¿Son o no son “una mierda” las fiestas de León?

¿Qué opinan los ciudadanos, los partidos políticos, las asociaciones de las fiestas de San Juan y San Pedro de León? ¿Por qué año tras año se escucha la dura palabra “mierda” como resumen de la valoración que la calle hace en cuanto echa un vistazo al programa de fiestas? ¿Siente la ciudad que San Juan y San Pedro son sus mejores fiestas o envidia las de otras localidades? ¿Suponen un atractivo turístico, le vienen bien a sectores vitales de la economía local como la hostelería? ¿Proyectan una buena imagen exterior o son más de consumo local? ¿Son participativas, satisfacen todos los gustos? Estas y otras preguntas se las hemos formulado a muchos y muy diversos colectivos de la capital leonesa con ánimo crítico, en el mejor sentido de la palabra, para pulsar la dinámica que las fiestas que abren tradicionalmente el verano en la ciudad han ido adquiriendo en los últimos años.

En la calle, el desapego es la tónica general. “No he leído el programa” y “son lo de siempre” son las respuestas, si no unánimes, casi unánimes. Al igual que aquella que mantiene, y comparten asociaciones de vecinos, que las auténticas fiestas leonesas son la de San Froilán en octubre, con sus carros engalanados y pendones como señas de identidad.

Se aprecia una clara diferencia según la edad del leonés encuestado, de modo que los más jóvenes son más categóricos al censurar, por ejemplo, el nivel excesivamente local de las actuaciones musicales, mientras a mayor edad más grado de satisfacción muestran con el ambientazo que en el centro de la ciudad y el recinto ferial y las carpas aledañas de Sáez de Miera, especialmente, adquiere estos días. Tampoco les importa mucho el programa.

Los fuegos artificiales y el cartel oficial como termómetro

Pero son los fuegos artificiales, la tradición que más leoneses saca a la calle en la noche grande del 24 de junio, el mejor termómetro de la opinión de la calle. Y el saldo no es favorable en general. De tres días de tirada se ha pasado paulatinamente a sólo uno y aunque las opiniones esa noche son para todos los gustos y hay tantas como espectadores, el debate se centra en si al ser un símbolo los fuegos el Ayuntamiento debe tirar la casa por la ventana o ahorrar para otras prioridades.

A ello se une, al menos este año, la polémica suscitada sobre todo en las redes sociales por la calidad del cartel de las fiestas, entre abundantes críticas que han dado mucho que hablar. Hasta tal punto que un grupo de ciudadanos que se han dado en llamar F.L.V.C (Frente de Liberación Visual Ciudadano) ha convocado un premio al mejor Cartel No-Oficial de las Fiestas de San Juan y San Pedro León 2015 ante su rechazo del oficial.

Por parte de la Concejalía de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento de León, sí están seguros de que son unas fiestas participativas y recuerdan a todos los leoneses la dureza de los últimos años, en los que “la principal preocupación ha sido encontrar trabajo y no despilfarrar un dinero que el Ayuntamiento de León no tenía en fiestas”.

“Escucharé las criticas y tomaré nota de ellas”

Lo admite el recién estrenado concejal de cultura, Pedro Llamas, quien a pesar de que acaba de tomar posesión de su cargo opina que el principal objetivo del Ayuntamiento es que las fiestas de San Juan y San Pedro se desarrollen con normalidad. Desde el minuto cero, el nuevo equipo de gobierno trabajará con ilusión para mejorar las venideras, “teniendo en cuenta las ideas y la participación de comerciantes, hosteleros y asociaciones de vecinos para elaborar un programa en equilibrio”. “Escucharé las críticas, y tomaré nota de ellas. Aunque tampoco es cuestión de llenar la ciudad de actividades a las que luego no asista casi nadie. Apostamos por unas fiestas consensuadas, en las que ningún barrio se sienta excluido”, añade.

En cuanto a la opinión de los hosteleros, principalmente la de los situados en el barrio Húmedo, la valoración es bastante positiva en general, ya que “se trabaja bien en fiestas”. “Es cierto que no hay excesivas convocatorias, lo que no quiere decir que León no se merezca unas buenas fiestas, pero la gente sale y consume, así que el balance es positivo”, ha asegurado el ya ex presidente de los Hosteleros de León. Por su parte, el concejal de Fiestas saliente, Juan Pablo García Valadés, ha declinado valorar unos festejos que han sido su última labor.

“Cosas penosas” y el debate de gastarse o no “un pastón”

En la oposición municipal, Susana Travesí del PSOE, se lamenta especialmente “la casi nula participación y colaboración” que el Consistorio admite de asociaciones y colectivos y el elevado número de actividades “de relleno” que se han acostumbrado a incluir en el programa, léase, el mercado de la Plaza Mayor o el Rastro del domingo. A su juicio, “una comisión de fiestas generaría más colaboración, más ideas, mejor programa, porque las asociaciones le dan mucho color y de ellas depende, en gran medida, el éxito o no de unas fiestas” como éstas. Finalmente, en el cajón de las “cosas penosas, que hay enormes zonas, barrios de la ciudad en las que no parece ser fiesta, con el consiguiente daño a la hostelería y el comercio” que no es del centro.

Victoria Rodríguez, recién llegada al Ayuntamiento por León en Común, coincide en esta última apreciación (“los negocios de los barrios estos días pierden mucho dinero”) y en que “los colectivos y los vecinos, el Consejo de la Juventud, el de Emigrantes, el de Mujeres, darían más pluralidad” al programa y permitiría, “como demuestra la Universidad con el Albéitar, que con poco presupuesto se pueden hacer grandes cosas”. Musicalmente, la formación que engloba a IU, cree “lo más acertado” que no se tire de chequera para grandes conciertos y espectáculos “que cuestan un pastón” y eclipsan a los grupos locales, apuesta que sí ve “muy acertada”. Y Rodríguez hace suya la queja de los inmigrantes, que “ven una inmejorable oportunidad para trabajar por la integración si se mezclaran sus carpas con las de las asociaciones leonesas, pero esto nunca se hace”.

“Son un poco de pueblo”... pero no en el mal sentido

Desde la Federación de Asociaciones de Vecinos de León, Jorge Díez es cien por cien utilitarista: hay que apostar por aquello “que haga participar a la gente y atraiga a los ciudadanos”. Admite que estas fiestas de San Juan y San pedro “se limitan un poco a cuatro pinceladas y son un poco de pueblo”, pero no ve en ello algo negativo; es más, se pregunta por que actividades como la tradicional Feria Multisectorial de Papalaguinda ha desaparecido, cuando “tenía muchas visitas y las empresas estaban encantadas”.

De nuevo, una crítica concreta de este año es “la precipitación” del montaje de las carpas en las que barrios y asociaciones se vuelven a volcar junto al recinto ferial y, como casi todos, reclama “más participación social” en la elaboración final del programa, una Comisión de Fiestas en la que “las organizaciones culturales y las asociaciones aportemos cientos de ideas para debatir”.

Lleno total en el Húmedo pero “porque nos lo curramos”

En hostelería, el Barrio Húmedo es una referencia incuestionable. Y su actual presidente, Ramón Benavides, espera “dos fines de semana con lleno total, al contrario que hace unos pocos años, que teníamos cuatro turistas y para de contar”. Pero hay un matiz dentro de la positiva valoración, dado que el mérito se lo atribuyen ellos y no tanto a la iniciativa del Ayuntamiento. “Nosotros curramos el tema de que, algo impensable, mañana el Húmedo tenga 2.000 personas de peñas y charangas; que haya conciertos de grupos nuestros y buenas orquestas... nos movemos muchísimo y eso, junto con cosas de pintura, desfiles y otras cosas, se está notando”.