La Junta rehabilitará con 1,3 millones las viviendas de los camineros de Villablino para dedicarlas a alquiler social

Viviendas de camineros en Villablino. // Luis Álvarez

La Junta de Castilla y León va a rehabilitar las doce viviendas de los camineros de Villablino, actualmente vacías y bastante deterioradas para ser destinadas a alquiler social una vez recuperadas a finales de 2023.

Las viviendas ubicadas en la avenida de Constantino Gancedo, números 18 y 20, de la capital lacianiega, ocupan dos bloques siameses con seis viviendas cada uno, construidos en la primera mitad de la década de los años setenta del pasado siglo.

La Junta ha consignado en los presupuestos de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente una inversión para la recuperación de estas viviendas de 1.353.752 euros (564.489 para el año 2022 y 789.623 para el año 2023). También se incluye en el mismo paquete de inversiones reales la rehabilitación de las viviendas de los camineros de Valencia de Don Juan, con un coste de 3.158.754 euros, para el bienio 2022–2023.

El objetivo final es destinarlas al alquiler social, similar al que se aplica en el programa 'Rehabitare' puesto en marcha por la Junta de Castilla y León en 2015 en colaboración con los ayuntamientos menores de 5.000 habitantes, con el que se han recuperado numerosos edificios en desuso en toda la comunidad.

Con la recuperación de las viviendas además se persiguen otros objetivos, como los laborales de reactivación del empleo rural al implicar a empresas locales en los trabajos de rehabilitación. Fijar población en el medio rural ofreciendo unas viviendas a familias con menos recursos, con atención a los colectivos de especial protección relacionados con el artículo 5 de la Ley 9/2010, de 30 de agosto, del derecho a la vivienda de la comunidad de Castilla y León, particularmente de los jóvenes.

Medio siglo de historia

En julio de 1970, el Ayuntamiento de Villablino entregó al Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) las parcelas de las fincas que previamente había comprado con sus fondos propios. Para que el MOPU construyese los dos bloques siameses de seis viviendas cada uno, con una zona ajardinada en el área suroeste del complejo y un amplio parque de almacenamiento de maquinaria adyacente.

Los números 18 y 20 de la avenida de Constantino Gancedo se llenaron de familias de trabajadores del Ministerio casi de inmediato, pertenecientes a las brigadas de camineros que existían por aquel entonces. Posteriormente fueron transferidas la Junta de Castilla y León, actual titular de los inmuebles y las instalaciones anejas.

La eliminación progresiva de las brigadas de camineros, fueron vaciando las viviendas, que en los últimos años sufren un estado de semiabandono, aunque parece estar aún una ocupada. Esta recuperación es una medida acertada, para unas construcciones de un fabrica bastante aceptable y bien orientadas con amplias balconadas hacia el sur, la zona más soleada.

Una recuperación de inmuebles históricos, que afortunadamente no van convertirse en una ruina. Situación ruinosa, que si amenaza al edificio del viejo ambulatorio, situado en el centro de Villablino, con una construcción de fábrica de mucha calidad y espacio propio, que se está deteriorando a pasos agigantados, sin que nadie ponga remedio a su galopante ruina.

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