El globo sonda de la peatonalización casi completa de Ordoño II
A vueltas con los eternos problemas de pavimentación de la avenida más céntrica y principal de la capital leonesa, Ordoño II, y a vueltas con las posibles soluciones. El equipo de Gobierno del Partido Popular en el Ayuntamiento leonés ha aireado, aprovechando el debate y una partida presupuestaria de 780.000 euros para este año, un globo sonda sobre la posible peatonalización casi completa de esta arteria principal. Casi completa porque se avanza que se cerraría totalmente al tráfico rodado excluyendo únicamente a los residentes, la carga y descarga, los taxis y los autobuses urbanos, o sea, como en la mismísima Calle Ancha.
León en Común, a favor de 'su' propuesta; UPyD en contra
Le ha faltado tiempo a algún grupo político municipal, como León en Común, para recordar que este planteamiento es un viejo compromiso electoral de Izquierda Unida y algunos otros partidos, como UPyD, para rechazar de plano esta alternativa por considerar un exceso destinar esos 780.000 euros en una obra que a su juicio “hace sospechar que se deba a intereses privados derivados del proyectado pasaje comercial entre las calles San Agustín y Ordoño II”. Pero lo cierto es que estas primeras reacciones ya evidencian que el PP ha conseguido abrir el debate para sondear esta posibilidad.
Una posibilidad que, sin embargo, no es ni mucho menos definitiva ni siquiera está valorada con los criterios técnicos previos imprescindibles. Fuentes del mismo equipo de Gobierno municipal han confirmado hoy a iLeon.com que de momento sólo hay una prioridad: destinar ese dinero o gran parte de él a dar una solución lo más definitiva posible al constante desastre del adoquinado de la calzada, que paga los efectos de la construcción del parking subterráneo y que han obligado ya a realizar hasta doce intervenciones, con su consiguiente gasto público, para soluciones que han estado muy lejos de ser definitivas.
“Si se peatonaliza, no sería un problema económico”
Las mismas fuentes no descartan que se pudiera valorar incrementar la elevación de la calzada, hasta ponerla a la altura de las aceras, pero lo que es seguro es que ni se reduciría a un solo carril ni se encancharían las actuales aceras, que ya son de ocho metros por cada lado. Y es que ni siquiera se habría realizado aún ni siquiera un estudio riguroso del impacto sobre el tráfico en la ciudad que supondría el cierre al tráfico regular diario de Ordoño II, acaso uno de los inconvenientes mayores que tendríauna hipotética peatonalización. “Si se quisiera peatonalizar no sería un problema económico, tendría un coste ínfimo, basta con colocar unos bolardos en Guzmán y con las jardineras que ya separan la carretera de la acera en la actualidad estaría conseguido; pero el peatón ya ganó mucho espacio en su día con el ensanche de las aceras y además muchas adyacentes a Ordoño ya son peatonales”, explican las fuentes oficiales del equipo de Gobierno.
El PP es consciente de que a la inversión en el arreglo, lo más definitivo posible, de los problemas en el pavimento de la calzada es fácil llegar a un consenso muy mayoritario, si no unánime, de todos los grupos municipales. Pero el globo sonda está lanzado y dependiendo de las reacciones vecinales, comerciales y políticas es seguro que el equipo que dirige el alcalde Antonio Silván se adoptará la decisión final. Y nadie puede asegurar que ésta sea hacer de Ordoño II una nueva Calle Ancha o un Burgo Nuevo, y volver a imágenes como ésta de muchas décadas atrás:
