Sol, frío y un largo día para despedir a Isabel Carrasco

foto de entrada al funeral de Carrasco. Autor: Peio García / ICAL

Antonio Vega

Este martes León amanecía soleado y frío. Un frío que era intenso a la sombra y que provocaba que las decenas de medios de comunicación que a primera hora de la mañana esperaban la llegada de los restos mortales de Isabel Carrasco buscaran esos rayos de sol que comenzaban a cubrir la plaza de Botines para entrar en calor. A esa hora (nueve de la mañana) poco más que algunos curiosos se habían acercado a las puertas del Palacio de los Guzmanes donde Carrasco reinaba con mano de hierro.

El último adiós a la todopoderosa Presidenta de la Diputación de León comenzaba con frío, como un detalle muy leonés del tiempo. Cuando los rayos del sol ya lograban hacerse con la plaza, el público entraba en calor y se comenzaba a arremolinar mientras se organizaba la entrada de la comitiva de los restos fúnebres a la Plaza de Botines. Entre los periodistas de los medios, especialmente los locales, incredulidad absoluta con los hechos y muchos sentimientos encontrados con la desaparición de Carrasco. Y se apuntaba que se la echará de menos, en lo bueno y en lo malo.

Aunque se anunció inicialmente que la apertura al público de la capilla ardiente sería a primera hora, cambios provocados por la llegada del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el deseo de la familia de velar su cuerpo en la intimidad retrasaron hasta media mañana la llegada de sus restos, a los que acompañaban rotos de dolor su hija Loreto, su pareja Jesús y varios familiares. En este momento se escucharon los primeros aplausos, que sin ser masivos si sonaron sinceros. Acto seguido lo hicieron Cospedal y Rajoy, recibidos por una seria corporación provincial y local. El minuto de silencio por Isabel Carrasco a mediodía a las puertas de su Palacio de los Guzmanes duró bastante más que los sesenta segundos, como si nadie se atreviera a finalizarlo, como si el aplauso final fuera a despertar a los presentes de una pesadilla. Si las caras son el espejo del alma era muy fácil ver los sentimientos por la pérdida de Carrasco, los que lo sentían de verdad y los que no, que también los había.

Aproximadamente una hora permaneció Rajoy y las autoridades en la capilla ardiente, instalada en el salón de Plenos del edificio renacentista que acoge la sede la institución provincial, que este 2014 cumple 201 años. A su salida realizó unas breves declaraciones a la multitud de prensa congregada antes de dirigirse a la sede de su partido en el paseo de Salamanca, a pocos metros del lugar donde falleció tiroteada la siempre polémica Isabel Carrasco. Tras una reunión con miembros de su formación se trasladó al Hostal de San Marcos paseando y mirando de reojo el lugar donde la Policía seguía buscando el arma del crimen.

La apertura de la capilla ardiente tuvo lugar acto seguido y ya entonces los leoneses pudieron dar el último adiós a la presidenta de los Populares en la provincia en el lugar donde disputó mil y una batallas en los Plenos de la Diputación. Las colas iniciales se fueron diluyendo a mediodía con el calor y volvieron a producirse en la ya calurosa tarde, aunque nunca en formato de multitud.

La visita sorpresa vino de la mano del expresidente leonés del Gobierno, el socialista Zapatero, con quien Carrasco tuvo sus más y sus menos -políticamente hablando- cuando éste estaba en La Moncloa. Con él al frente del PSOE ella recogió sus peores resultados electorales y también los mejores -o excepcionales sería mejor decir- en las últimas elecciones.

Con el sol en todo lo alto y bastante calor se iniciaba la despedida de Isabel Carrasco con un último recorrido desde la Plaza de Botines hasta la plaza de la Catedral donde centenares de leoneses y decenas de medios de comunicación esperaban la llegada del cortejo fúnebre y las autoridades. Su muerte ha logrado unir a rivales políticos y enemigos declarados (internos y externos) junto a sus colaboradores y amigos en una ceremonia en una abarrotadísima Catedral de León. Además de los políticos conocidos hay que destacar la cantidad de cargos públicos de los pueblos de la provincia, de todos los partidos, que acudieron a despedir a una mujer que supo manejar como nadie la política más cercana.

Isabel Carrasco y el presidente Rajoy compartieron aplausos a su salida de la Catedral. Unos aplausos que ponían fin a un muy largo día, el del adiós a una política que para bien y para mal ha dejado una profunda huella en León. Desanse en paz.

Etiquetas
stats