Conservacionistas reclaman cambios en el plan de protección del urogallo ante su ineficacia

Foto: Más que Pájaros

Luis Álvarez

Después de la jornada celebrada a finales del mes pasado en Asturias sobre el urogallo cantábrico, especie en situación crítica. La asociación Filón Verde tras la información trasmitida por dos de sus miembros, que asistieron a la misma, ha solicitado información a las tres entidades con participación activa en los programas de conservación de la especie, Ministerio de Medio Ambiente, Junta de Castilla y León y Principado de Asturias, y valoran de forma negativa los resultados obtenidos en los últimos años y los medidas puestas en práctica, “que se ve evidentemente que no han funcionado”, por lo que piden cambios en la estrategia de conservación.

A finales de mayo, el principado de Asturias y el Ministerio de Medio Ambiente, hicieron público el negativo balance de las estrategias de conservación, y pretenden declarar al urogallo cantábrico como subespecie en “peligro crítico de extinción”, una modificación legal que va a servir para ser calificada como de interés público y permitir agilizar las tramitaciones legales referidas a ella.

En el encuentro celebrado en Rioseco, del Ayuntamiento de Sobrescobio (Asturias), los representantes del Principado y Ministerio hicieron públicos los resultados del centro de cría en cautividad de Sobrescobio y otras medidas aplicadas, “en una actitud de transparencia informativa elogiable y que contrasta con el ocultismo con que se actúa en Castilla y León”, afirman desde Filón Verde.

Según los datos ofrecidos desde el año 2011 en el centro de cría en cautividad 9 huevos de cada 10, recogidos del medio natural y llevados a este centro, se han malogrado. Las causas variadas, las malas condiciones del centro, escaso espacio, problemas de luz y agua, y caos de salmonelosis en algunos. De los 65 huevos que consiguieron eclosionar, solo 27 pollos sobrevivieron. De lo que no se faciltó información fue del número de aves reintroducidas al medio natural.

Desde varios colectivos tanto conservacionistas, como investigadores se ha criticado duramente la inversión de entre seis y siete millones invertidos en el proyecto 'Life' para la especie con tan malos resultados, no solo en la cría en cautividad, si no también en las acciones llevadas a cabo en sus hábitats. Desbroces, básicamente, y plantaciones de especies para su alimentación.

Según Filón Verde, al Alto Sil y el occidente de Asturias, “son las zonas que siguen conservando una mediana calidad de espacios y donde la presencia de la especie mejor está”. Por lo que piden que como primera medida se aplique el conocido como “principio de precaución”, que viene a decir que aquello que funciona no tocarlo y por ende allá donde se reproducen aún, garantizarles al menos en las épocas clave de reproducción o invernada, una completa tranquilidad, libre de molestias humanas como: turismo ornitológico, vehículos a motor, cierre de pistas, caza en batida o en rececho y en suma una mayor y mejor vigilancia y protección de su hábitat, y por supuesto suprimir la locura de la cría en cautividad de tan nefastos resultados cuya extracción de huevos del medio natural disminuye la ya de por sí bajísima tasa de reclutamiento juvenil a la población reproductora

Aseguran que lo que no se puede hacer es “trabajar a golpe de ocurrencias”, como la última que se está aplicando y que está generando una enorme polémica, la retirada de mustélidos (martas y garduñas) de sus áreas de ocupación, como depredadores de la especie, “para trasladarlos a otras áreas geográficas”. En Asturias ya se han alzado voces contra esta medida, en especial por los cazadores de las zonas que reciben los depredadores, que aseguran afectan negativamente a sus poblaciones de perdiz y liebre.

Sobre estos aspectos es sobre los que solicitan información, “para poder conocer lo que está pasando en Castilla y León, estudiar esa información y pedir reuniones para valorar lo sucedido y posibles actuaciones posibles”.

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