Marín: “La universidad es algo muy importante para León, y eso tienen que tenerlo en cuenta las instituciones”

Marín

S. Gallo / Ical

El catedrático de Anatomía Patológica, Juan Francisco García Marín (Alfaro, La Rioja, 1957) tomará posesión el próximo mes de abril como nuevo rector de la Universidad de León (ULE), un cargo al que aspiraba por segunda vez y para el que ha contado con el respaldo de algo más de la mitad de la comunidad universitaria, algo que ha generado cierta sorpresa, sobre todo teniendo en cuenta que la otra candidatura, encabezada por José Luis Chamosa, contaba con “bastante ventaja”, según reconoce. Una vez superado el proceso electoral, en el que se batió un récord de participación de estudiantes, con casi el 30 por ciento, es momento de llevar a cabo “el trabajo serio” para alzar a la institución académica al lugar que se merece e impulsar el campus del Bierzo, que en los últimos años entiende que ha estado “bastante a abandonado” en materia de instalaciones y profesorado“ y donde aboga por un 'plan renove'.

Han pasado unas horas desde la finalización del proceso electoral que le han convertido en rector electo. ¿Cuáles son sus primeras sensaciones?

Todavía faltan algunos trámites y puede haber reclamaciones, aunque es cierto que la junta electoral nos comunicó que no había habido incidencias en ninguna mesa. Estoy cansado de estos días y de la tensión del jueves, porque el resultado ha sido muy apretado y hasta el último momento fue una tensión bastante grande porque los últimos votos podían dar el Rectorado a uno u otro. Luego te quedas relajado, pero es cuando se empieza a notar el cansancio. El viernes, además de una clase, me he dedicado a atender a unos y a otros.

¿Ratifican estos resultados el “desánimo” en la comunidad universitaria al que había hecho referencia durante el proceso electoral?

Al principio percibía una especie de resignación, era la sensación que tenía, y lo que yo quería era decirles que esto puede cambiar. Es cierto que la otra candidatura –encabezada por el vicerrector de Relaciones Internacionales, José Luis Chamosa- partía con bastante ventaja, porque estas cosas nunca se saben. Veíamos que podía ser y se podía llegar.

Precisamente ha tenido el respaldo mayoritaria, entre otros colectivos, de los estudiantes.

Se decía que los estudiantes pasaban de todo pero hemos batido algún récord nacional de participación de estudiantes porque un 30 por ciento es una participación altísima –en las elecciones de 2012 se rozó un 25 por ciento de participación, que ya se consideró un éxito-, así que parece que están más animados de lo que creíamos antes de comenzar. El primer objetivo está cumplido, que era salir elegido rector, y ahora realmente viene el trabajo serio.

El próximo martes ya tiene fijada una entrevista con el rector en funciones para comenzar el proceso que le convertirá en rector

Es una entrevista para ir empezando la transferencia, también ha llamado el consejero con algunos temas que hay urgentes. Hay temas como algunas titulaciones que se solicitaron, pero hubo problemas con la doble titulación en Minas o un doctorado y hay que hablarlo, sobre la Escuela de Doctorado o el mapa de titulaciones. Son temas urgentes que tenemos que hablar en cuanto se pueda. Pero antes hablaremos estos temas con el profesor Hermida y ya veremos a ver.

¿Son las titulaciones el asunto más inmediato?¿Qué otras prioridades tiene?

El mapa de titulaciones es lo más urgente, pero hay otros temas que se incluían en el programa electoral, como el profesorado y las plazas, la RPT para personal de administración y servicio, el calendario escolar que hay que empezar inmediatamente teniendo en cuenta las fechas que estamos. No sé si se podrá hacer algo para el curso que viene, pero trataremos a ver qué se puede hacer, igual que las dobles titulaciones, que hay que poner en marcha enseguida.

Se ha mostrado crítico con la gestión de Hermida. ¿Algún aspecto al que, por el contrario, quiere dar continuidad?

En toda gestión puede haber cosas con las que se es crítico y otras cosas que están bien, y así se lo agradezco. Lo que esté funcionando en esta universidad, y hay cosas que están bien, no hay que tocarlas ni a las personas que lo desempeñan. Por lo demás, prefiero no entrar en detalles por el momento, es pronto. Sí quiero decir que todos nos decían que para ganar unas elecciones hay que ofrecer cargos al personal, pero no hemos ofrecido ninguno, más que los vicerrectores, y por lo que dije, se van a reducir, pero hay otras personas que son válidas y que si quieren, continuarán.

¿Qué radiografía hace a día de hoy de la ULE?

En este momento es una universidad que se ha quedado un poco anclada. León es una ciudad en la que la calidad de vida y la vida en general está muy bien y es una ciudad muy cómoda. A veces se crea esa inercia, también en la universidad, de cierto conformismo. Pero hay grupos muy buenos y hay que animarles y darles las herramientas y ayudarles para que la universidad sea un motor.

En motores de la universidad se han convertido áreas como la biotecnología, la aeronáutica o la ciberseguridad. ¿Se intentarán consolidar o se apostará por alguna rama más?

León tiene también el sector agroalimentario con un potencial bastante grande, pero es que ese campo es el primero del PIB de la Comunidad; también está la biotecnología que siempre ha sido el sector farmacéutico; el sector cibernético, con el Incibe, y aeronáutica es una escuela que debería tener todavía más apoyo y más potencial, porque tiene mucha demanda de estudiantes, ha asumido una serie de retos y se tiene que potenciar porque Ingeniería en esos campos tiene mucho que decir.

La Facultad de Veterinaria está peleando por la acreditación europea. Como veterinario, ¿cómo se afrontará esta situación?

Es una de las primeras cuestiones. Tenemos una revisión europea que no tiene nada que ver con la española, porque la acreditación española no tiene ningún problema. Las exigencias son un poco más altas, y hay algunos puntos críticos. A la Facultad de Veterinaria le ha ocurrido que toda la facultad, excepto un aspecto, ha salido evaluada favorablemente, y no solo eso, sino que ha sido marcada como excelente en varios puntos. Pero hay un punto, que es el Hospital Clínico, que hay que resolverlo y tenemos hasta tres años y vendrán a evaluarlo.

¿Y se ha pensado cómo se va a hacer?

Ya ha pasado año y medio, así que hay que ponerse a ello inmediatamente y resolverlo, un tema que he hablado con el consejero y que hay que abordar sin ninguna duda. Lo primero es hablar con todos los profesores implicados y hacer un plan inmediato, que tiene que hacerse en un mes o en 15 días si es posible, y empezarlo ya antes del verano, porque es que no tenemos tiempo.

Como decía, el mapa de titulaciones es una de las prioridades. ¿Qué propuestas plantea?

Lo que se ha enviado, por provisional que sea, me parece una oferta totalmente desequilibrada para la ULE; se habla de un Grado de Criminología, de un Grado relacionado con la Ingeniería y cinco de Ciencias de la Salud, incluido Medicina. Soy partidario de no eliminar ningún Grado y ser un poco racionales y hay que pensarlo muy detenidamente. De momento, a corto plazo, yo no veo la instalación de ningún Grado, sino de potenciar, y mucho los que hay. Lo primero que hay que hacer es reunir a los decanos, muy rápidamente, porque estamos en plena elaboración de los Grados, para ver qué se plantea. Y aclarar a la Junta que aunque no se presente nada este año, sea posible presentarlo más adelante.

¿Cómo tiene pensado impulsar el Campus del Bierzo?

En el caso del Bierzo está el máster de Enología, que hay que sentarse y ver las posibilidades reales de ponerlo en marcha, a mí me gustaría y voy a poner empeño en ello, porque creo que puede ser algo bueno para el Bierzo, pero tienen que comprometerse instituciones, empresas y por supuesto la universidad, para que tenga una trascendencia más allá de lo que es el Bierzo y León y más allá de Castilla y León. Si no, al principio se pueden matricular por la novedad, pero luego otra vez estaríamos en dificultades.

¿Cómo percibe esta situación?

El Bierzo ha estado bastante abandonado en instalaciones y profesorado y eso es lo primero. Hay que hacer un 'plan renove' con una renovación, reparación y mantenimiento, tanto de instalaciones y por supuesto un plan de profesorado del Bierzo, que esté allí. Tendrán que ir a dar horas de clase profesores de León, pero tiene que haber profesorado a tiempo completo en El Bierzo. Y luego corregir algunas cuestiones que hablamos con los alumnos y los profesores.

Uno de los aspectos que se puso de relieve en la campaña fue el tema de las tasas, que son las terceras más altas de todo el país. ¿Mantiene su intención de reivindicar una bajada?

Este año la matrícula tiene los presupuestos cerrados, pero creo sinceramente que ese tema se tiene que tratar. No puede ser que un estudiante de Veterinaria pague 1.900 euros en León y 900 en Lugo, hay muchas diferencias. Hay que plantearlo encima de la mesa, iba a aumentar muchísimo la recaudación y no ha aumentado tanto, porque luego los estudiantes se han retenido y se matriculan en menos créditos, seleccionan más y hay que ponerlo encima de la mesa. Por poner las tasas más altas, la universidad no recauda más, es la Junta la que pone menos. Es cierto que tenemos un dinero rápido, pero es una cuestión de este tipo, no de que vayamos a tener más dinero.

La marcha de talento es una de las preocupaciones ahora en el país en el aspecto académico. ¿Cómo es posible frenarlo?

¿Cómo hacemos para que vuelvan? Es bueno que la gente se vaya, pero ¿cómo los recuperamos? Es en base a plazas de ayudante doctor para que puedan acceder a contratados fijos. Las plazas de ayudantes tienen que salir por docencia, pero también por calidad investigadora, porque el futuro depende de esas personas y de si son buenos profesionales o no. Se puede, a nivel de las cuatro universidades, solicitar a la Junta a que ayude a un plan de esas características, está siendo muy triste lo que pasa desde hace años, que la gente joven se tiene que marchar, pero aquí tenemos que abordarlo y se puede plantear a la Junta y creo que se planteará. Yo tengo estas cosas meridianamente claras, porque yo he seguido una carrera docente clásica, creo que es necesario que eso sea así y no tenemos que perder estas personas, si no tendrá que ser la propia universidad la que destine plazas de ayudante porque hace falta docencia en base a estas expectativas, porque si no lo tenemos muy mal.

¿Qué marcará la relación con las instituciones?¿Qué reclamaciones les hace?

Buena y lo más cercana posible. El rector tiene que ir a todo donde haga falta personalmente en este sentido. A las administraciones locales les reivindico que la universidad es algo muy importante en León, quizá más de lo que pensamos, la sociedad la tiene como algo propio y eso hay que tenerlo en cuenta. Es una fuente de riqueza para León y que, por lo tanto, requiere de establecer más relaciones institucionales de colaboración, pero implicándose todos. Vamos a ver qué da la universidad y qué dan las instituciones y cómo se canaliza.

Actualmente hay un conflicto con los trabajadores del servicio de la limpieza. ¿Cómo lo va a abordar?

Es algo que es un tema ya casi personal, me implicaré personalmente con los servicios de la universidad que llevan estos temas, para conocer cómo está el contrato, qué posibilidades hay y hablar con la empresa, pero tener antes bien la información y solucionarlo y no dejar pasar el tiempo. Desde hace más de dos años, de 112 trabajadores hay 80 y tienen un ERE, y no cobran y hay una falta de servicio...

Acceder al cargo de rector, ¿le alejará de la docencia?

Más de lo que me gustaría. Es una de las cosas que más voy a sentir, pero procuraré ver las clases que tengo ahora, darlas y terminar dando las clases que corresponden. Es lo que hay, al principio cuando me presenté es algo que me planteé, supone un antes y un después, esto no es como un decanato, pero va a ser así.

Si se imagina la ULE al final de su mandato, ¿cómo le gustaría que fuera?

Me gustaría que la ULE tuviera un reconocimiento grande en el resto de España y que muchos de sus grupos tuvieran reconocimientos europeos de importancia, que los estudiantes pudieran tener unos calendarios acordes a sus estudios, que la investigación repercutiera en ellos y que hubiera profesorado joven preparado para sustituir a los que nos vamos a jubilar dentro de poco y que eso repercutiera en la enseñanza. Que hubiera una organización académica y una atención mejor, y que además la ULE y sus facultades fueran reconocidas en el resto del país y fueran demandadas por la calidad de sus títulos.

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