Los desafíos antárticos, pronto en Desafío Extremo
El equipo de Desafío Extremo ponía rumbo hacia la Antártida a primeros de diciembre con varios objetivos en la mochila: celebrar el centenario de la histórica expedición de Roald Amundsen en 1911, correr la distancia de una media maratón y ascender una montaña junto a uno de los exploradores polares más importantes de la actualidad, Alain Hubert, diseñador de la futurista primera base antártica 0 emisiones Princesa Elizabeth.
Tras unos primeros días atrapados por terribles tormentas antárticas en la base rusa Novo, Jesús lograba cumplir el primero de los retos propuestos en este nuevo Desafío Extremo: correr 21 kilómetros (la distancia de una media maratón); y lo hizo a 20 kilómetros del Polo Sur, a 3.300 metros de altitud, y a -40 grados de temperatura. Terminó “congelado, los pies rígidos como el corcho, las manos como garras...” y feliz y excitado, “porque pocas cosas tan guapas se pueden hacer en la vida”.
Después de la carrera, Jesús y su cámara, Emilio Valdés, volaban hacia el Polo Sur tras “cinco horas alucinantes de vuelo, aterrizando sobre una pista de hielo en mitad de un horizonte blanco”.
Llegaban a los 90º S justo un día antes de cumplirse el centenario de la llegada de Amundsen al Polo. Un momento histórico en el mundo de la exploración que muchos equipos de diferentes nacionalidades aprovecharon para tratar de alcanzar este mítico punto geográfico: treinta expediciones que avanzaban a pie, con esquíes, o navegando con cometas. Expediciones de muchas semanas, algunas de meses... entre las que se encontraban las de Acciona Windpowered Antártica, con Ramón de Larramendi, y Javier Selva, entre sus integrantes o la de Antartika 2011 de Iñurrategi, Zabalza y Vallejo.
Una vez en el Polo Sur Jesús conseguía 'colarse' en la base estadounidense Amundsen Scott, donde se encontró con un científico español seguidor de Desafío Extremo, Carlos Pobes, que les enseñaría todos los recovecos de la estación (incluso los que nunca enseñan y que pronto podremos disfrutar como espectadores de excepción).
Tras la carrera antártica y la llegada al Polo Sur, comenzaba la segunda parte de este Desafío Extremo: ascender junto a Alain Hubert el pico Wideroefjellet, de 3.489 metros, la montaña más alta de la Tierra de la Reina Maud a través de una nueva vía, tanto de ascenso como de descenso. ¡Y lo lograron!
El 21 de diciembre pisaban la cima Alain, Emilio y Jesús tras “una auténtica paliza antártica” que tuvo como resultado “una de las ascensiones que más nos ha llenado, sobre todo por el cariz de exploración y por registrar datos valiosísimos para los científicos; porque todos los datos registrados se están recopilando para que, desde la misma base antártica belga Princesa Elizabeth, se pongan en conocimiento de la comunidad científica pues son de gran importancia al tratarse de la montaña más alta en esta grandísima extensión”.
Dentro de poco Cuatro emitirá los dos programas rodados en la Antártida.
