El PP leonés mira de reojo al 18 Congreso nacional pendiente de su futuro

Antonio Silván, Juan Vicente Herrera, Pablo Casado y Alfonso Fernández Mañueco./ Juan Lázaro / ICAL

Antonio Vega

El fin de semana de congresos políticos en Madrid lo completa el Partido Popular, con una congreso -el número 18- lleno de tensión por la continuidad o no de los cargos por debajo de Mariano Rajoy, que será aclamado como presidente de la formación con previsible escasa oposición.

La enjundia del fin de semana radica en conocer si la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, sigue como secreteria general del partido o bien el zamorano Fernando Martínez Maíllo, u otro, logra arrebatarle el puesto o hacerse con parte del poder si es nombrado coordinador general del PP. Y he aquí una de las claves que más interesan en el PP leonés, dado que de quien asuma el poder en la sede de Génova puede depender el futuro nombre del presidente del PP en Castilla y León y en la provincia leonesa.

Este viernes, que se inicia con una filtración poco novedosa al OKDiario de Eduardo Inda de que Juan Vicente Herrera quiere al alcalde de León Antonio Silván como su sucesor, empieza el juego de sillas en el partido con la vista puesta en lo que vaya a suceder en los congresos autonómico y provincial.

El presidente burgalés de la Junta mantiene la incógnita sobre si seguirá al frente del PP autonómico, cuyo congreso se celebrará el próximo 1 de abril en Valladolid. Y lo hace porque dependerá de lo que suceda este fin de semana con los nuevos nombres de la dirección nacional, en la que se da por hecho la presencia de alguien de Castilla y León que bien pudiera ser sólamente Pablo Casado, dependerá la decisión de renovar o no el partido a nivel autonómico. Un factor que también se vincularía a la continuidad de Herrera en la Junta hasta el 2019, cuando ha dicho que ya no se volverá a presentar, o un abandono temprano para forzar la renovación en el Gobierno de Castilla y León. Lo mismo que hizo Juan José Lucas para ponerle a él como sucesor cuando se fue de ministro al Gobierno Aznar en 2001.

Los 'galgos' supuestamente aventajados en la carrera sucesoria autonómica son el propio Antonio Silván y el alcalde de Salamanca y con cargo en Génova como presidente nacional del Comité de Garantías, Alfonso Fernández Mañueco. Caída en desgracia por su positivo en alcoholemia Rosa Valdeón sólo ellos y cualesquiera de los procuradores del PP en las Cortes podrían ser investidos presidente si Herrera decide irse antes de finalizar su mandato. Todo ello con permiso de un acuerdo con al menos un procurador de la oposición. El otro nombre que 'suena', aunque con menos posibilidades, es el consejero de Empleo, el palentino Carlos Fernández Carriedo. Pero cabe recordar que tampoco eran muchos los que apostaban por Herrera en aquel ya lejano 2001 cuando Lucas decidió irse a Madrid y convenció a José María Aznar de que él tenía que se su sucesor.

La solución al berenjenal autonómico dependerá, en todo caso, de quién asuma el poder en Génova. Si es Maíllo el favorito para suceder a Herrera sería el salmantino Mañueco quién tendría el favor de la dirección nacional como nuevo 'mandamás' autonómico, aunque no tendría Génova capacidad para forzar a Herrera a irse o ceder poder, por lo que si este decide continuar la sucesión se aplazaría para el final de la legislatura, cuando podrían surgir otros nombres renovadores desde Madrid como el portavoz del PP Pablo Casado.

El PP leonés, a la espera

¿Y quién asumirá el poder en el PP leonés? Entre mayo y junio es cuando se deberá celebrar el congreso del PP en la provincia de León. En él se verá si el actual presidente Eduardo Fernández sigue en el cargo que asumió tras la muerte de Isabel Carrasco en 2014 o bien entran nuevos aires en la sede del Paseo de Salamanca de la capital leonesa.

Controlar el PP leonés puede ser una de las claves de la sucesión autonómica ya que junto al de Valladolid supone más del 50% de los afiliados del partido y las nuevas normas que podrían salir este fin de semana de Madrid harían que sea decisivo el voto de los militantes por vez primera. Lo que ha evidenciado la elección de los 43 compromisarios que de León tienen voto en el 18 de Congreso, más algunos natos, es que nadie controla de forma omnímoda el PP leonés como sucediera en el pasado y que la próxima elección de su presidente puede estar en amplia disputa.

Entre los populares de la provincia la baraja se encuentra ampliamente abierta, y dependerá nuevamente de lo que pase en el congreso de Madrid y Valladolid. No se descarta que lo mismo pueda seguir Eduardo Fernández, pese a las críticas internas a su gestión; o que la presidencia pueda pasar a Antonio Silván si fracasa la 'operación Valladolid', o bien que lo asuma el actual presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo.

Pero nuevamente todo está a expensas de lo que decidan los nombres de Génova y Valladolid, que bien podrían optar por una 'tercera vía' que suponga una renovación real del partido al estilo de la que se hizo con Mario Amilivia en los 80 y 90. El perfil que se buscaría entonces sería un o una joven promesa que caiga bien en general en la organización y no tenga 'pasado' polémico. La referencias sería un perfil tipo Pablo Casado o Andrea Levy. Y nombres dispuestos a jubilar a la vieja guardia del PP leonés no faltan. Y por ello nadie descarta un congreso del PP con dos candidaturas, una lucha entre la vieja y la nueva política. En versión Partido Popular.

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