Cine y deporte: 'El método Williams'

Will Smith en la película 'El metodo Williams', sobre el liderato en el tenis de Venus y Serena.

Antonio Boñar

El cine y la competición deportiva comparten su condición de espectáculos visuales. Con la llegada de la televisión los estadios se transforman en enormes platós donde todos y cada uno de los gestos de los atletas son captados por multitud de cámaras. Y en ambos encontramos una estética escénica, una línea narrativa, unos personajes y un final incierto que alimenta las emociones del espectador.

Ahora bien, en el deporte la acción es escrita por los protagonistas con su destreza, errores, pundonor o intuición en el mismo momento de su ejecución. Nadie, ni ellos ni el público, saben lo que va a acontecer un minuto antes. El gol, el salto perfecto o la carrera meteórica solo existen en ese efímero instante en que estallan sobre el presente con toda su belleza y plasticidad. Quizás por eso una gesta deportiva jamás nos hará vibrar en el cine como lo hace en el estadio. ¿Se imaginan ver un partido de fútbol o de baloncesto en una silenciosa y oscura sala de cine? En el deporte los espectadores forman parte del espectáculo, son ruidosos y excitados extras que llenan de colorido el escenario.

Las películas sobre deportes se detienen en la épica individual o colectiva, convirtiendo a los atletas en héroes circunstanciales que han de superar sus miedos y posibles vanidades para vencer, o para aprender de la derrota, cuando llega el momento de la verdad. Suelen ser dramas o relatos de aventuras e intriga cuyas tramas inciden en el afán de superación, la creencia en sí mismo y la capacidad de sufrimiento o de liderazgo del protagonista. A lo largo de la historia del cine encontramos numerosos ejemplos de filmes cuya base argumental gravita alrededor del deporte. Y casi todas las disciplinas han sido enfocadas, con mayor o menor acierto, por el séptimo arte: fútbol, béisbol, baloncesto, alpinismo, atletismo, ajedrez, rugby, tenis...

Mención especial merecen las películas de boxeo, un género fílmico en sí mismo que apropiándose del espíritu y las formas del cine negro ha dado autenticas joyas cinematográficas.

Venus y Serena Williams

El método Williams nos cuenta el ascenso de Venus y Serena Williams hasta la cima del tenis mundial, dos deportistas que irrumpieron en los noventa acabando con la hegemonía blanca en el deporte de la raqueta. Y aunque lo hace centrándose en la figura de Richard Williams, padre y mentor de las hermanas, no se sale del renglón en ningún momento e incide en ese afán de superación con pulcro academicismo.

Hollywood sabe perfectamente como abordar este tipo de biopics que retratan a sus héroes mas queridos: un guión aséptico que nunca incide en los aspectos más oscuros del personaje, una historia de crecimiento personal hasta la batalla final (contra un oponente o contra uno mismo) y una estrella en el papel principal.

En este caso nos encontramos a un enorme Will Smith encarnando al controvertido Richard Williams y haciéndose dueño absoluto de la función.

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