Tudanca e Igea señalan en el debate como principal reto la despoblación, un “problema global” para Mañueco

El debate de RTVE dio momentos como éstos.

César Fernández

El primer debate televisivo de la campaña electoral de Castilla y León se cerró este lunes con el apartado dedicado a la despoblación y el medio rural. “Es el principal problema de la Comunidad”, coincidieron los candidatos del PSOE y Ciudadanos, Luis Tudanca y Francisco Igea, respectivamente. “Es un problema global que afecta a Europa”, matizó el presidente de la Junta y cabeza de cartel del PP, Alfonso Fernández Mañueco, que ya desde el principio de la contienda había determinado cuál era el problema de Comunidad. “Hemos sufrido las políticas de Sánchez”, fijó en su primera intervención en la cita emitida por Televisión Española. “Sánchez no hace nada”, recriminó a cuenta del reto demográfico.

Tudanca e Igea coincidieron durante la noche en intentar acorralar a Mañueco, en última instancia con las estadísticas demográficas y también muy intensamente en el apartado dedicado a regeneración democrática. El presidente y candidato a la reelección, socio de Gobierno de Cs desde el principio de la legislatura hasta que a finales de diciembre rompió la baraja y adelantó las elecciones a este próximo 13 de febrero, en ocasiones ignoró a sus oponentes para centrar la crítica en el jefe del Ejecutivo central. “Usted está empeñado en no hablar de Castilla y León y en hacer oposición al Gobierno de España”, le espetó Tudanca. “Usted es el más sanchista de todos los sanchistas de Castilla y León”, apuntilló Igea.

A la hora de hablar del reto demográfico y el medio rural, Fernández Mañueco entró primero en ese cuerpo a cuerpo virtual con Pedro Sánchez hasta incluso remitirse a José Luis Rodríguez Zapatero cuando, al lanzar el Plan del Oeste, dijo que “la despoblación es un problema de Estado que no lo pueden abordar sólo las comunidades autónomas”. El popular reprochó “el cierre precipitado de minas y térmicas” en León y Palencia antes de prometer 30 megas de internet para el 100% de los municipios de la Comunidad en 2023 y acabar haciendo una proclama: “Somos el partido del campo; de los agricultores y ganaderos”.

Mañueco mantuvo durante toda la noche otro cuerpo a cuerpo virtual (en este caso debido al positivo por coronavirus de Igea) con quien durante la mayor parte de la legislatura fue su vicepresidente y portavoz de su Ejecutivo. “El Gobierno es del presidente”, llegó a sentenciar el popular en uno de los varios momentos en que se impuso la paradoja del rifirrafe ácido entre quienes fueros socios hasta hace poco más de un mes. Igea, que atribuyó al PP un “absoluto fracaso” en materia de despoblación y medio rural, llevó el debate en este ámbito al terreno del esperpento al citar a políticos que han desfilado por granjas “en castellanos”. “Y el señor Casado terminará con garrapatas”, ironizó sobre el presidente nacional del PP tras la polémica desatada por las alusiones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, a la calidad de la carne de las macrogranjas.

O hay un Gobierno de PP y Vox o hay un Gobierno decente, sentenció el candidato socialista, que acusó a Mañueco de haber privilegiado sus intereses al convocar elecciones anticipadas dejando en standby soluciones a problemas urgentes

“Hay que hacer frente al reto demográfico; y la única manera es un cambio de Gobierno”, aseguró el candidato socialista antes de deslizar dos ideas recurrentes a lo largo de toda la noche: acusar a Mañueco de haber privilegiado sus intereses al convocar elecciones anticipadas dejando en standby soluciones a problemas urgentes y alentar el fantasma de una posible coalición poselectoral con la extrema derecha encarnada en Vox hasta incluso plantear la única disyuntiva a su juicio posible: “O hay un Gobierno de PP y Vox o hay un Gobierno decente”. Aparte de impulsar incentivos fiscales, extender la digitalización y avanzar en un plan de retención del talento, Tudanca pareció contraatacar con una defensa de Rodríguez Zapatero y la decisión de llevar organismos nacionales como Ciuden e Incibe a Ponferrada y León, respectivamente, y en apelar a la “descentralización” esbozada en las últimas semanas por Pedro Sánchez, referenciado en este caso como aliado y no como 'punching ball'.

El mayor voltaje lo dieron las alusiones a la corrupción

En un debate en el que cayeron con cuentagotas las alusiones a la provincia de León (no obstante, una de las más citadas), el mayor voltaje se dio en el apartado de la regeneración democrática, que Ciudadanos lleva por bandera de su paso por el Gobierno autonómico. Y así fue como su candidato lanzó la mayor carga de profundidad contra Mañueco al pedirle explicaciones hasta en tres ocasiones (sin obtener respuesta) por el supuesto hecho de que el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, se reuniera con un posible licitante a un concurso de un contrato por valor de 800 millones de euros sin reflejarlo en su agenda, por lo que habría incurrido en un incumplimiento del código ético.

El candidato socialista también cargó las tintas en este apartado contra el candidato a la reelección, al que acusó de adelantar los comicios para soslayar procesos judiciales que podrían salpicarle. “Sólo por acabar con la corrupción ya valdría la pena el cambio”, sentenció Tudanca al citar casos que afectan a antiguos cargos de la Junta como la trama eólica o el que pone en tela de juicio la contabilidad del PP de Salamanca durante las primarias que el ahora presidente le ganó al entonces alcalde de León, Antonio Silván, para liderar el partido en Castilla y León.

“Mi honestidad es el mejor legado que les puedo dejar a mis hijas”, zanjó Fernández Mañueco, que animó a sus oponentes a acudir a los tribunales “si ven algo ilegal”. “Como a los dos les gusta el traje de inquisidores, les recomiendo 'El hereje'”, añadió sobre la obra de Miguel Delibes antes de asegurar que “dejar trabajar a la justicia es la mayor garantía”. Y tras asegurar que promoverá una ley que aumente la participación política en este tipo de debates (ahora limitados a los partidos con grupo propio en la Cámara autonómica) acusó a Tudanca de haber lanzado “el mayor ataque” con una moción de censura “sustentada en tránsfugas” antes de pedirle opinión sobre los “indultos a los golpistas” para volver a llevar al ruedo, esta vez sin citarlo explícitamente, al presidente del Gobierno.

El debate, presentado por el periodista de Televisión Española Xabier Fortes (quien incluso en algunos momentos sugirió a los contendientes entrar en el cuerpo a cuerpo), se completó con los apartados dedicados a la pandemia, la educación y la fiscalidad con argumentos que se fueron desgranando en este relato minuto a minuto de lo que dio de sí esta cita, condicionada en cierto modo por el positivo por la covid-19 que obligó a Francisco Igea a participar confinado desde la casa de sus padres.

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