El primer festival pospandemia será en Balboa: Observatorio XS en formato reducido, grupos burbuja y al aire libre

Imagen de archivo de la primera edición del festival Observatorio de Balboa, que nació como AstroMona.

Elisabet Alba

Hablar de Balboa en el Bierzo, en León, en Castilla, o en cualquier parte de España, es hablar de la tierra de las pallozas vivas. De un pueblo enclavado en un valle, y levantado a base de madera, piedras, paja y pizarra. Paso natural, y tradicional, hacia Galicia. Y sinónimo de festivales, con música para todos los gustos, al aire libre y en un entorno natural y patrimonial únicos.

La pandemia de coronavirus covid-19 abrió un paréntesis a su principal fuente de ingresos -el flujo de personas, turismo- que todavía no se acaba de cerrar. Su alcalde, Juan José López, confía en que el ritmo de vacunación continúe como hasta la fecha para dar luz a tantos meses de oscuridad. Observatorio XS será el primer rayo de sol, los días 25 y 26 de junio.

La localidad berciana recupera este mes verano, al menos, uno de sus múltiples eventos culturales. El más “pequeño”, que abrirá la espita a la nueva-vieja normalidad. Con aforo más limitado que años anteriores, burbujas de convivencia y un estricto protocolo de seguridad e higiene para evitar contagios.

Tres ediciones, con tres nombres diferentes

Un grupo de jóvenes de Madrid decidió en 2018 poner en marcha un festival diferente, con artistas emergentes de todo el país y sin un estilo concreto. Bajo el paraguas de una marca de cerveza artesana, nació el AstroMonaFest, que primero probó suerte en la montaña oriental, en Riaño, y acabó celebrándose en la montaña occidental, en Balboa. “No conocíamos a ninguno de los que lo organizaban pero nos pareció una propuesta interesante y les dijimos que sí al momento”, recuerda a este medio el regidor.

Los 59 habitantes de la localidad berciana están acostumbrados a la llegada de forasteros. A acogerlos como vecinos y a compartir con ellos lo que tienen: su cultura, sus tradiciones, su patrimonio histórico y su entorno natural. “Lo que necesitamos es iniciativa privada. Que venga gente y se vaya contenta, porque hablarán bien de nosotros y vendrá más gente. ¡Estamos encantados!”, valora López.

Tan acogidos se sintieron los organizadores y tan encantados se quedaron los lugareños que al año siguiente tuvo lugar la segunda edición. Independientes, sin el apoyo de la marca cervecera, decidieron darse una entidad propia y cambiar su nombre por Observatorio.

La situación sanitaria obligó primero a posponer y después a suspender en 2020 a pesar de haber vendido todas las entradas, y este 2021 vuelve con más ganas y en formato 'Xs'. Reducido, para reducir también riesgos a los asistentes y a los balboanos. En la disyuntiva de 'adaptarse o morir', sur organizadores apostaron todo por reformular la propuesta pero dar a sus asistentes música en directo. “Somos un proyecto joven, en pleno crecimiento. Si no lo hacíamos dos años seguidos, con el trabajo que hay detrás, se nos desinflaban un poco las energías. Así que tomamos la decisión de hacerlo. Eso sí, con todas las medidas de seguridad”, explica a ILEÓN uno de sus organizadores, el encargado de la parte de programación, coordinación y booking, Javier Bornstein.

El primer festival pospandemia, “a escala reducida”

Observatorio XS será, por tanto, el primer festival pospandemia de Balboa, del Bierzo y de la provincia de León. “Todo en escala reducida”, con menos aforo y menos conciertos, pero más control que nunca.

El cartel lo componen artistas emergentes de distintos géneros y estilos como 'Califato 3/4', 'Chico Blanco', 'Aiko El Grupo', 'Colectivo Da Silva', 'Rusowsky', 'Mori', 'MBODj', 'Brava' y 'Delantal Prasjeta'. El público, por su parte, estará dividido en cuatro sectores en el auditorio natural de la localidad, en grupos 'burbuja' de seis personas, completamente al aire libre y a un tercio del aforo del espacio.

Habrá cuatro conciertos por día, en un único escenario junto al Castillo de Balboa, y zona de acampada “abajo”, en el pueblo. Todo coordinado con la asociación de festivales de Galicia para establecer un protocolo estricto que permita la cultura y el ocio sin ningún riesgo sanitario.

La gente tiene ganas de música y ya se ha vendido la mayor parte de las entradas. En su inmensa mayoría a gente de grandes ciudades que busca desconectar en un entorno natural. Las que quedan, “nos gustaría que fuera a gente del Bierzo. Se nos resisten un poco, pero nos encantaría que vinieran”, reconoce Bornstein.

Más que música

A quienes sí que se han ganado ya es a los vecinos de Balboa. “Queríamos hacer algo más que solo un festival de música. Por eso, hemos intentado acercarnos al territorio de una manera más humana. Ninguno de los miembros de la organización somos de Balboa, ni del Bierzo ni siquiera de León. Eso implica una logística y también una presencia en el territorio importante y queríamos tener una relación más cercana y humilde con los vecinos”, cuenta a este medio otra de las caras visibles del festival Luis Zari.

Así fue como surgió la idea de hacer, en paralelo, actividades culturales. La primera fue la elaboración del mapa interactivo Balboa Observa con las historias, anécdotas, tradiciones, recetas y peculiaridades de ayer, hoy y siempre. El objetivo es ir engordándolo año a año para enriquecer a propios y extraños. Y, esta edición, además, se sumará el rodaje de un documental sobre los distintos patrimonios de la localidad berciana.

Las otras cuatro actividades del programa de esta edición serán una ruta de reconocimiento del patrimonio que en 2019 se centró en los bosques y este año lo hará en el agua; un taller de botánica del territorio en colaboración con A Morteira; un taller de jabones artesanos, que de ser posible se hará con plantas de la zona; y, por último, una actividad “más escénica, performática”, de teatro y danza en las huertas de la zona. La participación está abierta a todo el que quiera, esté abonado o no al festival. Eso sí, con limitación de aforo y unas estrictas medidas de seguridad.

Conseguir poner en marcha el complejo engranaje de un evento de estas características no ha sido nada fácil. Ambos, reconocen que “las administraciones han sido muy exigentes con nosotros, pero el evento sigue adelante y cumpliendo con toda la normativa. La cultura es segura. ¡Os esperamos en Balboa”.

La Noche Mágica de la noche de San Juan, el Reggaeboa de julio, el Tronco Sonoro de agosto o el Magosto Celta de noviembre tendrá que esperar un poco más.

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