Orejas pide disculpas por unas “conductas impropias” de la Diputación en su discurso de investidura
En su primer discurso como presidente de la Diputación de León, Emilio Orejas ha dicho que es “el momento de pedir disculpas por las cosas que se han hecho mal, por las conductas impropias que han manchado el nombre de esta institución y de esta tierra”. Aseguró que lo importante de la política es “la escucha a la gente. Ellos son, no lo olvidemos nunca, quienes nos han elegido, quienes nos evalúan y a quienes nos debemos” y quiso resaltar la vocación de servicio de la misma.
“Son tiempos complicados y difíciles para la política. Unos pocos han manchado la reputación de la mayoría. En nuestro partido y en el resto ha habido ejemplos de lo que no se debe hacer”, continuó Orejas. Pretende “dar estabilidad a la Diputación” ante los leoneses y “devolver la recuperación del normal funcionamiento de esta institución”, que ha vivido unos meses muy convulsos después del asesinato de Isabel Carrasco el pasado mes de mayo y la detención de Marcos Martínez en su despacho el 27 de octubre, imputado en la trama de la 'operación Púnica'. Sin embargo, no ha habido referencias directas a ninguno de sus antecesores en las palabras de Orejas. Sí ha pronunciado esos reproches contra la situación de la corrupción política que especialmente ha salpicado a León en las últimas semanas.
Según las intenciones del tercer presidente en menos de medio año, León seguirá siendo un referente nacional en “cultura, gastronomía y patrimonio”. También ha tenido palabras para el refuerzo de la municipalidad y reafirmó su compromiso sincero hacia los pueblos de León. En su cierre, Orejas se dirigió a los alcaldes de manera categórica: “No estoy a su servicio, estoy a sus órdenes”.
Este viernes, con 14 votos a favor, 10 en contra y 0 en blanco, Emilio Orejas recogió el testigo de Marcos Martínez en un pleno extraordinario celebrado en el palacio de los Guzmanes.
