Las viejas direcciones de PSOE y PP en Astorga retoman el poder enfrentados a sus propios concejales
El puzle político ha tardado apenas una semana en complicarse y enrevesarse en el quinto municipio de la provincia por número de habitantes, Astorga. Y no lo ha hecho sólo en un partido político sino en los dos que se reparten el poder político en el viejo Consistorio, es decir, una auténtica revolución silenciosa tanto en el PSOE como en el PP.
En ambos casos, han pasado a controlar ese poder local los que mandaban hasta antes del actual mandato, antes de 2015, y que coincide que son radicalmente opuestos a las posturas de los concejales que socialistas y populares tienen en la actualidad sentados en sus respectivos escaños municipales. Una coincidencia inusual que se ha materializado el jueves de la semana pasada en el caso del PP y ayer martes en el Partido Socialista.
En este último caso, justo tres años después de que la Ejecutiva Provincial del PSOE que mandaba Tino Rodríguez diera un golpe de timón para hacerse con las riendas de la Agrupación Socialista de Astorga, la misma directiva que en aquel momento lideraba el partido ha regresado a la dirección. Por 34 votos a favor y 24 abstenciones, retorna así la Ejecutiva defenestrada se supone que por diferencias en la elaboración de las listas electorales, en las que León imponía a la entonces alcaldesa Victorina Alonso como cabeza de lista.
Ahora, con ella y otros dos ediles afines (Tomás Álvarez y Mercedes G. Rojo) en el Grupo Municipal Socialista, los que mandan en la Agrupación vuelve a ser los del entorno del histórico Juan José Alonso Perandones, alcalde durante más de dos décadas. Perandones retoma la Secretaría de Relaciones Institucionales y Comunicación, con el veterano Luis Álvarez nuevamente como presidente, Francisco Panero como secretario general y la incombustible María Ángeles Rubio en la Secretaría de Organización.
Aunque está por ver si habrá 'venganzas' internas en este retorno, de momento Rubio garantiza calma: “Lo primero que haremos será reunirnos y trazar el plan de trabajo. No pretendemos tener problemas con nadie. Los concejales están haciendo su trabajo y lo seguirán haciendo como hasta ahora”.
Pero la situación en el PP astorgano no está menos exenta de tensión, por casi idénticos motivos. Porque el pasado jueves el excandidato a la Alcaldía y exportavoz popular, Jacinto 'Tato' Bardal, junto a varios exconcejales de Astorga, dieron el golpe de mano para controlar la dirección del PP comarcal, vital en el momento de elaborar las próximas listas electorales. Un equipo que también está frente a los miembros del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Astorga, que gobierna Arsenio García en una minoría que convierte en mayoría el leonesista Pablo Peyuca.
La nueva directiva del PP comarcal está presidida por el alcalde de Encinedo, José Manuel Moro, después de que la militancia apartara de la dirección a quien durante décadas condujera los destinos de los populares, Sindo Castro, dando así un inesperado golpe de mano a los intereses del PP provincial de Juan Martínez Majo, que apostaba por este último y mantiene una difícil relación con Moro.
En la nueva dirección se encuentran tres exconcejales del Ayuntamiento de Astorga, José Carlos Gilgado, Joaquín Jarrín y quien fuera el portavoz del PP en la pasada legislatura, Tato Bardal. De esta manera la corriente crítica del PP de Astorga con quienes gobiernan el Ayuntamiento astorgano y la Junta Local, controlan el PP comarcal.
