Adiós al político de El Crucero que hizo discretamente ganar a León

Carné de jugador del Unión Deportiva San Esteban de un jovencísimo José Antonio Alonso. / iLeon.com

Carlos J. Domínguez

José Antonio Alonso Suárez, ex juez, ex ministro de España de ramos importantes y ex portavoz del Gobierno de su amigo íntimo Rodríguez Zapatero, ha muerto en Madrid víctima de un cáncer. Y lo ha hecho con la misma discreción con que mantuvo todos estos cargos, idéntica a la discreción con que protagonizó algunas de las más importantes inversiones de futuro para la provincia leonesa, la misma con que viajaba cada año a la humilde casa del barrio de El Crucero que le vio nacer o al pueblo de Mora de Luna por otras vinculaciones familiares.

La discreción fue su tónica incluso cuando abandonó suavemente en 2012 la vida política, en cuya cúspide había vivido poco más de una década y se reincorporó no a un consejo de administración ni a ninguna otra alta institución pública, sino a su puesto de juez 'raso' en la Audiencia Provincial de Madrid. Hasta que una dura enfermedad pudo con él esta madrugada.

Alonso (primero por la izquierda) en una de las noches del ya desaparecido pub Berlín junto a su ex mujer y otro matrimonio.

'Toño', nacido en 1960 de una humilde familia, de padre mecánico eléctrico, compartió durante su exitosa formación amistad profunda con José Luis Rodríguez Zapatero desde que contaba 13 años y militaba en las filas de conocidos equipos de fútbol base de la capital leonesa, como el San Esteban.

Detrás del CCAN

Pero antes de partir a fraguarse un futuro a Madrid, tras convertirse con tan solo 25 años en juez, tuvo tiempo de participar activamente en el León al que siempre volvía como reducto de tranquilidad y anonimato. No en vano, Alonso participó en algunas fases de impulso inicial del relevante y contestatario foco cultural del Club Cultural de Amigos de la Naturaleza (CCAN) o era asiduo de algunos míticos pubs leoneses de gran efervescencia cultural, como el Berlín que ilustra la noticia.

Para cuando Alonso se había hecho una reputación de dialogante pero crítico progresista, azote razonable del Gobierno del PP de Aznar y Rajoy, en su calidad de portavoz del colectivo Jueces para la Democracia, su amigo Zapatero quiso aprovechar sus vínculos leoneses para sumarse a su equipo desde el minuto uno de su inesperada victoria electoral de 2004.

Y como hombre de su plena confianza, además de conseguir el hito de ganar en votos al PP de Juan Morano Masa durante dos elecciones consecutivas al Congreso, se ganó a la sombra del presidente del Gobierno leonés numerosas responsabilidades políticas y otra de la que poco se habla: la responsabilidad de pilotar algunos de los proyectos más ambiciosos, inversores y creadores de empleo para enfilar el mejor futuro posible para la provincia.

Primer ministro del interior sin muertos de ETA

Ya solo y exclusivamente bajo su responsabilidad como ministro de Interior (2004-2006, el primero sin víctimas mortales de ETA, por cierto), se encargó personalmente de varios proyectos que o bien eran viejas reclamaciones que nadie atendía o bien permanecían bloqueadas bajo el Gobierno del PP.

Como ejemplos destacables, las nuevas comisarías de Policía Nacional de San Andrés del Rabanedo o Astorga, con varios millones de inversión. O el hito de la nueva sede del GRS de la Guardia Civil, que ponía fin a años de precariedad y la 'amenaza' real de que este grupo de élite cambiara su sede de León por la de Salamanca.

Alonso fue, con Zapatero, artífice en 2005 del desbloqueo de las obras del acuartelamiento, que estuvieron paradas durante ocho años, gracias a aun presupuesto de 6,32 millones de euros que resultó definitivo.

Sus logros, inaugurados... por Rubalcaba

También es destacable el impulso del Centro Nacional de Denuncias Automatizadas (Centro Estrada), en el que también se consiguió la creación de cerca de un centenar de puestos de trabajo. Y todo ello a pesar de que ninguna de todas estas nuevas infraestructuras encaminadas a mejorar las condiciones de León en el noroeste de España fueron inauguradas por Alonso, quien jamás apareció en el momento de las fotos, porque las capitalizó su sustituto en la cartera de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Por aquel entonces, en las entrevistas Alonso resaltaba que la apuesta por las infraestructuras de comunicaciones, las de seguridad como comisarías, cuarteles o la UME, o a las tecnológicas, como el Inteco o la Ciudad de la Energía, eran vistas por su Gobierno como “motores de un cambio en el sistema productivo que sitúa a la provincia leonesa en condiciones inmejorables de futuro”. Léase, como muestra, la ampliación del aeropuerto, con una inversión de 52 millones para la ampliación de la pista y otros 22,3 millones para la nueva terminal de pasajeros.

Por fin, paz en el campo de tiro del Teleno

En 2006, tras la dimisión de José Bono al frente de Defensa, Zapatero le encomienda a su amigo otra cartera delicada. Y también tiene ojos para León. Por ejemplo, con el agrio problema del campo de tiro del Teleno, es el primero en tomar cartas para apaciguar los ánimos en los pueblos contra esta polémica infraestructura.

El ministro reduce drásticamente los días de ejercicio, garantiza con informes que no hay daños en restos arqueológicos, e incrementa las ayudas a los pueblos de la zona, que por primera vez quedan satisfechos. Para rematar, sella acuerdos con la Diputación y los municipios del Teleno para invertir en carreteras y otras infraestructuras, como fuentes de agua, 4,2 millones de euros y paliar así ciertos daños, obteniendo una paz social que dura hasta hoy.

Al frente de Defensa protagoniza acuerdos como con Indra, para el desarrollo en León del Centro de Excelencia de Sistemas de Seguridad de Indra, vinculado al Inteco (hoy Incibe), otro logro histórico del Gobierno socialista que él se encargó de mimar desde su sede de 18 millones de euros hasta su contenido hoy esencial para españa en materia de Ciberseguridad. Caso muy similar a su apoyo explícito a la Ciudad de la Energía en Ponferrada, que estaba llamada a apuntalar el futuro del carbón sostenible.

Otro legado Alonso': la UME, casi 700 empleos

Pero quizá lo más reconocible del 'legado Alonso' en la provincia leonesa fue la decisión de crear, ubicar en León y desarrollar la base de la Unidad Militar de Emergencias (UME), una de las iniciativas más dinamizadoras, con una inversión de 50 millones de euros y una plantilla que permanece de casi 700 militares en El Ferral, con un Centro Avanzado de Formación en Emergencias donde se forman los miembros de la UME de toda España.

Momentos difíciles

Tras su sacrificio personal, solicitado por Zapatero, de hacerse cargo del control interno y la relación con el resto del hemiciclo desde el Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, que se saldó sin grande escándalos ni problemas gracias a su capacidad de negociación y diálogo unánimemente reconocida, le llegó en 2011 el primer momento de la pérdida electoral frente al PP, arrastrado por la pérdida del 'efecto ZP' y la hecatombe doméstica de la caída en bloque de toda la Ejecutiva Provincial tras la dimisión de Paco Fernández.

Fue entonces cuando, en junio de 2011, sufrió un serio aviso de salud, con un accidente cerebro vascular mientras comía con amigos, algunos de ellos conocidos del mundo incluso del deporte. Del que se recuperó para, poco después, anunciar su retirada de la política activa y el abandono del escaño en el Congreso, que por tercera vez había cosechado con los votos de la provincia de León.

Pidió entonces su reingreso al viejo puesto de trabajo, en la Audiencia Provincial de Madrid, voluntariamente lejos del 'ruido' empresarial y político de la corte. El principio de su fin fue la noticia del cáncer, que le atenazó hace dos años, en los que no ha dejado de luchar con absoluta discreción. Fiel a su perfil de siempre que ha hecho que haya unanimidad en lamentar su pérdida, como pocas veces ocurre a día de hoy con un político en España.

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