Los momentos más surrealistas de la legislatura que termina en León
Es la noche de San Juan. Festivo en Hospital de Órbigo porque son las fiestas patronales de esta localidad ribereña leonesa. Acaban de sonar los últimos acordes de la orquesta. Son las 4.30 de la madrugada y por eso los más jóvenes se resisten a ir a dormir. Pero hay quien tiene en esta localidad una cita inaudita: ha de asistir a un Pleno. Se trata de un pleno de la Mancomunidad del Órbigo, institución que tuvo un protagonismo en la operación anticorrupción Enredadera que ha marcado este mandato.
Parece un mal chiste pero en realidad es el relato de uno de los momentos políticos más surrealistas vividos en la provincia leonesa en una institución local en este mandato que está a punto de concluir con las elecciones del próximo domingo 26 de mayo. Aunque ha habido más.
El que nos ocupa ocurrió el 24 de junio del año 2018. Aquella reunión celebrada en el Ayuntamiento de Hospital de Órbigo no era una cosa de trámite, ni mucho menos, al contrario: los representantes de los ayuntamientos que forman parte de la Mancomunidad (Benavides, Turcia, Santa Marina del Rey, Hospital de Órbigo, Villares de Órbigo y Villarejo de Órbigo) habían de votar para elegir un nuevo presidente de esta entidad, hasta ese momento presidida por el alcalde socialista de Hospital, Enrique Busto.
La ocurrencia sin precedente conocido, pero por otra parte perfectamente legal, fue la de situar la convocatoria al término de la verbena nocturna de San Juan, a las cuatro y media de la madrugada.
Hay que reseñar que la normativa del Reglamento de Organización, Funcionamiento (ROF) y Régimen Jurídico de las Entidades Locales no marca en modo alguno impedimento legal para convocar sesiones plenarias cualquier día y cualquier hora siempre que se haga con la antelación marcada. En este caso, estaban llamados doce representantes de los seis municipios que forman la Mancomunidad, dos por ayuntamiento, amén del secretario. Todo en regla.
Quórum cerca del amanecer
Acudieron finalmente cinco de ellos, el propio presidente Enrique Busto (PSOE), así como los dos vocales del Ayuntamiento de Santa Marina (uno del PP y otro de UPL, aunque gobierna el PSOE) y Villares (ambos socialistas). Los ausentes fueron muchos más, un total de siete, aunque el secretario certificó que había quórum suficiente para legalizar la votación.
Y el 'baile' de votos que se produce a continuación es quién sabe si atribuible a las intempestivas horas o de las estrategias de partido. Pero el caso es que el edil del portavoz popular en Santa Marina del Rey, José Emilio Fuertes, se hace con la Presidencia de la Mancomunidad por tres votos contra dos, arrebatándosela al otro candidato, José González, de UPL. En cambio, la vicepresidencia recae en un socialista. Todos son elegidos, como es lógico, por mayoría simple.
Han transcurrido doce minutos. Y casi comienza a clarear el cielo cuando con la nueva conformación de los órganos de Gobierno de la Mancomunidad del Órbigo se levanta una de las sesiones más surrealista que ha vivido la provincia en este mandato.
Monográfico 'Enredadera' un 16 de agosto
Pero no la única. Otro Pleno, en este caso en el Ayuntamiento de Villaquilambre, también dio que hablar. Se celebró a la también intempestiva hora de las 8.15 de la mañana de un 16 de agosto, es decir, en mitad del verano y tras la festividad que marca el ecuador estival.
Quizá el motivo de ser tan intempestivo fue que sesión se había convocado a raíz de 'estallar' la Operación Enredadera también en este municipio del alfoz leonés a principios de julio. La mayoría simple que el PP mantenía, con apoyo de UPL, se resquebrajaba por momentos y pendía de un hilo la Alcaldía del popular Manuel García, quien había sido un mes atrás llevado a declarar por la Policía Nacional y por orden judicial, abandonando después la Comisaría “libre cargos”.
Aquella sesión plenaria fue tensa y larga y allí se fraguó la amenaza de UPL de abandonar a su suerte al edil, que desembocaría después en la moción de censura que hizo alcalde al socialista Jorge Pérez Robles.
Otro episodio surrealista pero, en este caso, además con una carga plenamente reivindicativa sobre uno de los asuntos estrella del mandato, los recortes en la Sanidad, fue el que protagonizó Gaspar Cuervo, alcalde del pequeño municipio de Valderrey, Gaspar Cuervo (Ciudadanos Rurales Agrupados CRA), aprovechando el afán felicitador que por Navidad le acostumbra a dar a algunos mandatarios de la provincia.
Los 'Christmas' contra los recortes de la Sanidad rural
Cuervo, abanderado provincial en la lucha por los derechos sanitarios rurales, llevó mal recibir las felicitaciones navideñas de personas como el delegado de la Junta en León, Guillermo García, el presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, al presidente de la Asociación Montañas del Teleno, Narciso Fernández, o al Procurador del Común (defensor del pueblo de Castilla y León), Tomás Quintana. En este enlace se pueden leer las cartas.
Ni corto ni perezoso, al delegado García le devolvió la felicitación manifestándole su “asombro, porque hay que tener la cara muy dura, para después de mentir sistemáticamente en el tema de la calidad sanitaria en la comarca de Astorga, pueda atreverse a desear que pasemos unas felices navidades con nuestras familias”.
Gaspar Cuervo concluye la carta deseando al máximo representante de la Junta en León que “ojalá, su usted pasa la Navidad en algunas de las comarcas de Astorga, no necesite que le atienda algún médico rural, porque si no, la lleva usted clara”.
“3 médicos y una enfermera para 94 pueblos, Judea y Samaria incluida”
A Majo también se la devolvió recordándole que “en nuestros pueblos esta Navidad tendremos una asistencia sanitaria como la de Jesús y María hace 2018 años, sin pediatra y con 3 o 4 médicos y una enfermera para 94 pueblos, Judea y Samaria incluida”. Y por último, tampoco se libró Narciso Fernández, porque “no he visto a su institución defendiendo la sanidad rural” y le espeta que “gracias a personas como usted que se ponen de perfil, su grupo de acción local sobrará y solo quedarán las Montañas del Teleno sin nadie que las habite”.
De aquel envío de cartas, destacó por encima de todas una remitida al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidiéndole la aplicación a la Junta de Castilla y León el artículo 155 de la Constitución, es decir, interviniendo la Comunidad como ocurrió en Cataluña por el intento de referéndum el 1-O, en este caso para quitar la competencia de Sanidad a la Junta “debido al continuado incumplimiento del derecho que tienen mis vecinos a una atención sanitaria digna y de calidad”.
“A quien le dé la risa” por estas irónicas y lacerantes reacciones, el regidor les invitó a “que vengan a ver y comprobar” el estado en el que se encuentra la Sanidad rural, que tantas manifestaciones de queja ha provocado en numerosas localidades leonesas en este mandato.
