El apasionante mundo de los fichajes de fútbol

Los buenos fichajes acaparan mucha atención y además benefician a los clubes de fútbol.

El fútbol es pasión, pero también estrategia e inteligencia. Y la primera fase para crear un equipo ganador es el tener la mejor plantilla posible. Esto se puede hacer de muchas maneras, formando a la plantilla desde la base o fichando jugadores para componer un equipo con todas las garantías.

Aunque la cantera siempre gusta a la afición de un equipo, y es motivo de orgullo, cuando se llega a ciertos niveles es necesario entrar en el mercado de jugadores. Y cuando sale bien la cosa, todo son parabienes; pero cuando sale mal, los pañuelos en las gradas son el símbolo de cada partido. Por no hablar de que se pueda bajar de división o hacer el ridículo contra el mayor rival.

Por eso es importantísimo el mercado de fichajes, un mundo del que se habla mucho pero que en realidad es poco conocido. Y más importante aún es saber quién es el mejor agente de fútbol, tanto para los clubes como para los jugadores, ya que su seriedad y su tino a la hora de representar a los mejores siempre viene bien a las dos partes.

Y es que a los clubes fichar adecuadamente no sólo les puede venir de lujo para sus objetivos deportivos y económicos como la venta de camisetas. Sino que los buenos jugadores siguen dando rendimientos económicos cada vez que fichan por otro equipo, como ocurrió en la Cultural y Deportiva Leonesa con el traspaso de Oriol Riera desde un equipo inglés de segunda división al Deportivo de La Coruña en el año 2015.

La cuestión es interesante. Trabajar con un buen agente de fútbol puede hacer que los clubes se financien en sus posteriores fichajes. La Cultural percibió unos 20.000 euros del Mecanismo de Solidaridad de la FIFA por el traspaso al Wigam Athletic Club de la Championship inglesa porque Oriol Riera, militó en sus filas en las temporadas 2006-2007 y 2007-2008.

Esto se debe a que este mecanismo es una institución normativa que creó FIFA para el fomento y la promoción de la formación de futbolistas. Por la que en toda transferencia internacional de un jugador, un porcentaje del total ha de ser repartido por el club que ficha repartiendo proporcionalmente entre todos los clubes que educaron y entrenaron al futbolista en cuestión desde los 12 a los 23 años. Una mezcla entre cantera y mercado que suele ser desconocida.

Evitar enormes fiascos en los fichajes

También es importante contar con súperagentes de calidad y profesionalidad contrastada para evitar enormes meteduras de pata en la planificación de las plantillas. O que los fichajes deseados lleguen a su fin, no vaya a ser que una gestión poco adecuada eche al traste con ellos, como ocurrió con el de David de Gea para el Real Madrid el 31 de agosto de 2015. En aquella ocasión un fax que llegó tarde impidió al equipo de Florentino Pérez inscribirlo en la liga. Un ridículo galáctico para el Madrid.

O lo que le ocurrió al Real Oviedo en 2001 con uno de los jugadores que tuvo la ficha más cara en la Premier League inglesa, Stan Collymore. El equipo pasaba una época muy apurada y su entrenador, Radomir Antic, recomendó fichar al jugador inglés. Éste había sido una de las grandes promesas de la Premier, pero pasados ya los 30 años sólo se le conocían su afición por la comida, el alcohol y líos de faldas. Sin embargo se promocionó como el jugador que salvaría al Oviedo de descender.

El caso es que Collymore apareció con 106 kilos de peso, y a las cinco semanas se marchó de la capital ovetense, tras jugar sólo tres partidos, y sin avisar. Al final el Real Oviedo comenzó su lamentable descenso a tercera división y el inglés fue uno de los fichajes más desacertados de principios de década en la Liga. El club oviedista le reclamó 300.000 euros por la espantada, pero nunca volvió a ver el dinero.

El mayor engaño de la Historia, Ali Dia

Aunque fue mucho peor lo ocurrido cinco años antes en el Southampton, que sufrió el mayor engaño jamás visto en la Premier League. Aunque parezca increíble, un desconocido senegalés debutó con el equipo inglés debido una de las farsas más sonrojantes en la historia de la liga inglesa. Al parecer su entrenador confió en la estrella George Whea que recomendó a su primo Ali Dia.

En el primer partido que jugó “corría por la cancha como Bambi sobre hielo; fue muy vergonzoso verlo”. Y esto entre el estupor del púbico, según comentaba después el astro Matt Le Tissier. Su actuación fue tan nefasta, que no volvió a vérsele el pelo.

Lo que ocurrió, o cuentan es que el liberiano Weah, que jugaba en el Milán, telefoneó al mítico técnico Graeme Souness —el Southampton sufría una plaga de lesionados que le había dejado casi sin equipo para competir— para recomendarle el fichaje de Ali Dia, un primo suyo que se había quedado sin ficha en el Paris Saint Germain. Un futbolista tan desconocido para el entrenador del Southampon como para los aficionados de su equipo. Pero el partido ante el Leeds se acercaba y necesitaba refuerzos como fuera.

Pero no comprobaron nada y todo terminó en un esperpento entre la sorpresa y las caras de alucine del público. Al día siguiente de jugar su único partido, Ali Dia no apareció en el entreno por culpa de una lesión, y nunca jamás se le volvió a ver por allí. Entonces se descubrió el timo: George Weah, el de verdad, informó de que ni tenía un primo que se llamara Ali Dia ni que hubiera llamado a Graeme Souness. Fue el mayor fiasco de la Historia del Fútbol y Dia es considerado el peor jugador de este deporte. O al menos, el ridículo más espantoso.

Con agentes futbolísticos profesionales, mejor

Por cosas como éstas es necesario que los jugadores y los clubes tengan claro que es necesario contar con los mejores agentes. Un ejemplo de ello es Jon Smith, que lleva más de treinta años negociando miles de traspasos desde que en 1986 fundara su agencia First Artist. Le llaman el primer súper agente de fútbol y aseguran que “no hay nada que no sepa sobre el proceso de compra y venta de jugadores”.

Smith explica que las mayores ofertas “generalmente se producen de tres a cuatro meses antes de que se abra el mercado de fichajes”, pero que hay que tener en cuenta que “los futbolistas, después de todo, son personas reales con sentimientos reales”.“No es como vender tu casa”, explica este veterano agente. “Estamos hablando de emociones humanas. Si no se pueden canalizar correctamente, no tiene sentido empeñarse en acuerdos inútiles”.

El trabajo de buenos agentes como Smith es cuidar al jugador y asegurarse de que todas las partes estén satisfechas al final de las las negociaciones. “Si no puedes resolver esas cuestiones, entonces olvídalo y vuelve a tratarlas de nuevo, porque cuando solucionas un buen asunto normalmente hay suficiente buena voluntad como para resolver todo lo demás”, asegura.

Es por ello que para evitar malas situaciones tanto para los jugadores de fútbol, como ridículos espantosos en las plantillas, o incluso para recibir dinero por el traspaso de antiguos jugadores formados en las canteras, lo mejor es contar con uno de estos súper agentes como él mismo explica en esta entrevista de Betway Insider.

O exponerse a las consecuencias. Que pueden ser históricas, pero no para bien.

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