La batalla de Villablino: 40 años de luchas municipales y el futuro más difícil por ganar

Rivas (PSOE, en el centro), González (PP, izquierda arriba), Mari Tere Martínez (Ciudadanos, abajo), Ángel Nava (IU, derecha, arriba) y Sixto Martínez (Podemos, abajo).

Luis Álvarez / Villablino

Cuarenta años, un mes y 23 días después de la primera cita electoral -el 3 de abril de 1979- en los municipios de la España constitucional, la comarca de Laciana afronta las elecciones más decisivas de este periodo democrático, por su actual situación social, económica y política, nunca tan deterioradas y con tantos retos a los que hacer frente. En los ciudadanos está dar la responsabilidad de dirigir esta décima legislatura, que para bien o para mal debe marcar un punto de inflexión y un volver a empezar.

La actual situación social es objetivamente preocupante, con una pérdida continua de población, con un envejecimiento poblacional preocupante y una tasa vegetativa muy negativa. La económica no se le viene a la zaga, dado que la liquidación total de la minería del carbón ha supuesto un duro varapalo para la economía local, con una merma de población activa importante y con ello un descenso claro de la actividad económica.

En este panorama, la esfera política municipal observa con curiosidad la aparición de nuevas opciones. Así, Podemos se presenta al Ayuntamiento de Villablino por primera vez en la cita local, y Ciudadanos por segunda vez, lo que sin duda contribuirá a fragmentar más el voto frente a los tres clásicos: Partido Socialista, Izquierda Unida y Partido Popular.

Con este panorama así definido a grandes rasgos, los electores tiene que decidir, qué opción política consideran la más adecuada para, en principio, al menos detener la sangría poblacional, mejorar e incrementar la actividad económica, buscando nuevas fuentes de impulsar y amparar las ya existentes, y contando más con imaginación que con recursos. Porque la deuda acumulada por el Ayuntamiento ronda ya los 9 millones de euros y es un lastre que puede acabar de hundir este que en otro tiempo fue un gigante, hoy con pies de barro.

Una historia convulsa

Si nos atenemos a los datos históricos, la lucha podría estar entre PSOE e IU, que alternativamente se han ido turnando al frente de la Corporación municipal. ¿Qué papel parece quedarles a los otros tres actores? Pues quizá ser decisivos en la conformación de una mayoría solvente en caso de que los dos anteriores no la obtengan.

El PP sólo en dos años fue copartícipe del Gobierno municipal, tras la moción de censura que, entre Murias y Suárez Pastor, le hizo la pinza a Ana Luisa Durán. Un pacto que a Pastor le costó graves críticas de su propia formación y el aburrimiento y hastía que le llevó a no repetir en las candidaturas.

En esta historia de cuarenta años ha habido de todo en el Ayuntamiento de Villablino, como por ejemplo ser uno de los primeros ayuntamientos comunistas de una cierta entidad de la era democrática. Las dos primeras legislaturas fueron para el PCE, con Manuel Eliecer Rodríguez Barrero al frente, fallecido este mismo año.

Fueron épocas convulsas, con asperezas en las formas falta de hábitos democráticos. En la primera el PSOE, que dió la alcaldía al PCE, por el conocido como 'Pacto de izquierdas' preelectoral, se convirtió de inmediato en la oposición más fuerte de los comunistas y su desgaste fue tal que sufrió un reguero de dimisiones y acabó utilizando hasta algún suplente, después de desgastar a los 17 integrantes de la lista.

No fue la única compleja. La tercera legislatura, que arrancó con Jesús Fernández (PSOE) de alcalde, se convulsionó pasados dos años, con la renuncia de éste junto con cuatro de sus concejales, pasando a la alcaldía Pedro Fernández. También se sucedió después una cascada de renuncias, y así los Independiente Lacianiegos, que habían conseguido 6 concejales terminaron con tan solo uno, por continuas renuncias de los titulares y los que les fueron supliendo. Lo mismo pasó con IU, que terminó la legislatura sin concejales por renuncias sucesivas.

Otro caso similar fue el de Ángel Crespo, elegido alcalde por el PSOE en 2003, y que en marzo de 2005 presentó su renuncia, por las presiones de su propio grupo político, pasando a ocupar la alcaldía Ana Luisa Durán. Además el Ayuntamiento ha sido testigo de diversos acontecimientos, no muy edificantes. La agresión de Espeso de Prado (PSOE) a Barrero (alcalde). Diversos encierros, trabajadores de cielos abiertos y municipales, sindicalistas y apedreamiento en el año 1992 en plena crisis de la quiebra de MSP.

Con estos antecedentes de cuarenta años, algo muy grave debería pasar este mandato para que no sea, al menos, un poco más tranquilo.

Expectativas de las cinco candidaturas

En un sondeo vecinal a pie de calle y afán de ser encuesta, la opinión masiva es que esta legislatura la va a dominar el PSOE, porque parte desde el poder, porque tiene la mejor estructura de partido y, al parecer de algunos, por no ofrecer los demás alternativa clara. Estas son las razones básicas que nos han dado más de una treintena de vecinos de diversas condiciones y edades a los que hemos hecho la pregunta “¿Quién crees que va a ganar las elecciones? La duda consiste en saber si será con mayoría absoluta o sólo simple.

El actual alcalde, el socialista Mario Ribas, repite como aspirante. Frente a él, Ángel Nava Rodríguez por IU; Roberto González Barrero por el PP; Sixto Martínez Álvarez por Podemos; y María Teresa (Mari Tere) Martínez López por Ciudadanos. No hay que olvidar, tampoco, que hay candidaturas para 13 pedanías del municipio.

Las demás opciones cuentan, para muchos, con los hampdicaps negativos de la poca experiencia, el desconocimiento de la mayoría de la población y la más floja infraestructura de apoyo. No obstante, todos concurren con la máxima ilusión y no pocos argumentos y programas. Y esperan y desean voltear las sensaciones iniciales. El domingo 26 de mayo por la noche tendremos respuesta a todos los interrogantes.

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