La batalla por Ponferrada, once partidos disputan una alcadía casi paralizada durante los últimos cuatro años

ICAL. Candidatos de los grupos municipales a la alcaldía de Ponferrada.

Sara Martínez

Aunque todos aseguran salir a ganar, la mayoría sabe que no puede hacerlo. Las encuestas son claras. A pesar de la irrupción de nuevas fuerzas políticas y de la dispersión del voto, parece que, pactos mediante, el nuevo equipo de Gobierno en la capital berciana se disputará entre las dos fuerzas clásicas, Partido Popular y Partido Socialista.

Los ponferradinos elegirán este domingo a su sexto alcalde de la democracia. Por el sillón de mando han pasado desde 1979 Celso López Gavela (PSOE), Ismael Álvarez (PP), Carlos López Riesco (PP), Samuel Folgueral (No adscrito) y Gloria Fernández Merayo (PP). Esta última, primera mujer en ocupar la alcaldía, cierra entre lágrimas y acusaciones nada veladas de deslealtad, un mandato difícil, teñido por la falta de consenso y los proyectos que se han quedado en el tintero. Ahora, las once candidaturas que concurren a los comicios, hablan de revitalizar una ciudad consumida por el paro en la que proliferan los carteles de se alquila en un centro que pierde comercios y negocios sin que nadie parezca saber cómo evitarlo. Empleo, obras, gestión de servicios, peatonalizaciones, ¿qué se juega Ponferrada en estas elecciones?

“Nos jugamos dar a la ciudad, a sus pueblos y a nosotros mismos una oportunidad, la de poder desarrollar un proyecto de vida con dignidad sin salir de nuestro territorio” dice Olegario Ramón. El candidato socialista, al que las encuestas realizadas por los diferentes medios de comunicación locales dan como ganador con ocho concejales sobre los seis que sacaría el PP, habla de terminar con una modelo de gestión “que lleva demasiado tiempo basado en redes clientelares y endogamias políticas”. Los socialistas podrían recuperar una alcaldía que no ostentan desde hace casi un cuarto de siglo y lo hacen apelando a la “fiabilidad, la transparencia” y a un proyecto “libre de presiones externas”. Hacen así una referencia implícita a la reciente 'Operación Enredadera' que sacó a la luz las connivencias entre el empresario José Luis Ulibarri y diferentes cargos del Partido Popular de la provincia.

El candidato Popular, Marco Morala, que ya había sonado como posible alcaldable en los anteriores comicios, sale a la palestra en un momento complicado para su partido. No solo a nivel nacional, también en un municipio en el que Merayo no ha sacado adelante practicamente ninguna de sus promesas electorales. Bien es cierto que los siete concejales de un total de 25 con los que ha gobernado el PP gracias al apoyo de los dos de Coalición por El Bierzo, no han facilitado ni la aprobación de presupuestos, prorrogados desde 2016, ni la resolución de viejos problemas como la concesión del TUP (Transporte Urbano de Ponferrada) en situación de alegalidad desde que caducara su contrato en 2012.

No osbtante, Morala confía en las posibilidades de un equipo que ha elegido con sumo ciudado. “Ponferrada se juega su futuro. Se juega regresar a un pasado triste, a un pasado sin esperanza, a un pasado gris. Se juega transformarse en una nueva ciudad, en recuperar el esplendor que en su día tuvo y que ha perdido. Se juega todo. Se juega el poder estar dirigida por un equipo, como es el del Partido Popular, lleno de talento, comprometido, experimentado y muy ilusionado. Un equipo que apuesta por Ponferrada, por sus gentes, por sus barrios, por sus pueblos y que les dará las soluciones que necesita, que colmará y atenderá sus necesidades”, sostiene.

El exalcalde y candidato de USE Bierzo, Samuel Folgueral, apuesta todo a la creación de empleo. “Lideraremos la consecución de un plan de reindustrialización urgente para la comarca, secundado por un plan de desarrollo que ha de servir para poner en valor diferentes sectores en cada municipio”, dice. Así, dicen también apostar por una propuesta urbanística “sostenible, pero con la ambición de resolver la movilidad en la ciudad a través de un nuevo puente para una circunvalación que dé nueva vida al Casco Antiguo”. Use asegura que “elimanará los carteles de 'Se alquila' en los locales comerciales”, mediante un plan de emprendimiento.

Con un tono más beligerante, el líder de Coalición por El Bierzo y candidato en Ponferrada Pedro Muñoz, dice “no poder hablar de lo que se juega la ciudad el día 26 porque esto no es ningún juego. Los partidos han convertido El Bierzo en una casa de apuestas”. Desde CB buscan “un compromiso de partidos, instituciones, empresas y ciudadanos a título personal para sacar adelante este territorio y para generar 5.000 empleos directos en los próximos cuatro años”. ¿Cómo? “Desarrollando el polígono del Bayo como zona franca y potenciando la investigación de los nuevos usos del carbón, el grafeno y los nuevos materiales”.

La izquierda a la izquierda del PSOE y USE, más dividida que nunca entre IU, Podemos, Más Ponferrada y Municipalistas por el cambio, habla de remunicipalizaciones, apostar por los servicios socialies e integrar a los ciudadanos en la vida política. Las encuestas le dan el mejor resultado a Podemos, encabezado por Lorena González y que según los sondeos lograría entrar en el Consistorio con dos o tres concejales.

Muchas promesas que pueden convertirse en hechos o en palabrería barata. Se avecinan cambios. A la espera de los pactos, los ciudadanos tienen la penúltima palabra.

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