Readjudicado a Urbaser el contrato de recogida de basura de Ponferrada que anuló el TSJ

Imagen de recurso. / InfoBierzo

D. Álvarez / Ical

El pleno extraordinario celebrado este miércoles en el Ayuntamiento de Ponferrada aprobó readjudicar a la empresa Urbaser el contrato de gestión de los servicios públicos de recogida de basura, limpieza viaria y mantenimiento de jardines en la ciudad, tal y como proponía la mesa de contratación. El anterior contrato, adjudicado por 20 años en 2014 a la empresa FCC, quedó anulado por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), y ahora el servicio pasa a manos de la otra compañía que optó entonces a la licitación.

El punto del orden del día quedó aprobado con los votos a favor de los siete representantes del PP, tres votos en contra de Ponferrada en Común (PeC) y el Partido Regionalista del Bierzo (PRB) y las abstenciones de PSOE, USE Bierzo, Ciudadanos (Cs) y Coalición por el Bierzo (CB). Tras el debate, la alcaldesa de la ciudad, Gloria Fernández Merayo, lamentó que “la última palabra sobre el asunto no la va a tener este pleno”, en referencia al recorrido judicial que aún puede tener el procedimiento y a las impugnaciones y recursos que puedan presentar las dos empresas afectadas.

El debate se inició con un voto particular propuesto por el portavoz del PRB, Tarsicio Carballo, en el que pedía que el concurso se declarase desierto, al considerar que se trata de un “contrato viciado” de 20 años de duración y defendió la rentabilidad de la municipalización del servicio, aunque la propuesta quedó rechazada con el único voto a favor del representante del PRB.

Tanto el portavoz de Coalición por el Bierzo (CB), Pedro Muñoz, como la portavoz de Ciudadanos (Cs), Rosa Luna, impugnaron el voto particular de Carballo, que tacharon de “ocurrencia”. “No existe ningún contrato”, remarcó Muñoz, que recordó que la adjudicación fue anulada por el TSJ. “Es una resolución judicial que hay que acatar”, subrayó Muñoz, que pidió abandonar su escaño a la hora de votar esta cusestión.

Por su parte, Luna lamentó la existencia de “informes contradictorios” sobre el asunto, que calificó de “herencia del pasado”. El exalcalde de la ciudad y portavoz de USE Bierzo, Samuel Folgueral, hizo uso sólo de uno de sus turnos de palabra para señalar que los informes de los técnicos del Ayuntamiento “no confirman la propuesta de la mesa de contratación”.

Por contrario, el portavoz de Ponferrada en Común (PeC), Miguel Ángel Fernández, pidió que la votación se hiciera extensiva al modelo de gestión, apostando por una prestación directa del servicio. “El problema de fondo es cómo se prestan los servicios en el Ayuntamiento”, explicó Fernández, que concluyó que “se hizo mal una vez, hay que buscar la manera de no volver a hacerlo así”.

En la misma línea, el portavoz del PSOE, Olegario Ramón, se mostró también “partidario de la gestión directa”, aunque señaló que “los informes técnicos entienden que no se dan las condiciones para renunciar al contrato”. “La sentencia dice que hay que volver a valorar de nuevo”, admitió el portavoz socialista, que lamentó que “con una nueva adjudicación, la ciudad seguirá estando sucia y seguirá habiendo tensiones con el personal”. “La solución al final nos la va a dar un juez”, avanzó Ramón.

Por último, el portavoz del PP, Ricardo Miranda, reconoció que “no se puede desistir ni renunciar al contrato, sólo nos queda una opción que es conceder el contrato a Urbaser”. “La ciudad no merece este contrato y había que sacar otro. Lo hemos intentado pero no hemos podido”, admitió el portavoz del equipo de Gobierno.

Al término del debate, la alcaldesa, Gloria Fernández Merayo, tomó la palabra para remarcar que el polémico procedimiento “es un problema heredado que nos toca solucionar de la mejor manera que sepamos”. “Nos ha tocado bailar con la más fea”, aseguró la regidora, que consideró que los tres servicios implicados en el contrato “nunca debieron juntarse”.

En ese sentido, Fernández Merayo subrayó que la intención del equipo de Gobierno era “renunciar al contrato”. Sin embargo, la exigencia de tres informes favorables que permitan llevar a cabo esa medida, obliga al Ayuntamiento a mantener la licitación, que la alcaldesa calificó de “hipoteca por 20 años”. “Para romper un contrato no vale sólo con la voluntad política”, remachó.

Antes de debatir sobre este punto, la sesión plenaria sirvió para dar la bienvenida al nuevo miembro de la Corporación, Álvaro Rajo, que tomó posesión de su acta de concejal en sustitución de la dimisionaria Amparo Vidal, que ejercía las competencias de Hacienda y Personal. El nuevo edil, procedente de los cuadros juveniles de Nuevas Generaciones en el Bierzo, asumirá las áreas de Juventud y Deportes.

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