevisté a unos cuántos músicos, visité alguna zona vip... me lo pasé genial. Pero lo que escribía allí tenía un formato más periodístico que literario. Eso sí, me sirvió para discernir bien entre una manera de escribir y otra.

No sigo muchas publicaciones 'online' porque se me cansa mucho la vista con las pantallas, pero que conste que no reniego de las nuevas tecnologías. Me parecen herramientas maravillosas para quien quiera utilizarlas. En mi caso, ni tengo tiempo para ellas, ni me interesa ese nivel de exposición.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Aquí yace un imbécil.

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